No es en vano

1 Corintios 15:58

Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”.

El apóstol Pablo está hablando a la iglesia en este pasaje y está tratando de corregir a la iglesia en ciertas áreas y habla acerca de los diferentes problemas que la iglesia está teniendo porque la verdad es que cada iglesia tiene problemas y la razón es porque cada iglesia tiene gente que es imperfecta. Ninguna iglesia es perfecta porque nadie es perfecto y por esa razón Dios nos ha dado su palabra para darnos instrucción. 

En el último versículo de este capítulo, nos da gran ánimo mientras vamos en nuestra vida y dice así que, que se está refiriendo a lo que él ya ha hablado en este punto. Este capítulo es un capítulo muy emocionante porque nos está hablando de la resurrección del Señor Jesús. Quizás has visto en algunos lugares como Jesús fue crucificado y mientras ciertamente él murió por nosotros eso no es el final de la historia, tres días y tres noches después resucitó de la muerte. Esta es la diferencia entre Jesús y todo aquel falso dios que hay alrededor del mundo porque la Biblia dice que si el Señor Jesús no hubiera resucitado nuestra fe sería vana; si el Señor Jesús no hubiera resucitado ¿para que tener iglesia?; si el Señor Jesús no hubiera resucitado ¿para qué tener esperanza en esta vida? Este pasaje no es para ponernos tristes, desanimarnos o para tener miedo y tampoco es el propósito de la Biblia. La Biblia nos dice el problema, pero también la solución. Nos dice que somos pecadores y necesitamos un salvador, nos dice que por nuestros pecados tenemos que pagar, pero Jesús en su amor pagó por nuestros pecados y no solo murió por nosotros, sino que resucitó y vive por la eternidad.

Hay dos tipos de resurrecciones que aprendemos en este pasaje: La resurrección del Señor Jesucristo y la resurrección de los cristianos. La Biblia dice que si un día morimos y hemos aceptado a Jesús en el corazón vamos a ir al cielo, un día vamos a estar con él. Después de que Pablo ha hablado acerca de sus problemas, los empieza a animar de la resurrección del Señor Jesús, termina con estas palabras de ánimo a ellos y los llama hermanos míos amados. ¿Tienes algún hermano o hermana? Algunas veces entre hermanos nos peleamos y no estamos contentos. No porque tengan el mismo apellido quiere decir que están conectados. No hay duda que una familia es muy unida. Aquí nos habla acerca de una unidad que es muy grande y fuerte que hay en una familia y nos habla de que somos hermanos y hermanas en Cristo por causa de su resurrección. Veo muchas razones de que EEUU y México son diferentes, nuestro idioma y bandera es diferente, nuestra cultura es diferente, nuestros deportes son diferentes, pero también hay lugares en que EEUU y México son iguales todos tenemos necesidad de agua para sobrevivir, hay casas en México y EEUU; hay iglesias en EEUU y en México. Hemos visto que hay cosas que nos separan, pero también cosas que nos unen. Pero hay otras cosas más importantes que nos hacen iguales. La Biblia dice que todos somos pecadores, es clara cuando dice que todos hemos pecado, si somos honestos todos hemos hecho algo malo, podríamos decir que hacemos cosas que son pecado, no son crímenes que quizás vemos en las noticias, pero son cosas diarias en las cuales pecamos contra Dios. 

La Biblia dice que el pecado tiene un castigo, el infierno. Es no es un lugar en el que me gusta pensar, no creo que nos diga del infierno para hacernos sentir mal, pero nos da una advertencia en amor para que no tengamos que ir ahí, como un padre que le dice a su hijo que está a punto de lastimarse, Dios nos da a través de su palabra una advertencia que hay daño en el futuro y que este castigo viene solamente a aquellos que rechazan a Jesús. Jesús murió en la cruz no porque él hizo algo malo, sino porque él pecado necesitaba un castigo y él murió como castigo en la cruz.

Cuando tenía 8 años estaba sentado en el auditorio de la iglesia y recuerdo que tenía miedo de ir al infierno, pensé acerca del fuego, la oscuridad, del dolor y cuando el pastor preguntó si alguien quería ser salvo yo no hice ninguna decisión, pero mientras íbamos de regreso a casa, estaba pensado en lo que había dicho el pastor y recuerdo cómo fui con mi mamá y le pregunté cómo podía ir al cielo y ella abrió su Biblia y me mostró que era pecador y como Jesús murió por mis pecados y de cómo resucitó de la muerte y cómo él podía salvarme e incliné mi rostro e hice oración y recibí a Jesús como mi salvador personal. Esta no fue una oración que oraba todos los días, no fue el bautismo que me salvó, ni siquiera fue por ser miembro de una iglesia, pero la Biblia dice confesar que Jesús es el Señor, reconocer que estoy perdido y no tengo ayuda sin él, poner mi confianza y fe en él para vida eterna. 

Cada uno de nosotros tenemos que tomar una decisión. Puedes pagar por tus pecados, puedes ignorar la advertencia que la palabra de Dios nos va o puedes aceptar su pago, aceptar el amor y la gracia de Dios que da a toda la humanidad. Lo mejor es que este regalo está disponible para cada uno de nosotros, no importa lo que has hecho o sido en el pasado. El amor de Dios y su sacrificio es más grande que cualquier pecado que tú y yo hayamos cometido y si has aceptado a Cristo, tú y yo somos hermanos en Cristo, por eso la iglesia muchas veces se siente como una familia porque no estamos conectados por nuestra sangre, sino por Su sangre.

Pablo, después de recordarles de esta verdad, les da un reto, les manda a estar firmes y estar constantes y crecer en la obra del Señor siempre, en otras palabras les dice: “Después de recordar todo lo que él ha hecho por nosotros, esto es lo que tienes que hacer por él y si fuéramos honestos nos daríamos cuenta que no hay nada que pudiéramos hacer para pagar lo que él ha hecho por nosotros.

La primera parte de este reto es encontrar tu territorio y quedarte ahí, ves que hay mucha gente alrededor del mundo que está buscando algo, pero Dios nos dice que una vez que venimos a él nos mantengamos ahí, él nos dice que nos mantengamos firmes donde él nos ha puesto. Debemos ser fieles a Dios en el futuro más de lo que somos fieles ahora. En este año voy a ser pastor por 10 años en mi iglesia, y durante este tiempo he visto a mucha gente venir a la iglesia, muchos que fueron salvos y que estaban emocionados, pero muy pocos que encontraron su territorio y se mantuvieron fieles.

El siguiente reto aquí es ser constantes. Como cristianos tendemos a movernos de un lugar a otro, el mundo dice: “Ve para allá, te va a hacer algo feliz”. Cuando haces una decisión por Dios, la tentación va a venir. Estamos emocionados de habernos rendido a Dios, pero somos recordados que el mundo trae muchas tentaciones y cuando somos salvos encontramos fuerza y un amigo en Cristo y cuando el enemigo viene contra el cristiano, Jesús está ahí y encontramos cuidado y seguridad cuando estamos en Jesús.

Cuando encontramos salvación en Cristo y el gozo en el Señor, no solamente encontramos gozo por un momento, ahora encontramos que podemos estar constantes en él sin movernos para siempre. La Biblia dice que debemos estar no solamente firmes y constantes, sino también creciendo en la obra del Señor porque cuando estás cerca del Señor estás en el lugar más seguro.

La última parte de este versículo es de ánimo, dice que nuestro trabajo en el Señor no es en vano. En otras palabras, quiere decir que tu vida no la estás desperdiciando cuando la estás viviendo para el Señor. Algo difícil de la fe es servir a un Dios que no puedes ver, estamos esperando por la resurrección, por el cielo, por lo que Dios puede hacer y podemos ser fácilmente jalados al mundo porque no estamos viendo lo que realmente nos espera.

Mi esposa y yo fuimos a un lugar donde vimos cómo crece una piña y me maravilló cuánto tiempo lleva para crecer una piña. Se dice que para que una piña pueda crecer desde la semilla hasta el final son dos años, pero estoy agradecido con aquellos que siembran piñas para que yo la pueda consumir. Algunas veces pasa que nos volvemos impacientes y nos damos por vencidos. A veces pensamos que la vida no está funcionando como queremos o pensamos que Dios no está haciendo lo que queremos, entonces muchos no vamos a permanecer para ver las bendiciones que Dios tiene. 

Yo estoy aquí por la gente ha invertido en mi vida. Crecí en una iglesia y a veces me portaba bien y a veces no tanto, fui tentado por el mundo y pensaba a veces que esa era una mejor vida, pero estoy aquí para decirte que no hay nada de lo que he hecho para el Señor que sea un desperdicio. Algunas veces cuando estamos ahí pareciera ser un desperdicio, pero como iglesia puedes mirar hacia atrás y es evidente que tu trabajo en el Señor no ha sido en vano. Tu trabajo para permanecer con tu familia no es en vano y tu trabajo para el Señor no es vano. 

Si vivimos para este mundo podemos desperdiciar nuestra vida y si quieres hacerlo es tu decisión, pero te prometo que nunca será en vano cuando vives para Jesús. Quizás estás a punto de rendirte y dejar las cosas de Dios, pero quiero animarte con esta maravillosa familia que tienes en Cristo que permanezcas firme, constante creciendo en la obra del señor, trabajando para él y que sepas que nada de lo que tú haces para el Señor en la eternidad va a ser en vano.