¿Por qué dar a la obra misionera?

Hechos 1:6-11

1:6 Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? 

1:7 Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;

1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. 

1:9 Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.

1:10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,

1:11 los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.

La palabra de Dios nos habla que el Señor Jesucristo está apunto de ascender, a propósito, la Biblia no nos habla de que María asciende o la ascensión de María, solamente vemos en su Palabra que el Señor Jesucristo fue quién ascendió; y antes de su ascensión, dice la Biblia que los discípulos están ahí haciendo ciertas preguntas y ellos quieren saber cuando sería restaurando el reino a Israel y cuando ellos iban a poder tener su propia nación por así decirlo, no seguir estando bajo el imperio romano, y el Señor Jesús les dice: bueno esa no es la pregunta más importante que nos deberíamos de hacer, pero les puedo decir algo importante que va a suceder. 

En lo acontecimientos que están por suceder dice aquí:

Hechos 1:7 Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;

Pero lo que si les toca saber, la verdad que es necesaria que ustedes sepan es esta, ustedes van a recibir poder, eso es lo importante.

Hechos 1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. 

Cuando escuchamos esto, si lo viéramos de una manera en donde ahora en nuestros tiempos en especial, escuchamos “los superhéroes” y este tiene este poder y este tiene otro poder, cuando éramos pequeños cuantos no soñábamos en poder volar, o poder hacer ciertas cosas, pero el Señor Jesucristo dice: “hay un poder muy especial que es dado a través del Espíritu Santo” 

El dice: “cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo” ustedes recibirán este poder, “El Espíritu Santo” el poder del Espíritu Santo.

Y este poder no va a ser para volar, y un poquito creo que de interesante aquí porque el Señor Jesucristo en unas palabras después comienza a elevarse hacía el cielo. Pero el dice, no es para que asciendan de la manera en que yo voy ascender o hacer ciertas cosas, sino dice El: la razón de este poder es para que ustedes puedan ser testigos, la razón de este poder es para que ustedes lleven el evangelio, la razón de este poder es para que ustedes sepan que el evangelio como dice Romanos 1:16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. 

La palabra de Dios nos dice en Hebreos 4:12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

Nos dice que es una espada que penetra hasta partir el alma y através de esa espada y ese poder que tenemos con el evangelio ustedes van a poder ir y llevar el evangelio y van a comenzar aquí en Jerusalen, eso lo que estaba sucediendo, sucede en Jerusalen, luego dice ustedes también van a llevar el evangelio y van a ser testigos en toda Judea, no solamente en el área de Jerusalén sino en los alrededores de Judea; Samaria que era a un lado; los judíos y samaritanos no se llevaban mucho, pero Jesús les dijo: “no vamos a olvidar a los samaritanos” van a llevar el evangelio también a ellos, a naciones que a veces decimos “ellos me cane mal, porque necesitan ellos aceptar a Cristo, ¡Mejor no!” pero a ellos también les hace falta; y hasta lo último de la tierra. 

Te has preguntado ¿en dónde será ese último de la tierra? ¿Habrá algún misionero hasta lo último de la tierra? ¿Habrá algún misionero en Samaria? ¿En Damasco? en esas regiones ¿quién estará ahí? 

Entonces Hechos 1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra  nos recuerda que la obra misionera es importante y que debemos comenzar ciertamente en nuestro Jerusalén, pero no quedarnos aquí, sino ir hasta lo último de la tierra. Y la manera en que nosotros podemos hacer eso es yendo pero también si no puedo ir es enviando a alguién. 

Mateo 9:35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

9:36  al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.

El Señor Jesucristo nunca se quedó sentado ¿Amén? El señor Jesucristo no dijo: “hay soy el hijo de Dios, me van a servir como un rey, yo soy el hijo de Dios y entonces me voy a quedar solamente ahí sentado y voy a buscar 12 discípulos y ellos van a ser los que van hacer la obra, ellos son los que van a ser enviados” ¡no! El Señor Jesucristo recorría todas las ciudades y aldeas, algunos dan números muy grandes de 200 aldeas alrededor de Jerusalén y de los lugares ahí en Galilea.

¿Cuántos de ustedes han ido a la sierra de Puebla? o ¿La sierra negra? y en Vicente Guerrero y 20 minutos para acá y otro pueblo, 3 minutos para acá y otro y hacía adentro hay otro, hacía arriba hay otro y por aca hay otro y por todos lados en esa sierra hay decenas y decenas de pueblitos y lugares en donde uno aún necesita llevar el evangelio. Y el Señor Jesucristo recorría todos estos lugares y dice la Biblia que Mateo 9:36  al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.

9:37 Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. 

La mies era mucha en ese entonces, la mies en ese entonces, algunos dicen que tenía en este mundo, en el tiempo de Jesús unos 200 millones de personas, aproximadamente en el año 1800 este mundo tenía 1000 millones de personas, eso quiere decir que desde la creación del mundo hasta el año 1800 finalmente llegamos a mil millones de personas.

En el tiempo de Jesús, el Señor Jesucristo dijo: rogad al Señor de la mies, la mies es mucha, somos 200 millones, y alguién tiene que ir y alguien les tiene que predicar, somos 200 millones de personas ¿era necesario predicar? ¡si! 

Pero mira en el año 1800 eramos 5 veces más de lo que era en ese entonces, sí teníamos que orar y teníamos que enviar y teníamos que ir y teníamos que dar en el tiempo de Jesús; ahora en el año 1800 teníamos que dar más y orar más y envíar más y hacer más; pero, ahor en el año 1930 llegamos a 2 mil millones de personas, eso quiere decir que de la época del Señor Jesús a 1930 ahora somos 10 veces más, más gente, más problemas, más religiones, más gente atea que niega que hay un Dios y niega la creación y niega todo lo que nosotros podemos ver; pero, cuando nosotros contemplamos los cielos y podemos ver la gloria de Dios en todo lo que Dios ha creado.

Entonces Jesús dice: “rogad al Señor de la mies”.

Para el año 1974 ya no éramos 2 mil millones de personas ahora somos 4 mil millones de personas, en unos cuantos días o en unas cuantas semanas vamos a llegar a 8 mil millones de personas ¡mucha gente! 

En los años 1970 – 1980 el evangelio estaba siendo predicado por todo el mundo, ciertos evangelistasa llegaron a predicar a multitudes; en agosto del siguiente año se conmemora los 50 años de cuando Billy Graham predicó en Corea, más o menos en 1973 por ahí creo que en agosto, el 2, 3, 4 y 5 fueron como 4, 5 días, Billy Graham va y predica a las multitudes, lleva el evangelio y se reúnen 4.1 millones de personas en todos esos días, trata de reunir a esa cantidad hoy en día… va a ser muy difícil, pero el evangelio que vimos en 1970 – 1980 nos indica que ya no hay tantos misioneros  ya no hay tantos predicadores, ya no hay tantos evangelistas; y escucho hoy en día iglesias que no tiene pastor, están buscando pastores, antes había una iglesia que no tenía pastor e inmediatamente había otro, un joven un hermano, por aquí, por allá, listos para tomar una nueva obra, ahora ya no. Necesitamos más misioneros, necesitamos más pastores. Los misioneros que antes había desde los años 1980, desde los ochentas hasta nuestros días, cada año, cientos de misioneros están dejando el campo misionero, cientos. No necesariamente, misioneros bautistas independientes, pero bíblicos y de otras denominaciones están dejando el campo misionero, necesitamos orar más. 

Entonces ¿por qué dar a la obra misionera? 

Hay que dar a la obra misionera, porque es necesario que el evangelio avance, siga avanzando.

2 Tesalonicenses 3:1 Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros,

De tal manera que Pablo tiene una gran carga y tiene una gran necesidad de llevar y predicar el evangelio. Y el no dice: “saben qué hermanos, yo ya llegué, yo ya se como hacerle, soy el gran misionero en camino a Damasco hacía Samaria, yo ví al Señor Jesús y Él me dio de ese poder y yo ya no necesito de sus oraciones” ¡No! el dijo: “orad por nosotros ¡oren por favor por nosotros! 

¿Sabes que si algo necesita el misionero es nuestra oración? 

Necesitamos orar por los misioneros, a propósito es tan fácil hablar ahora, tomas el teléfono con whatsapp, le llamas al misionero, pero ora por él, y dile hermano, estuve orando por usted, por aquella necesidad, aquella situación, aquel problema, para que gente pueda ser salva ¡hay que orar más por los misioneros! 

1.- Para que el evangelio avance y siga avanzando.

Parece que va retrocediendo, al parecer pudiéramos sentir que no estamos dando pasos hacía delante y gloria a Dios por la gente que está siendo salva, gloria a Dios por los que vinieron ayer y escucharon el evangelio ¡gloria a Dios! pero tenemos que seguir adelante, no podemos quedarnos con los brazos cruzados, tenemos que tener esta pasión y este amor por las almas para que el evangelio avance.

Pablo dice: no quiero que la palabra de Dios camine y se detenga y retroceda, sino yo quiero que vance. Si no tienes eso en tu corazón, no solamente hay que orar por el misionero, hay que decirle: “Señor te pido por mi, porque veo que el evangelio está retrocediendo por causa mia, estoy viendo que no estoy llevando fruto” ¡Que tremendo mensaje el día de ayer! 

Tenemos que llevar más fruto, y Pablo dice: “Oren por mi, por que quiero que el evangelio avance” 

¿Para que hay que dar a la obra misionera?

2.-  Para que almas sean salvas.

Misioneros dieron su vida para llevar el evangelio, misioneros como Adoniram Hudson llevando el evangelio a Birmania, misioneros como Hudson Taylor llevando el evangelio a China, misioneros como David Livingston llevando el evangelio a África, misioneros como Jin Eliott llevando el evangelio a Ecuador; y Dios aún está buscando misioneros. 

A propósito si no has leído un libro de algún misionero, yo te animo a que compres uno, que busques uno, que lo leas y te empapes y digas: “¡wow como uso a este misionero!” y a lo mejor no vas a ir al campo misionero pero en el lugar en donde tu estás y yo estoy Dios me puede usar.

1 Corintios 1:18 Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.

Cuando el evangelio nos llega nos salva, cuando el evangelio llega a la vida de una persona y esa persona cree que ciertamente hay un Dios, hay un Dios que envió a su hijo unigénito, para morir por nuestros pecados y esa persona confiesa que Cristo es el Señor, el hijo de Dios, Dios salva a esa persona. 

Dios aún está en el negocio de salvar las almas, la Biblia dice que Él no quiere que ninguno perezca, pero al parecer se sintiera que nosotros si queremos que la gente perezca, pero, dice la Biblia, Jesús no quiere que ninguno perezca sino que todos procedan al arrepentimiento.

¿Para qué apoyar la obra misionera? 

Para que el misionero, el evangelista, para que el predicador pueda llegar y pueda presentar un claro evangelio, el evangelio de la cruz, el evangelio que tiene poder, el evangelio en donde Dios aún está obrando y trabajando, el evangelio en donde la Biblia que cuando una persona es sala y una persona se arrepiente y una persona cree, ¡hay gozo aun en los cielos! Yo no se como es que en los cielos cuando una persona se arrepiente y confiesa que Jesús es el Señor, yo no se que tipo de gozo hay, pero dice la Biblia, hay gozo en los cielos cuando un pecador se arrepiente, no se si empiezan a cantar el mesías de Haendel “aleluya, aleluya” no se si tienen sus propios coros, tienen sus propios himnarios, pero lo que sí dice la Biblia es que hay gozo en el cielo.

¿Cuándo fue la última vez que trajimos gozo al cielo? ¿Qué ganamos una persona? ¿Te acuerdas de aquella ocasión que le hablaste a esa primera persona de Cristo? No solamente esa persona recibió a Cristo, tú dijiste: “¡wow! ¿lo puedes creer? ¡Le hablé a esta persona, le presenté el evangelio y fue salva!

Recuerdo a la primera persona a la que le hablé, fue allá en Iguala, Guerrero, en una calle que se llama Obregon en frente de la escuela 20 de noviembre donde estudió la hermana Silvia y había una señora, una señora ya grande, bueno yo tenía como 12 o 13 años y a lo mejor la señora tendría 20, pero yo la ví como de 80 o 90 y le dije a la señora:

  • ¿Verdad que no quiere escuchar?  
  • Sí si quiero escuchar 
  • ok, bueno. Y le empecé a hablar: “dice la Biblia” y yo temblando “todos somos pecadores y… ya no quieres escuchar ¿verdad? 
  • Joven continúa 
  • Y yo, bueno está bien, número dos, por sus pecados va a ir al infierno (y yo digo “wow, se va a enojar, la estoy mandando al infierno”) Y en ese momento me dijo que le continuará platicando Y número 3 Cristo murió por nosotros y número 4 usted necesita aceptar a Cristo, pedirle a Cristo que la salve ¿Verdad que no lo quiere hacer ahorita? ¡Hay mucha gente! ¡Hay muchos carros! y ella me responde:
  • Si yo lo quiero hacer

Y oró y al final dije: yo no fui, yo no hice la obra, yo estaba tratando de que esta señora no fuera sava, pero de alguna manera, por alguna razón el espíritu santo de Dios estaba trabajando y obrando en el corazón de esta persona. 

No somos nosotros ¡Es Dios! Simplemente nosotros tenemos que llevarles el evangelio y ¿para que apoyar la obra misionera? ¡Para que las almas sean salvas! 

3.- Para agradar al Señor

Es algo que agrada al Señor, el apoyar la obra misionera es agradable a Él.

Como esposos no queremos hacer cosas que desagradan a la esposa, bueno, a lo mejor a veces si ¿verdad? ¡Nos gusta hacerla enojar!

Pero la mayoría de las veces que nuestra esposa se agrade, ayer le di algo y le dije: y ¿qué te pareció? 

  • No me gustó

Bueno, yo quería agradarte ¿verdad?

Filipenses 4:17 No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta.

 4:18 Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios.

La ofrenda misionera que recibe Pablo fue un olor fragante ¿a quién? A Dios. Sacrificio acepto, lo que tu das a la obra misionera es un sacrificio que Dios acepta. En ocasiones damos ofrendas o sacrificios que Dios dice:

  • Eso no te lo pedí

O a veces lo hacemos por quizá para que alguien más diga: “wow, mira dió 10 pesos, 50 pesos”

Pero cuando damos  con el corazón para que gente sea salva, para que misioneros vayan y prediquen el evangelio, Dios dice:

  • Ese es un olor fragante, ese si es un sacrificio acepto agradable. 

Es algo que como las oraciones, como el incienso que subía y las oraciones de los santos es algo que Dios dice: eso es agradable. Pero me pregunto cuando el Espíritu Santo anda por los pasillos de la Iglesia Cristiana Bautista, y de repente encuentra uno por ahí dice:

  • Este huele feo

¿Por qué? porque no está dando a la obra misionera.

Porque Pablo escribió en la Biblia: ustedes me mandaron esa ayuda y ese es un olor fragante.

¿A cuántos les gusta llegar a un cuarto? como el dormitorio de estos muchachos. Cuando estaba aquí el cuarto, uno abría la puerta y shuuuuuu…. ya no necesitaba uno de mariguanol, ya con lo que había ahí era suficiente ¿amén? Pero ahora ya está mucho mejor, pero, ¿A quién le gusta entrar a un lugar que huele feo? 

Lo interesante de un lugar que huele feo, entre más lo habitas y te quedas después ya no huele feo ¿sabes por qué? Porque te acostumbras, nos acostumbramos y después sales a la calle y a las montañas y dices:  “hay huele muy feo aquí afuera” y quieres regresar al lugar donde ya nos acostumbramos. Pero Dios dice: “¡Hey no te acostumbres a no dar o no apoyar!”
Cuando apoyas la obra misionera eso le agrada.

¿Para que dar a la obra misionera? 

4.- Para alcanzar a todo el mundo. 

Hechos 1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. 

Mateo 28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;

El Señor Jesús no dijo: haz discípulos pero nada más aquí, Él dice: “hey tienes que hacer discípulos a todas las naciones”

De tal manera que para poder alcanzar a todo el mundo y para poder predicar a todas las naciones, una de dos o tu y yo vamos a todas las aproximadamente 200 naciones alrededor del mundo o enviamos a alguien que pueda ir y llevar el evangelio.

Entonces  ¿Para qué dar a la obra misionera? Para que alguien lleve el evangelio a todas las naciones.

¿Cómo podemos apoyar la obra misionera? 

Aportando esa promesa de fe, dice aquí:

2 Corintios 8:1 Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia;

8:2 que en grande prueba de tribulación, (Estas iglesias allá en Macedonia estaban pasando momentos difíciles) la abundancia de su gozo y su profunda pobreza (una cosa es tener pobreza y otra cosa es tener una profunda pobreza) abundaron en riquezas de su generosidad

8:3 Pues doy testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas,

Hace años  estaba sentado en la casa con un pastor, un pastor de Venezuela, pastor Carlos Ramos y había venido a México predicó en la iglesia, se estaba quedando en nuestra casa y me dice:

  • Pasto nuestra iglesia ha guardado un dinero y nosotros queremos darlo a un misionero y me dijo: ¿Hay algún misionero que usted tenga en su iglesia al que  podamos dar este dinero? 

Ahora debemos de entender que para Venezuela, para comprar un dólar, yo no sé ahorita a cuanto este el bolívar, pero hace como unos 6, 7 años estaba en $500 antes del cambio que le quitaron cinco ceros, estaba $500 bolívares por $1 dólar. Cuando vino el pastor Ramos ya había sido hecho ese cambio, le habían quitado los ceros, y era una cantidad increíble para poder tener $1 dólar era un sacrificio inmenso, increíble y yo estaba pensando dentro de mi, pues quizá la iglesia allá en Venezuela, quizá hayan podido juntar unos $5 dólares, una cantidad muy grande para ellos, dije, no pues quizá unos $50 dólares. Y entonces le mencioné el nombre de un misionero y me dijo:

  • Ok pastor vamos a mandarle a ese misionero $500 dólares

Y luego dije: “¡ay! ¿por qué no le dije al misionero Arturo Muñoz ¿Amén? 

Pero yo me quedé sorprendido de cómo una iglesia en Venezuela para poder juntar $500 dólares, es como si nosotros tratáramos de juntar $500 mil pesos, tal vez.

Y por devaluación de su moneda y enviarlo y mandarlo y aún así $500 dólares es mucho dinero.

Una iglesia en profunda pobreza dando una cantidad muy grande ¿por qué? porque no es la cantidad sino al final es el amor por las almas, para que la gente sea salva, para que el evangelio pueda llegar, para que la palabra de Dios pueda ser predicada.

Y estas iglesias aquí, ellas abundan en riqueza de su generosidad predicando y llevando el evangelio. 

Creo que nos hace falta mucho involucrarnos más en la obra misionera y yo quiero por un lado dar gracias a Dios por la iglesia, por cada uno de nosotros, por lo que se ha hecho, pero quiero animar también a cada uno de nosotros a seguir adelante. 

Y si hay alguien que dice: “Pastor yo no he estado dando a la obra misionera, pero quiero comenzar a dar, quiero comenzar a participar, quiero comenzar a ser parte de la obra misionera mundial”, porque ese dinero no se queda acá, es enviado a 45 misioneros para que sigan llevando el evangelio y un día nos vamos a encontrar a gente allá en el cielo que va a decir: “hey gracias porque diste esos $10 pesos esos $20 pesos, llegaron a aquel misionero, quizá allá en Sudamérica, quizá allá en el Líbano y alguien me llevó el evangelio, yo acepté, comencé a ir, mi familia y mi vida fue cambiada y transformada y tu tuviste parte”.

Yo quiero ser parte; imagínate llegar al cielo y que me digan: ¿De que iglesia eres? 

  • No pues de la Iglesia Cristiana Bautista 
  • ¿De qué ciudad?
  • De puebla
  • A ok, tu nunca diste, ahí en los registros fui a checar y tu nombre nunca estuvo, nunca diste, Y ¿por qué no diste? Más de mis compatriotas pudieron haber sido salvos, más gente y mi familia pudo haber sido salva, más personas pudieron haber recibido, nada más yo fui el único que fue salvo ¿Por qué no diste más? 

Yo no creo que va a ser reproche ¿amén? “hey no diste, ahora vete pal infierno” no creo que sea así  ¿amén? pero yo creo que nos va a ser difícil decir: “wow ¿Por qué no lo entendí un poquito mejor? que en vez de comprarme una televisión para ver a México en el mundial, en vez de comprarme una cemita, hubiera dado a la obra misionera (o una coca) o lo que sea. 

Vamos a seguir adelante, vamos a seguir apoyando a la obra misionera ¿Amén?