Sin Dios nada soy

Juan 1:1-3

1 “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

2 Este era en el principio con Dios.

3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.”

Estos versículos nos dicen tanto en tan pocas palabras. Primero dice “En el principio era el Verbo,” y Verbo se escribe con V mayúscula y está hablando del Señor Jesucristo y nos dice que era él era desde el principio y luego dice “y el Verbo era con Dios,” nos dice que Jesús estaba con Dios y después “y el Verbo era Dios” o sea, Jesús era Dios y es Dios. Y el versículo 3 dice “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” ¿Por quien fueron hechas todas las cosas? Bueno, Génesis 1:1 dice En el principio creó Dios los cielos y la tierra.Y eso nos está hablando de que Dios es el Creador pero también nos dice que Jesús creó todas las cosas porque Jesús es Dios. “y sin él nada de lo que ha sido hecho” Aquí nos está diciendo que sin Jesús nada de lo que ha sido hecho fue hecho.

Quiero centrarme en “y sin él nada” Sin Cristo nada de lo que vemos pudo haber sido creado, sin Cristo nada de lo que palpamos, sentir, y ver absolutamente nada hubiera sido sin Cristo y si nada hubiera sin Cristo nosotros somos nada sin él.

Debemos de recordar que sin Cristo nada somos y no podemos seguir adelante, no podemos tener salvación, no podemos ir al cielo, no podemos continuar.

1. Sin Dios no tenemos vigor 

Dice en Deuteronomio 34:7 Era Moisés de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor. El siempre estuvo fuerte y siguió adelante, unos ya tienen 20 años y ya se están quejando de la canas, de la espalda, de las rodillas. Dice la Palabra de Dios que Caleb tenía 85 años y decía que cual era su fuerza cuando tenía 40 años era la misma fuerza a sus 85. Dios le dijo a Moisés que subiera al monte y ahí fue donde Moisés, viendo de lejos la tierra prometida, muere. Pero él no le dijo que ese monte estaba alto y que no iba a poder subir, porque Moisés tenía fuerzas cuando tenía 120 años. Es Dios quien nos da fuerza para seguir adelante .

Jueces 16:20-21 dice,Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él. Mas los filisteos le echaron mano, y le sacaron los ojos, y le llevaron a Gaza; y le ataron con cadenas para que moliese en la cárcel. Dice la Biblia que Sansón no sabía que Dios se había apartado de él. Y Cuando Dios ya se había apartado de él, Sansón ya no tenía fuerzas. Sansón pensó que como las otras veces se iba poder libertar e iba poder deshacer esas cuerdas. Las primeras veces esas cuerdas parecían como esas que están quemadas y que fácilmente se rompen pero cuando Dios se apartó de él, Sansón ya no pudo.

Cuando Dios se aparta de nosotros ya no podemos. Pero la cosa es que él no se quiere apartar de nosotros, no nos quiere dejar, nosotros somos quienes dejamos a Dios, somos los que no oramos y no leemos la Biblia, los que no vamos a la iglesia, los que no ganamos almas, somos los que nos apartamos de él.

Sin Él somos débiles, somos frágiles, somos endebles, no aguantamos nada. Dice la Palabra de Dios en  2 Samuel 22:1-2 “Habló David a Jehová las palabras de este cántico, el día que Jehová le había librado de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Saúl. Dijo: Jehová es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador;” David siempre confió en Dios, tenía su fe en Dios y cuando de repente le faltaba la fe en Dios y le faltaban fuerzas dice la Biblia que David se fortaleció en Jehová. Él tenía que regresar a Jehová. Tú y yo no podemos pasar un día sin Dios, no podemos dejar a Dios. Dice los versículos 32 -33 “Porque ¿quién es Dios, sino sólo Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios? Dios es el que me ciñe de fuerza, Y quien despeja mi camino;” David recordaba que Dios era quien le daba fuerzas todos los días, ponía su fe en Dios y le decía que él era su roca y cuando vamos a Dios y recordamos que Él es nuestra roca es cuando podemos seguir adelante.

2 Crónicas 20:5-6 dice, “Entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo; y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista?” Josafat sabía que no iban a poder contra el enemigo y que necesitaban de Dios y cuando le decimos a Dios de la misma manera, Dios no nos deja solos. Cuando reconocemos que no podemos y le decimos que nos ayude Él está dispuesto a ayudarnos. Dice el versículo 12 ¡Oh Dios nuestro! ¿no los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos. ¿En dónde están tus ojos? ¿Están tus ojos y tu confianza en alguien? ¿Están tus ojos y confianza en el gobierno o aún en una medicina? ¿o están en Dios? 

Dice Isaías 40:28-31 ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” Es Dios quien da fuerzas para vencer a este mundo y al pecado, es Dios quien da fuerzas para seguir adelante, para levantarnos de la debilidad para ganar almas, para que no seamos unos flojos, para combatir en la batalla, Dios es el que da fuerzas.

2. Sin Dios no tenemos victorias

¿Quién se aventura a abrir un negocio y dice: Quiero que mi negocio sea un fracaso? ¿Quién se aventura a casarse y dice: Quiero que mi matrimonio sea un fracaso? Nadie, todos queremos que las cosas salgan bien, todos queremos tener victoria. Dice 2 Samuel 8:6 Puso luego David guarnición en Siria de Damasco, y los sirios fueron hechos siervos de David, sujetos a tributo. Y Jehová dio la victoria a David por dondequiera que fue. Imagínate que adonde quiera que vas todo te va bien y eso era lo que le sucedía a David y no era que David se levantaba con el pie derecho, o que se persignaba ante un santito o tenía buena suerte, nosotros no creemos en la buena suerte sino que tenemos nuestra confianza en Dios. De tal manera que cuando David ponía su confianza en Dios tenía victorias pero cuando confiaba en sí mismo y se quedaba en el palacio le iba mal. Cuando él dejaba a Dios le iba a mal pero cuando se acercaba a él le iba bien y dice el versículo 14 Y puso guarnición en Edom; por todo Edom puso guarnición, y todos los edomitas fueron siervos de David. Y Jehová dio la victoria a David por dondequiera que fue.Dios le daba la victoria a David.

2 Samuel 23:10 dice, Este se levantó e hirió a los filisteos hasta que su mano se cansó, y quedó pegada su mano a la espada. Aquel día Jehová dio una gran victoria, y se volvió el pueblo en pos de él tan sólo para recoger el botín. No solo dio una victoria sino una gran victoria. Dice el versículo 12 El entonces se paró en medio de aquel terreno y lo defendió, y mató a los filisteos; y Jehová dio una gran victoria. Ellos estaban confiados en Jehova y Jehova dio una gran victoria.

Proverbios 21:31 dice El caballo se alista para el día de la batalla; Mas Jehová es el que da la victoria.” Uno puede tener el mejor caballo, puede tener la mejor herradura, puede tener la mejor espada pero dice la Biblia que si Jehová no está contigo no vas a tener la victoria porque él es que da la victoria. Cada vez que tejemos un triunfo en nuestra vida cristiana hay que reconocer que es la gracia de Dios. Y si hay victorias en nuestra vida cristiana es porque nos hicimos a un lado y le dejamos a Dios que tuviera la victoria. Cuando hubo fallas, errores y fracasos es porque nos metimos y le dijimos a Dios que nos dejara que la podíamos hacer, y entonces metimos la pata, salimos a la batalla sin Dios, nos levantamos sin orar, sin leer la Biblia, sin clamar a su nombre, y cuando nos levantamos en el poder de nuestra fuerza, el diablo va a venir y va a decir “Este anda sin Dios, y está confiando en su orgullo”. Nosotros no podemos sin Dios. 

1 Corintios 15:57 dice Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. Tenemos la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo y cuando Dios nos haya dado la victoria debemos de dar gracias a Dios, no hay que ser unos malagradecidos. Hay que decirle “Gracias Señor porque mi matrimonio va bien, porque estaba esta tentación y me ayudaste, porque me libraste de ese pecado, de ese peligro. Tu fuiste quien me ayudó”.

3. Sin Dios no tenemos vida eterna

Solamente a través de Cristo tenemos la vida eterna. Hay quienes están confiando en sí mismos y dicen que a través de sus buenas obras van a ir al cielo. Dice en 1 Timoteo 1:12-13 “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. Es por la misericordia de Dios que a pesar de haber sido mentirosos, blasfemos, un desastre a lo mejor hasta asesinos y un asesino, un mentiroso, un mujeriego, un deshonesto y un ladrón es igual a los ojos de Dios. Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús.  Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.” ¿Eres mejor que Pablo? Pero aun así Pablo dice “Yo soy el primero de los pecadores” Si él es el primero de los pecadores ¿Dónde estamos tú y yo? Pero es por la gracia de Dios que él nos da vida eterna porque sin él nada somos, sin el vamos al infierno, sin él somos condenados y vamos directo a un horno que arde, sin él no hay oportunidad, no tenemos vida eterna pero es gracias a Cristo, él es la vida, la verdad, él es él el buen pastor, el es el puente hacia Dios, el es la vid verdadera, no hay nadie más, solamente está en Cristo la salvación y si tú no lo tienes a él, si nunca le has pedido vida eterna vas a un lago de fuego arrepientete y pidele perdón porque sin él nada somos Juan 1:3 dice “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” 

D.L. Moody un gran predicador en los años 1880 fue invitado a predicar a Londres, Inglaterra en el tabernáculo metropolitano que en ese momento estaba pastoreando Charles Spurgeon y D.L. Moody ya había ido unas cuantas veces a escuchar a Spurgeon el príncipe de los predicadores. Llegó y se puso de pie y vio a toda esa gente, y dijo: Déjenme decir esto: “Si Dios puede usar al hermano Spurgeon ¿por qué no al resto de nosotros? ¿por qué no simplemente ponernos a los pies del gran Maestro (hablando de Dios) decirle enviame a mi y úsame a mí? ¿No es el hermano Spurgeon después de todo nada sin Dios? El es tan débil como cualquier otro hombre lejos de Dios.” Charles Spurgeon pudo haber dicho: “Así es, yo soy tan débil como cualquier hombre lejos de Dios.” Y eso debemos de recordar que lejos de Dios nada somos, sin Dios somos absolutamente nada, sin Dios no tenemos vigor, ni fuerza, no tenemos victorias, ni triunfos y no tenemos la vida eterna, Hay que darle gracias a Dios que él nos ha salvado.