El Ánimo Fervoroso de un Cristiano

Filemón 1:1-71 “Pablo, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, al amado Filemón, colaborador nuestro, 

2 y a la amada hermana Apia, y a Arquipo nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa: 

3 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

4 Doy gracias a mi Dios, haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones, 

5 porque oigo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús, y para con todos los santos; 

6 para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús. 

7 Pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti, oh hermano, han sido confortados los corazones de los santos.”

La carta de Filemón es la carta más breve que Pablo escribió y también es una carta personal que fue escrita alrededor del año 60 d. C. 

Filemón era un hombre rico de la ciudad de Colosas, era un miembro activo y servidor de una iglesia, tenía mucho ánimo para servir al Señor. Vemos el primer versículo que dice: “Pablo, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, al amado Filemón, colaborador nuestro, ” Filemón era un hombre que tenía una solvencia económica, y era muy generoso con la iglesia y si lees la historia del versículo 8 en adelante habla de otro hombre recién convertido, Onésimo.

Filemón tenía un buen espíritu hacia la iglesia, de manera que solamente con nuestra actitud contagiamos a otras personas para poder servir a Dios. Necesitamos un espíritu, una actitud correcta para poder llevar el mensaje a otras personas. Han venido personas a la iglesia porque hemos sido ejemplo, de testimonio, de bendición; todos tenemos algo en cada uno de nosotros por eso dicen que cada cabeza es un mundo, a veces tenemos hermanos que nos dan dolores de cabeza, otros que están prestos para todo. Filemón tenía un buen carácter, era sociable y en la iglesia debe de haber de todo, y como pastores debemos tener paciencia con la gente. El hermano más duro es el que a veces Dios más usa para ser duros con nosotros para aprender paciencia porque a veces el pastor no tiene paciencia.

El ánimo fervoroso es mantener nuestro ánimo, mantener nuestro espíritu ferviente en la obra de Dios para que ninguna cosa pueda ser destituida para la bendición venidera de Dios. Todos debemos tener un ferviente amor, ferviente espíritu para la iglesia. El ánimo de Filemón hacia la obra del Señor, era un ánimo que contagia a los demás porque tenía buen testimonio y que tremendo es saber que hay cristianos que tienen ese carácter hacia el Señor. Si tenemos una cara de amargado nadie va a querer acercarse. En veinte años que llevo sirviendo al Señor he visto a cristianos que se te quedan viendo para arriba y para abajo y piensan que no son iguales, pero no tiene nada que ver con el estatus económico. Hay cristianos que tienen mucho dinero, son sencillos y buen ejemplo tiene un buen corazón para la obra de Dios. De manera que Dios no solamente usa a los que tienen dinero sino también a los que no tienen dinero. 

Dice el versículo 4 Doy gracias a mi Dios, haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones, Pablo enseña a Filemón y lo anima al decirle que Pablo oraba por él. Cuando a mí me dicen que oran por mi es de un tremendo consuelo y ánimo. ¿Sabe por qué usted y yo estamos todavía en la iglesia? Es porque alguien está orando, está doblando rodillas por nosotros y es por eso que la gracia de Dios está con nosotros. No creamos que es por nuestra cara tan bonita o porque somos guapos, es por la misericordia de Dios. 

Filemón se animó al saber que su pastor estaba orando por él y le echaba más ganas. El ánimo de Filemón hacia la obra del Señor era un ánimo contundente porque recibía la bendición de Dios a través de Pablo. Cuando se que mi pastor está orando por mí, yo digo ¡Gloria a Cristo que alguien está orando por mí! 

Filemón tenía un carácter de servir, dice el versículo 5 porque oigo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús Cuánto debemos tener el mismo amor para que nuestro Cristo, debemos tener el mismo amor, el mismo deseo, que desde cuando recibimos a Cristo debemos tener ese buen espíritu. porque oigo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús, y para con todos los santos;Tenemos que tener un buen carácter, tenemos que tener la oportunidad de conocer a otras personas. ¿Sabes por qué no tienes amigos en la iglesia? Por tu mal carácter, por tu mal genio. “Ay pastor es que no me saludaron” Pues ve tú y saluda, anima a alguien, pero si vienes arrastrando los pies ¿Quién va a querer acercarte a ti?

Pablo le dice “Doy gracias a Dios por ti, que eres un buen cristiano, un buen servidor, tienes un buen espíritu, eso me agrada. Qué bueno que tienes un buen ejemplo para que los otros te sigan.” Y creeme que a Filemón lo seguían. 

Cada cristiano debe tener una buena actitud para con la obra de Dios. El ánimo de Filemón era contagioso, era bueno porque era un colaborador, no andaba jugando al cristianito, él estaba entregado completamente para la obra de Dios. Cada uno de nosotros debemos entregarnos porque si no nos entregamos ¿para qué le hacemos al cuento? ¿para qué seguimos adelante si es que pensamos renunciar o echarnos para atrás o decir que ya no podemos? Cuando sientas que ya no puedes ven a Él, ven a Cristo, ven al Salvador, él dijo venid a mí y yo os haré descansar.”

Siempre hay luchas, hay batallas, problemas, de todo y te voy a decir algo, nunca vas a tener mucho dinero, pero tienes la riqueza de Dios en tu vida, buenos hijos, buen matrimonio, estemos conformes con lo que Dios nos ha dado. Aprendamos de Filemón, Filemón tenía un trabajador que se llamaba Onésimo, pero se le ocurre a Onésimo a escaparse de la casa de Filemón y después de unos años, Pablo lo ganó para Cristo y Pablo después le manda la carta a Filemón y le dice: “Saludos, la paz sea contigo. Te escribo esta carta para pedirte perdón, tengo un colaborador más, un salvo más, alguien se bautizó y ese alguien antes de su conversión estaba en tu casa trabajando y se llama Filemón.” Cristo transforma nuestras vidas y Pablo ruega por Onésimo, el hijo amado en la fe. Cristo nos enseña a perdonar.

Hebreos 10:24 dice: Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; ¿Cuáles obras? Cantarle al Señor, orar al Señor, leer la palabra de Dios, venir a la congregación y salir a hacer la obra del Señor, eso es animarnos unos a otros y debemos animarnos unos a otros porque Cristo se regocija, hay gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente. 

Si llevas diez años en la iglesia debes ser el mejor cristiano del mundo, debes dar mejor testimonio para los nuevos convertidos, debemos tener la mejor actitud para con los demás y dice el versículo 25 “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. El autor está animando a los cristianos porque Cristo está cerca, no sea que nos encuentre de flojos, en el pecado, haciendo las cosas que no le agradan, es por eso que debemos animarnos en la obra del Señor. Considerémonos como esta nuestra actitud, nuestra vida, nuestra actitud con los demás, nuestro servicio a Dios.

Filemón amaba al Señor. Si amaramos al Señor tendríamos más gozo, tendríamos más gozo al saber que somos salvos, que somos bautizados, Filemón era un buen colaborador y Pablo oraba por ese siervo y gracias a Dios alguien está orando por ti. Anímate, échale ganas, sigamos adelante porque Cristo viene.

Hebreos 10:35-36 dice: No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. No pierdas tu confianza en la palabra de Dios, no pierdas tu fe, no titubees, sino agárrate más en la obra de Dios porque Cristo viene por nosotros. El cristiano debe mantener su ánimo con un fervor, con un buen espíritu, con una buena actitud, con un buen carácter, con una sonrisa en el rostro. Antes de que Cristo venga  tenemos que dar un buen ejemplo. ¿Eres de buen ejemplo con tu familia? Más vale que sí porque si no hay consecuencia.

Filemón 1:5 dice: “porque oigo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús, y para con todos los santos;