Escuela Dominical: Corregir los caminos

Jueces 5:6

“En los días de Samgar hijo de Anat, en los días de Jael, quedaron abandonados los caminos, Y los que andaban por las sendas se apartaban por senderos torcidos”.

En este pasaje es cuando Debora y Barac entonan un canto por la liberación que Dios había traído a las vidas de ellos, pero no solamente dan gracias a Dios por la liberación, sino que también meditan en su condición espiritual actual. Por eso ellos dicen: “En los días de Samgar hijo de Anat, en los días de Jael, quedaron abandonados los caminos, y los que andaban por las sendas se apartaban por senderos torcidos”. En el norte hay un dicho: “No dejes camino por vereda” y es muy común en muchas personas y cuando una persona quiere tomar un atajo para hacer una cosa más rápida, o cuando una persona quiere hacer algo de cierta manera indebida y atravesarse por caminos que no debe, la gente dice: “No dejes camino por vereda”.

Muchas veces en nuestras vidas hemos tomado veredas para acortar nuestro caminos hacia lugares que creemos que nos va a ir bien y muchas veces no nos sale el atajo. En nuestra propia sabiduría tratamos de hacer cosas que no convienen, decisiones que no nos van a ayudar y nos perjudican porque al tratar de sacar algo bueno no nos fue muy bien. Este mundo ha ignorado el camino que le lleva a Dios. El Señor dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. ¡Gloria a Dios que hay un camino!

Un día una persona se quejaba y decía: “¿Por qué solo hay un camino a Dios?” Y un pastor le reprendió: “Antes dale gracias que hay un camino, porque no tenemos ninguna posibilidad nosotros en nuestra pecaminosidad de acercarnos a un Dios tan grande, tan santo, tan puro y tan perfecto, en el cual no tenemos cabida.” Dios en su infinita misericordia nos proveyó de un camino y ese camino está en Cristo Jesús, pero este mundo ha ignorado el camino que le lleva a Dios y cuando digo este mundo, no olvidemos que también andábamos por ese sendero torcido, y escogíamos el camino no en base con adónde nos llevaba el camino, sino que tan bonito estaba el camino. De modo que el camino del mundo es un camino bonito, con luces led a los lados, pero el problema de ese camino es a donde te lleva. Lo importante de un camino no es la condición de cómo está, sino a dónde te lleva.

El camino de Dios al parecer de muchas personas está desolado y los pocos que andan por él no lo están pisando con toda la firmeza que debiese. Algunas están caminando como la esposa de Lot, siempre mirando hacia atrás. Me llama mucho la atención una frase en esa historia, dice que Lot iba caminando a un pueblo que se llamaba Soar, pero dice: Y su esposa a espaldas de él miró hacía atrás. Esa frase “a espaldas de él” significa que hay creyentes que cuando no los están viendo, a espaldas de los demás, a escondidas, voltean a ver lo que no deberían ver y es por eso que tal vez toda la gente no lo vio, seguramente Lot no vio a su esposa cuando hizo eso, pero Dios sí. Tenemos que estar conscientes de que el camino que vamos, que es del Señor Jesucristo, no es solo un camino para poner los pies en él, sino para caminarlo con firmeza. Algunas personas van caminando como si fueran de día de campo, hacen como bailecito, voltean y regresan, están en el camino, pero en el camino de Jesús debemos caminar firmes y adelante.

Tenemos el deber en Cristo de poner todo nuestro corazón, nuestro deseo, todo nuestro énfasis en la vida para poder consagrarnos a hacer la voluntad de Dios, pisarlo con firmeza, haciendo  lo que a Dios le agrada y de ese camino alzar la voz: Este es el camino, este es el mejor camino. Algunos dirán: “No, en este camino yo estoy mas agusto, está más bonito, tengo Netflix, aquí no me canso”. Este camino, que es Cristo Jesús no sea el más bonito a la vista, dice Isaías 53:2 no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos”, pero sí es el mejor porque te lleva al mejor lugar. 

Isaías 65:2 dice: Extendí mis manos todo el día a pueblo rebelde, el cual anda por camino no bueno, en pos de sus pensamientos”. ¿Qué es lo que hace que ese camino no sea bueno? Es un camino que va en pos de sus pensamientos. Es interesante como muchas personas están en pos de sus pensamientos: “Oh yo quiero esto para mi vida” y estamos tan enfocados en lo que queremos que no nos damos cuenta que poco a poco nuestros pensamientos nos van apartando del camino y cuando recordamos ya estamos fuera, pero decimos: “No, todavía lo alcanza a ver. No estoy en la iglesia pero todavía lo veo.” Hasta que te dicen: Oye, ¿dónde estás? Así son personas que dicen: “Ya no va a la iglesia, pero en la casa escucha predicaciones”. Ya se alejó, todavía alcanza a oír, pero el problema es que un dpa no los va a alcanzar a oír.

Estábamos en un viaje del Instituto bíblico y fuimos a Chiapas y a Tabasco e hicimos una parada en Costa Esmeralda y estábamos ahí disfrutando y había un muchacho de un ejido al sur de Nuevo León que se llama las Hormigas, este lugar es seco, árido y se le ocurrió meterse a la playa y le decíamos: Abraham, tú no sabes nadar, ten cuidado. Él decía: “Aquí estoy bien, todavía los veo”. Entonces nos pusimos a platicar y cuando volteamos ya no lo vimos, y a lo lejos una hormiga y un servidor y un hermano de Culiacán nos metimos por él y cuando lo agarramos como toda persona que no sabe nadar, se agarra, se pone nervioso y nos hundía a nosotros y lo llevamos, pero ese es el problema de las personas que se van alejando del camino de Dios, creen que todavía lo ven, pero Dios nos manda a corregir nuestros caminos. 

Dice la Biblia: Extendí mis manos todo el día a pueblo rebelde, el cual anda por camino no bueno, en pos de sus pensamientos”. El camino de en pos de los pensamiento es camino no bueno, el camino bueno es el de la palabra de Dios.

Algunas cosas que nos ofrecen los caminos del mundo:

1. Confusión

Dice Jeremías 3:24-25 Confusión consumió el trabajo de nuestros padres desde nuestra juventud; sus ovejas, sus vacas, sus hijos y sus hijas. Yacemos en nuestra confusión, y nuestra afrenta nos cubre; porque pecamos contra Jehová nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día, y no hemos escuchado la voz de Jehová nuestro Dios”. Cuando alguien se aparta de los caminos y no escucha la palabra de Dios trae a su vida confusión. Es como andar en el mar sin brújula, es como andar en un mundo en el que no te llenarás y nunca llegarás a tu destino, es como estar en una barca en medio del mar sin remos, simplemente a la deriva. 

Muchas personas así están, no tienen un rumbo fijo y definido, y dicen: “Bueno, ni modo, aquí me trajo Dios”. No, no los trajo Dios, no cristianices tus malas decisiones en el camino de Dios tenemos que ir firmes y adelante y si estamos caminando y si una persona nos está jalando no importa vamos a seguir con nuestro rumbo, porque vamos en una senda definida y si personas nos dicen: “Pasa con nosotros”, “No vayas a la iglesia, vente por acá” y en el trabajo “Hay doble paga, ¿Como ves? ¿No quieres que te vaya bien?” Claro que sí, por eso seguimos el camino de Dios. Él es el que provee para nuestras necesidades, nunca les falta a los que están para el camino del Señor. Es bueno estar en el camino, pero las personas que van por el camino del mundo encuentran confusión. 

2. Bajeza

Salmos 73:21-22 dice: “Se llenó de amargura mi alma, Y en mi corazón sentía punzadas. Tan torpe era yo, que no entendía; Era como una bestia delante de ti”. ¿Por qué? Por seguir los caminos del mundo ¿y qué nos ofrecen los caminos del mundo? Bajeza. He visto a personas, hijos de Dios en una condición horrible, era una condición en la cual dices: Yo no lo dejé así, yo le hable de Cristo, ¿Por qué decidió dejar los caminos de Cristo? ¿Por qué decidió los malos caminos? Entonces encontró maldad en su vida y en lugar de buscar la grandeza en Cristo encontró bajeza. Todo aquel que se exalta será humillado, pero el que se humilla, será exaltado. Cuando vamos por este mundo encontramos bajeza.

Cuando nos humillamos, Cristo nos levanta de nuestra bajeza y el Señor nos levanta para llevarnos a un camino de altura Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar (Habacuc 3:19).

3. Muerte

Proverbios 14:12 dice: “Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte”. Dicen: “Me parece que voy bien por esta senda, qué importa cuantas personas que están como yo, miles y millones de personas el día domingo no van a ir a la iglesia, yo también conozco un tío que así se la pasa y Dios lo bendice”; pero dice la Biblia “Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte”.

Muchas personas he visto en esos andares y la muerte no solo les llega a ellos, sino que las comparte con sus familias y todos van a un mismo rumbo, el final de la vida. Cuando un creyente fallece y me hablan para oficiar un servicio y no me mal entiendas mi expresión, siento cuando un hermano se va a la presencia de Dios, y sé que lo voy a ver, pero es para mí una delicia hacer un servicio y predicar de un hermano fiel. Tantas anécdotas y cosas bonitas que puedes hablar de una persona que anduvo por el camino del Señor, pero si era cristiano y casi no iba a la iglesia y si murió lejos de la iglesia y quieren que el pastor le eche agua bendita para que se vaya al cielo, ¿Qué puedes decir? Te soy sincero, me es más fácil predicar en el servicio funeral de un inconverso que en el servicio funeral de uno que se decía ser cristiano. La palabra de Dios dice: “Ojalá fueses caliente o frío”. Es más fácil predicar en cualquiera de esos dos servicios, pero en el de un tibio?

4. Perdición

Dice Mateo 7:13-14 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;  porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”. Nos pone dos caminos: Uno estrecho y uno ancho. ¿Cuál es el problema del camino espacioso? y espacioso el camino que lleva a la perdición. Los caminos del mundo trae perdición. Cuando una persona se empecina en su mal camino solamente encontrará la perdición de su vida y su alma si nunca se rindió a los pies del Señor Jesucristo. ¡Qué horribles son los caminos de este mundo! Deleitables a la vista y a los ojos, al corazón y a la mente, pero después te hacen tanto daño.

Los que padecen diabetes saben que hay comida que se ve tan sabrosa, pero saben lo mal que les va a ir si la comen; si alguien padece hipertensión, como tu servidor, sabe que hay cosas que pueden deleitarse pero sabemos que hay muchas cosas que se tienen que abstenerse porque a la postre nos va a ir mal. Cuando Cristo llega a nuestra vida, él llega a hacer un cambio. Hay muchas personas a las que tenemos que pararnos en frente y decirle: “Necesitas a Cristo en tu vida. Necesitas llenarte de Dios para que él corrija tus caminos. Necesitas urgente a Cristo en tu vida”. Qué bendición que cuando andábamos en nuestros caminos perdidos, el Señor dijo: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. En Isaías 1:18 el Señor dijo: Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”. Aquel que estaba en camino de muerte, el Señor le dijo: Yo soy la resurrección y la vida. ¡Qué precioso es el Señor! En Isaías 43:16 dice:Así dice Jehová, el que abre camino en el mar, y senda en las aguas impetuosas y cuando pensábamos que era imposible que nuestra vida cambiara, le estamos hablando a Aquel que abrió el camino en el mar. Nuestro Dios es tan poderoso que no importa dónde y cómo estés. Algunas personas me han dicho: “Pastor, a mí Dios no me va a oír mire cómo estoy” y yo les digo: Jonás era un pecador fuera de la voluntad de Dios y oró dentro de un gran pez en el profundo del mar, a ti también te puede oír. 

He visto a personas que han resurgido su vidas de una manera impresionante, del más vil pecador, personas que he tenido que levantarlos y el Señor les ha ayudado, a personas les he quitado la pistola de la cabeza y están sirviendo al Señor. ¡Claro que se puede! Nosotros no podemos, pero Cristo sí lo puede hacer. Quítate los peros, nuestro Dios es poderoso. El Señor nos toma, nos abraza y levanta y nos dice: “Ahora es por aquí” y haremos bien en seguir esa senda que el Señor da a nuestra vida.

Mira lo que te ofrece el camino de Dios, en lugar de confusión, Dios te da dirección Jeremías 6:16 dice: Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma”. Nuestro problema es que nuestro descanso lo queremos poner en las cosas materiales y no es así. Bien me advirtió un pastor cuando dijo: “Ten cuidado cuando en tu ministerio tu descanso lo encuentres en las cosas materiales y no en Cristo Jesús”. Creemos que el descanso lo vamos a tener cuando estemos en una casa bonita y grande en un sillón y ponemos Netflix con una coca y pizza. Una persona que tenía reposo en Cristo era Lázaro que estaba enfermo y comía de las sobras que caían de la casa del rico y él tuvo el reposo en su alma por siempre. 

Tal vez hay uno que está escuchando la palabra, pero su pensamiento está en los montones problemas que tiene que enfrentar. Encuentra descanso para tu alma, pregunta por las sendas antiguas, ya no andes por las sendas de este mundo. Cuando este mundo te da confusión, Dios te da dirección.

Proverbios 15:24 dice: “El camino de la vida es hacia arriba al entendido, para apartarse del Seol abajo”. ¿Cómo es el camino? Hacia arriba. ¿Quién está arriba? Arriba están los que reciben el honor. Cuando la persona que gana la medalla de oro se le reconoce poniéndolo arriba y al segundo más abajo, y al tercer lugar más abajo. En las olimpiadas la llama está hasta arriba.

Cuando tu vas por ese camino encuentras honor, ya no es Pancho el teporocho, ahora es Don Francisco; ya no es el hermano caguamas, es el hermano Francisco, una persona que obtuvo ese honor cuando se humilló ante nuestro Señor Jesucristo porque el camino de la vida es hacia arriba. Eso es algo precioso, es como una montaña, todos queremos estar arriba de la montaña, pero cuesta subirla, pero si te caes, ¿cuánto tardas en bajarla? Bajas rápido, ten cuidado con tropezar.

La Biblia nos dice que en Cristo encontramos largura de días, salvación, santidad. Isaías 64:5-6 dice: Saliste al encuentro del que con alegría hacía justicia, de los que se acordaban de ti en tus caminos; he aquí, tú te enojaste porque pecamos; en los pecados hemos perseverado por largo tiempo; ¿podremos acaso ser salvos? Esa es la pregunta de una persona que se ha alejado del camino del Señor, podemos salir de esta situación? Claro que podremos salir. “ Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento”. Estábamos apartados pero necesitábamos corregir nuestros caminos, “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino, mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros”. 

Isaías 55:7,14 dice: Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar”. “Y dirá: Allanad, allanad; barred el camino, quitad los tropiezos del camino de mi pueblo”.

¿Qué necesitamos hacer? Corregir nuestros caminos, el camino de Cristo es el que nos lleva a la dignidad, a la salvación, al honor, nos da dirección. Antes andábamos como barquitas sin rumbo en medio del mar y Cristo nos encontró y nos dio un buen camino