El ánimo fervoroso de un cristiano

¿Sabes por qué no somos eficaces en la obra de Dios? Porque no estamos teniendo comunicación con el Señor, por eso los cristianos que siguen a Jesús de lejos son los que se van a alejar algún día. No le sigas a Jesús de lejos, comprométete con el Señor, es como cuando antes de casarte, le diste un anillo de compromiso y no le dijiste “te doy esto por si algún día quieres casarte conmigo.” No le dijiste eso, lo dijiste con seguridad. Dice la palabra que la participación de tu fe sea eficaz. ¿Tu fe es seria? ¿Tu comunicación con el Señor es seria? ¿O solo estas como que si y como que no? Nos conviene meternos en la obra de Dios, nos conviene servir a Cristo. ¡Él nos salvó, él nos compró! ¡Él se merece toda nuestra vida! No nos reservemos, entreguémonos a Cristo. Con Cristo somos más que vencedores, ¿Sabes por qué no vencemos nuestras batallas? Es porque no hemos traído al Señor nuestras cargas, estamos tan cargados de nosotros mismos, de tantas preocupaciones y Dios nos dice que aguantemos, que tengamos paciencia. Había un hermano que decía ¿Cómo puedo tener paciencia? Después estaba orando por paciencia y le pedía a Dios “Dame paciencia, porque yo no tengo, dame paciencia, pero ya!” Y así no funciona, es a través del tiempo, es orando, leyendo, viniendo a la iglesia.Filemón era un hombre que tenía buen espíritu, servía a los demás. Quiero mostrarte seis cosas de lo que tenía Filemón. 1 Timoteo 1:3-4 dice: “Como te rogué que te quedases en Éfeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina, ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora. Pablo anima a Timoteo diciéndole que lo iba a dejar como encargado para que hiciera lo que hiciera falta. Un hermano que tiene un buen espíritu, un buen motivo para ir a la iglesia, a ese hermano le confiamos más en la obra de Dios. Pero si eres chismosito no te va a confiar nada el pastor. Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida, Hay muchos cristianos que nada más van a la iglesia a calentar banca o a ver qué provecho sacan o van a la iglesia para ver si encuentran al hermano que les debe dinero, o para ver si encuentran una novia. Dice el versículo 6 de las cuales cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería, Si nosotros tenemos una buena fe no fingida, alguien va a confiar en nosotros.

Filemón tenía fervor y buen espíritu. Y sigue diciendo Pablo queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman. Si sabemos que tenemos la verdadera palabra de Dios, debemos animar y motivar a otros, por lo menos visitar al que no fue a la iglesia, eso animaría a uno, pero a veces hacemos lo contrario, los desanimamos, que el diablo no te use para desanimar a otros.

Romanos 12:11-13 dice: En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad. Si practicamos la palabra de Dios tendríamos un buen espíritu y una buena actitud. Algo que tenía Filemón era diligencia, y tenemos que tener esa actitud para con todos los hermanos. Somos siervos, somos siervos de Dios. 

Filemón tenía un ferviente espíritu, era animoso. Dice Judas 1:3 Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. Debemos contender por nuestra fe ardientemente. Si eres salvo debes estar animado, no hay razón por la cual el cristiano debe estar triste. Cristo es nuestro gozo.

Filemón tenía buena actitud. ¿Qué actitud tienes para con los demás?¿Crees que porque tienes más tiempo en la iglesia ya te ganaste los primeros asientos? Había una hermana que dijo a un invitado: “A mí me corresponde aquí porque llevo más años que tú.” Y ese invitado ya no volvió a la iglesia. Todos tenemos que tener un buen carácter. Dice Tito 2:6 Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, 8 palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros.” Ahí está hermano, presentándote tú como ejemplo de buenas obras para que nadie hable de más. No debemos ser de mal ejemplo para otros cristianos, para nuevos creyentes, debemos ser responsables en cuanto a los nuevos convertidos. 

Filemón era motivante, animoso, tenía un ferviente espíritu, un buen testimonio y un buen ejemplo para con los demás. 

Filipenses nos enseña que debemos andar en humildad. Dice el capítulo 2:3-4 “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.” ¿Cuándo fue la última vez que dijiste “voy a comprarle un par de zapatos a ese niño” o “voy a demostrar con mis actitudes, con mi ejemplo para que este niño o joven regrese a la iglesia”? Ten una buena actitud, un buen ánimo, un buen espíritu, porque si se supone que eres salvo debes cambiar tu vida, ya no debes traer las mismas rachas de antes. Dice la Biblia “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,  el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” 

A veces tenemos un buen espíritu, pero a veces no tenemos la humildad, somos altaneros, no hospedamos a nadie, no invitamos a nadie, es más ni oramos por alguien, ni por nosotros mismos y no oramos porque tenemos malas actitudes hacia los demás. Creemos que conocemos más que otros, pero dice la Biblia que el conocimiento envanece. Nos hinchamos de tanto conocimiento, pero si no lo practicamos de nada nos sirve. Que ese conocimiento que Dios nos ha dado fluya para otros, que sirva para otros. Aprendamos de Filemón. Que se demuestre que tenemos una fe que no sea tambaleando, que no mostremos diferente carácter, un domingo sí, dos no, porque esa fe no sirve porque causa tropiezo para alguien más.

Lucas 17:1-4 dice: “Dijo Jesús a sus discípulos: Imposible es que no vengan tropiezos; mas ¡ay de aquel por quien vienen! Mejor le fuera que se le atase al cuello una piedra de molino y se le arrojase al mar, que hacer tropezar a uno de estos pequeñitos. Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale.” Más vale no hacer tropezar a alguien. Algunos hemos sido de tropiezo para alguien más. No seas piedra de tropiezo para alguien más, y debemos decirle al Señor “Aumenta nuestra fe.” A todos nos hace falta la fe. Lucas 18:8 dice: “Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” ¿Cómo estará nuestro ánimo cuando el Señor venga?  pero ¿hallará fe en la tierra? Yo espero que sí. Muchos van a estar arrastrando las chancas cuando Cristo venga, pero también habrá lágrimas en muchos porque están faltando el respeto a la palabra de Dios, van a la iglesia las veces que quieren, oran las veces que quieren, diezman cuando quieren, pero debe ser continuo..

Efeseios 6:18 dice: “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;” ¿Por qué Pablo habla tanto de santos? Porque somos santos, somos apartados para la obra de Dios. Si tenemos un buen amor, un buen espíritu, una buena actitud, un buen testimonio, eso honra y glorifica a nuestro Dios.

El amor de un cristiano es algo tremendo cuando el Espíritu Santo está fluyendo en nuestra vida, no tenemos que estar predicando cada ocho días: “Échale ganas, animate, sirve al Señor.” La misma palabra de Dios te va a hablar. 3 Juan 1:1-3 dice: “El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad. Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad.” ¿Acaso no te da gusto saber que alguien anda en la verdad? Dice Juan: “Yo me gozo al saber que tú estás en la verdad de la palabra de Dios, me gozo al saber que estas fielmente ganando almas, que ya no eres como antes y has cambiado tu actitud, tu comportamiento, has cambiado las cosas que has necesitado caminar.” Y qué gozo saber que hay un cambio en nuestras vidas. Y dice el versículo 5Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos,” Yo quiero ser de bendición siempre, tú también debes ser de bendición y que sepan que tenemos un amor cuando servimos a alguien y especialmente a los desconocidos y dando un buen testimonio. Si eres mecánico, haz el mejor trabajo; si eres estilista, haz el mejor trabajo; si eres zapatero, haz el mejor trabajo; si eres cristiano, sé un buen cristiano, un cristiano de buen testimonio.