Dejad a los niños venid a mí 

Mateo 19:13-15

Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les reprendieron.Qué interesante porción de la Biblia porque están trayendo a unos niños, nos imaginamos que habían escuchado que Jesús estaba en el área y los papás están trayendo a sus hijos a Jesús, de alguna manera quieren que sus hijos conozcan a Jesús y aun ser bendecidos por Él, pero los discípulos los reprenden. A veces a los discípulos que se suponía que debían amar a todo mundo y permitir que todos vayan a Jesús en ese momento estaban deteniendo a los niños, pero dice la Biblia Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos. Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí. 

Los discípulos en cierta manera están reflejando lo que el mundo no quiere, el mundo no quiere que nos acerquemos a Jesús, no quiere que nuestros hijos se acerquen a Él. El mundo está apartando no solo a nuestros hijos de Jesús, sino que también está apartando a los hijos de sus padres, con todas estas redes sociales, nuestros hijos cada vez se están apartando más y más de las cosas de Dios, del círculo familiar, están encontrando atención con sus amigos, están tratando de ir a Jesús, de ir a su padres y sus padres están trabajando y a veces como padres decimos: “Voy a trabajar y trabajar porque amo a mi familia” y no hay nada de malo con trabajar, pero el problema es cuando nuestros hijos nos necesitan y están clamando por ayuda y ven que no les ponemos atención se van con sus amigos. Entonces, en vez de que nuestros hijos se acerquen a Jesús, se apartan y dicen: ¿Quién me puede ayudar? 

Necesitamos como papás, como cristianos acercar a nuestros hijos a Jesús, pero primero tenemos que acercarnos a ellos.

Dice Lucas 18:15-17 “Traían a él los niños para que los tocase; lo cual viendo los discípulos, les reprendieron. Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.” Nos habla algo más en esta historia, nos dice que debemos recibir el reino de Dios como un niño ¿por qué? Porque un niño es más inocente, o eran más inocentes, ahora ya hay niños de 9 o 10 años que han perdido la inocencia. El corazón de un niño es más receptivo, le dices algo a un niño y lo cree. Hace tiempo salió en las noticias de un niño que se quería comprar un Lamborghini y  su mamá le dijo que nunca se iba a comprar un auto de esos y él dijo: “Mis amigos me dicen que sí puedo”. Él tenía tres dólares, se subió al carro y manejó como 20 minutos e iba en dirección a Los Ángeles, iba manejando el carro de sus papás y tenía 5 años. Después de 20 minutos la policía vio a ese carro que iba de aquí para allá y se dio cuenta que el que lo manejaba era un niño de 5 años, el policía le preguntó ¿a dónde vas? y dijo que iba a California a comprar un carro, y le preguntó: “¿cuánto dinero traes?” Él dijo que tres dólares. Él creía que podía comprar un carro por tres dólares.

El reino de los cielos, la salvación de parte de Dios es de no pasar la condenación eterna en un lugar llamado infierno y pasar el resto de nuestros días con Jesús. 

1.Para ser salvos necesitamos venir a Jesús.

Mateo 11:28-30 dice:Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Dice la Biblia: Ven a mí y yo te voy a dar descanso. La carga que llevamos nosotros es muy pesada y estamos caminando todos los días con esa carga que es una carga pesada y Jesús dice: Ven a mí si estás cargado. ¿Llevas cargas? Creo que todos llevamos cosas, nuestros pecados y no solamente los cargamos, sino que los cuidamos, pero Jesús dice: Ven a mí, porque si tú vienes, vamos a intercambiar, tú me das esa carga que llevas.Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. Dios nos quita esa carga tan pesada y nos da otra carga y esa carga que llevamos es ligera, la estamos compartiendo con Jesús. Él quiere que nos acerquemos a él y que reconozcamos que sólo él puede quitar esas cargas pesadas y darnos una carga ligera y descanso para nuestra alma, pero necesitamos venir a  Jesús.

Lucas 19:1-3 dice: Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. 2 Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, 3 procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura.

Zaqueo era chaparrito y cuando llega para buscar a Jesús sabía que había algo especial en Jesús, pero no lo podía ver y se subió a un árbol sicómoro y desde el árbol vio a Jesús y  el Señor le dijo: “Ey Zaqueo, bájate voy a ir a tu casa; la salvación ha llegado a tu casa.” Lo interesante de esta historia es que a pesar de lo que le impedía a Zaqueo de poder llegar a Jesús, se sube a un árbol porque el tenía un vivo deseo de conocerlo y si Dios nos diera ese deseo de querer conocer más de Él, pero muchos queremos saber más de otras cosas. Estamos fallando cuando no estamos entablando una relación más cercana con Dios. Jesús dice: “Yo quiero ser tu amigo, quiero ser tu salvador”, pero rechazamos a Jesús, le decimos: “No tengo tiempo estoy con mis amigos, estoy en Facebook, en Instagram, en Tik Tok” y le damos cuatro horas a Tik Tok y un minuto a Dios, salimos de la casa y decimos: “Señor, bendíceme y cuídame” y ese es el único momento en que nos acordamos de Dios, pero para poder encontrar la salvación de Dios necesitamos venir a Jesús.

2.Para ser salvos necesitamos recibir a Jesús

Dice la Biblia que hay una entrada al cielo, pero debemos recibir a Jesús como un niño. Dile a un niño que Dios existe y él dice que cree en Dios, pero dile a un joven que ya entró a la universidad y dirá que venimos del chango, que hubo una gran explosión, que no hay Dios. Un niño sí cree en Dios, nosotros necesitamos recibir la salvación como un niño.

Dice Juan 1:11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. ¿Sabes que Jesús vino a los judíos? Pero los judíos no le recibieron. Ellos no creen en Jesús. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; Si recibes a Jesús ahora eres hijo de Dios. Tenemos que nacer de nuevo para poder ser hijos de Dios. Romanos 10:9 dice: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.No dice que a lo mejor serás salvo o quizás, sino serás salvo. La Biblia es verdadera, es la palabra profética más segura, nos habla acerca de cincuenta o más profecías que se iban a cumplir en Jesús y todas estas profecías se cumplieron porque la Biblia es la palabra de Dios y si la Biblia dice que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón realmente que Jesús fue enviado de Dios, que murió en la cruz, que resucitó de los muertos, serás salvo, pero tienes que confesar. 

En las bodas, quien oficia la boda dice: “¿Aceptas a esta muchacha como tu única y amada esposa en enfermedad, riqueza, pobreza?” y él muchacho dice que sí y luego se le pregunta a ella si acepta a ese muchacho y ella dice sí y lo acepta. Ellos están confesando, están llegando a un pacto, están llegando a un voto que son los votos matrimoniales, están diciendo: Sí, lo acepto y no solo lo están aceptando delante de los hombres, también delante de Dios y el aceptar a Dios es lo mismo, cuando él dice: Aquí está Jesús quien murió por ti, quiere perdonar tus pecados, tus buenas obras, tu religión, no te pueden salvar, él único que te puede salvar es Jesús, ¿crees en él? ¿lo aceptas como tu Salvador? y tú eres quien decides, puedes decir que no o puedes tomar esa decisión y decir: “Sí, lo acepto” y cuando lo estas aceptando, no solo lo estas aceptando delante de Dios, también delante de los hombres y dice Jesús: “Quien me confiese delante de los hombres yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos” y Romanos 10:9 dice: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

No tienes que dar una ofrenda muy grande, no tienes que hacer alguna penitencia, ningún sacrificio, no te tienes que ir de rodillas al centro, solamente aceptando a Jesús en tu corazón. 

Juan 3:36 dice: El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. Los muchachos al estar enamorados no los casa, sino hasta que llega esa confesión, esos votos, esa ceremonia de decir sí acepto y el decir creo que en Dios, dice la Biblia que el diablo cree y tiembla, él también sabe de Dios, conoce de Dios, pero lo rechaza en su corazón

1 Timoteo 2:5 dice: Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,Jesús es el mediador. Dice Hechos 4:12Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. De tal manera que solamente podemos ser salvos en Jesús. Si dices: “Voy a ir a esa iglesia cristiana bautista por un año”, ¿sabes que? El venir a una iglesia no te salva, sino solamente Jesús. Quizás dices: “Bueno, yo quiero ser salvo a través de San Pedro.” No, solamente es a través de Jesús.

¿Qué hay que hacer? 

Los niños querían venir a Jesús y Jesús dijo: “Dejad a los niños venid a mí” y después de que ellos vinieron, puso sus manos sobre ellos y los bendijo. Cuando venimos a Cristo, él nos acepta, nos recibe, nos bendice y la mayor bendición que podemos recibir de Jesús es la salvación, la vida eterna.

Quizás ya has hecho esta decisión de pedir a Jesús que entre en tu corazón, pero si no y quieres hacerlo, hoy es un buen momento para recibirlo.