La Importancia del Discipulado

Isaías 43:7 

Todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice.”

Vamos a ver dos principios bíblicos: La creación y la salvación. Quiero que te des cuenta de porqué fuiste creado. La Biblia dice el porqué y lo dice en Isaías 43:7. Nosotros fuimos creados para su gloria, no para andar en nuestros propios deseos, en nuestros propósitos,  ni para andar en nuestros propios pensamientos y no importa que religión tenga la gente, sea católico, testigo de Jehová, budista, hinduista, ateo, agnóstico, todos fuimos creados para su gloria. No fuimos creados para nuestra satisfacción o gloria, sino para honrarle a él. Fuimos creados para su gloria, para andar en sus caminos y en obediencia a él y para andar de la mano de él toda nuestra vida. Desafortunadamente antes de conocer a Cristo vivíamos para nosotros, para nuestros deseos, para nuestras necesidades, para satisfacer nuestra carne pero desde el momento en que recibimos a Cristo como nuestro salvador dice la Palabra de Dios “nueva criatura soy” y ahora fuiste salvado por Dios para su servicio. 

Efesios 2:1-3 dice, “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.”  Antes de conocer a Cristo estábamos muertos en nuestros delitos y pecados. Un muerto no sirve para nada, no se puede mover, no puede oír, ni hablar pero una vez que él nos ha dado vida ahora podemos hablar, escuchar la Palabra de Dios, podemos aprender de la Biblia y compartir las Buenas Nuevas de salvación. Fuimos salvados para su servicio, no fuimos salvados por servir, sino fuimos salvados para servir. Un muerto no puede servir pero cuando dice la Biblia “de modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es, esta nueva criatura que ha nacido tiene que servir. No fuimos salvados para estar sentados, para algunas veces venir a la iglesia, fuimos salvados para ser fieles y para su servicio. 

Esta obra de salvación debe de tener al menos cuatro evidencias, (puede tener muchas más) y si no las hay revisa tu salvación. No es pena decir “Quizá no soy salvo.” Yo por año y medio estuve en la iglesia y un día después de un servicio, ese día predicó tan fuerte mi pastor, salí llorando del servicio llegue a la casa con mi esposa y le dije, “¿Sabes qué, Minerva? creo que no soy salvo.” Ella preguntó que porqué yo le dije que porque mis obras no correspondían a la de un hijo de Dios. y ella me dijo, “Creo que yo tampoco”. En ese momento cruzamos la calle y fuimos a la casa del pastor, él vivía en frente y le dije que no era salvo, yo iba con un poco de temor. Él me felicitó y me dijo que no era fácil aceptar lo que yo estaba aceptando. Con la salvación no se juega. Puede sonar la trompeta este día y si no estas 100% seguro de tu salvación ¿en dónde vas a a pasar la eternidad? te quedarás a vivir la gran tribulación, si hoy llega la muerte a tu vida sin Cristo en tu corazón, pasarás la eternidad en el infierno.

Cuatro evidencias de que eres salvo

  1. Aborreces el pecado. Aborreces lo que hacías antes de recibir a Cristo, aborreces lo que oías, lo que veías, lo que hablabas, a donde ibas.
  2. Amas la obra y amas a tu Iglesia. Recuerda lo que dice la Biblia mas el fruto del Espíritu es amor ¿amas a tu iglesia? 
  3. Quieres servir al Pueblo de Dios
  4. Quieres evangelizar al mundo, a todos lo que conocen a Cristo. Hay una carga en tu corazón por tus familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo. Y esta cuarta evidencia se divide en dos partes: Ganar almas y discipular.

A. Ganar almas

Tenemos que ganar almas. Es muy importante hacerlo. El infierno es real, tan real como que estás en este momento, tan real como es Dios. El infierno no tiene nada que ver como lo enseñan en la televisión, por cierto apague la televisión, no vea televisión. Tantas cosas horribles que hay en la televisión. El cristiano de ahora no tiene idolos, no tiene a María, a San Pedro, a San Juan pero tiene un horrible televisor que está contaminando toda la casa con las cosas que se ven a través de él. Lo que ha enseñado la televisión al hombre es que el infierno es un  lugar con una barra de un bar, todos están muy contentos, y el diablo está repartiendo bebidas, mujeres mal vestidas pero eso es ridículo. Si así fuera todo mundo quería ir allí. El infierno es un lugar de tormento, de dolor, de desesperación, el que entra ahí jamás podrá salir, el fuego que nunca se apaga, es un lugar en donde la misericordia y la bondad de Dios no existen. Es un lugar donde se manifiesta la ira de Dios. Es un lugar terrorífico, un lugar en donde no pasarán cien años o mil años, allí la gente ya no tiene esperanza de salir, será por toda la eternidad. Hay necesidad de ganar a las almas para el Señor Jesús. Debe de ser una prioridad en nuestra vida predicarle a todo aquel que no conoce a Cristo, decirle que en él hay salvación. 1 Juan 5:12 dice“El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.” y 1 Juan 1:1-2 dice“Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó);” El apóstol Juan está diciendo “yo lo vi, yo hable con él, doy el testimonio de que él es real.” 

B. Discipular

También es muy importante discipular. Dice la Biblia en mateo 28:1-20 “Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado.

Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” El discipulado va más allá de ganar almas. El discipulado es ayudar a una persona que ya  ha sido alcanzada por Cristo a caminar en la voluntad de Dios. Juan 15:8 dice, “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.” Además de ganarlos para Cristo hay que traerlos a la iglesia. Ahora tú vas a ser el tutor de esa persona que ganaste, lo vas a traer a la iglesia y lo vas a discipular. Tenemos que enseñarlos a que guarden todas las cosas que Cristo enseñó. Primero tenemos que ir, después traerlos a la iglesia, bautizarlos y discipularlos y hay una promesa de que Dios estará con nosotros. Si te da miedo hablar, recuerda él está contigo. Si no ganamos almas estamos en pecado, pero si no discipulamos estamos en rebeldía a la gran comisión. La gran comisión no fue dada solo para los apóstoles sino para todos los cristianos. Si tu eres cristiano la gran comisión es para ti. Tenemos la necesidad de hacer discípulos. Yo he comprobado que gente que salta de una iglesia a otra sin tomar compromiso en ninguna, gente que murmura porque no le pareció una palabra que dijo el pastor, gente que llega tarde a los servicios, gente que asiste a la iglesia solo cuando no tiene algo más importante que hacer, gente que no diezma ni ofrenda, que no vive en santidad, gente que no separa del mundo, necesita ser discipulada, por eso la importancia del discipulado. Hoy más que nunca tenemos la necesidad de discipular porque el reflejo de las prioridades de la gente que se discipula lo podremos percibir inmediatamente después del discipulado. Vas a ver el compromiso que esa persona va a adquirir con la iglesia, vas a ver que dará frutos de salvación. Esa es nuestra tarea. 

Cada persona que nace de nuevo es un hijo de Dios, que Dios mismo no ha confiado para que lo cuidemos y ¿cómo lo vamos a cuidar? por medio de discipulado, pero tenemos que prepararnos, el discipulado no es como la predicación sino una enseñanza en la que podemos participar, yo puedo preguntarle al que me está discipulando.

El carácter cristiano es formado por obediencia a la Palabra de Dios y es enseñado por medio del discipulado. Nuestro carácter es formado cuando añadimos principios y valores bíblicos a nuestra vida. ¿por que hay tantos cristianos viviendo en inmoralidad? Esas iglesias enormes, de miles, donde está la música y las luces de colores donde son cristianos “alegres”. Imaginate el dolor que le causa al Espíritu Santo todo el que se dice cristiano y lo ves vivir en inmoralidad, en pecado, en mentira, en robo y Satanás burlándose de Dios diciéndole, “mira, el que dice que es tu hijo, lo que hace tu creación” y el Espíritu Santo entristecido ¿por que vemos todo eso? porque es gente que no ha añadido preceptos bíblicos a su vida.

Hacer discípulos no es una opción. La Biblia no es un libro de sugerencia sino de órdenes que Dios espera que cumplamos. No te sugiere que vivas en santidad, que ganes almas, que diezmes y ofrendes, te ordena que lo hagas. 

En Lucas 14:25 dice, “Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo:  Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.”  No quiere decir que en esa multitud todos sean discipulados, algunos solo iban por diversión, otros porque su conciencia los está torturando y creen que porque estan ahi son discípulos de cristo. Satanás es tremendo y ahora engaña a los hijos de Dios, haciéndoles creer que todo eso es el cristianismo, cuando eso es falsedad. Debemos hacer nuestra parte. Si queremos  seguir a Cristo debemos aborrecer lo que más amamos. No es lo mismo decirnos cristianos que ser seguidor de Cristo. Un seguidor va atrás pero muy de cerca, siguiendo a su maestro si queremos seguir a Cristo, debemos aborrecer algunas cosas, lo que nuestra carne nos pide, nuestro tiempo, nuestra vida, nuestro descanso. No permitas que tu estilo de vida sea un pretexto para servir a Dios. Varios siervos de Dios usaron como pretexto su contexto: Gedeón, Moisés dijo que era tartamudo, Jeremías dijo que era un niño. Dios no aceptó sus pretextos. ¿Crees que aceptara los nuestros? Cuando naces de nuevo, no hay excusas. Cuando verdaderamente te das cuenta para que fuiste creado que es para su gloria y servicio, todo pretexto o excusa se acaba, se tiene que hacer a un lado. No te escondas detrás de ello. Este modelo que hemos visto en la Palabra de Dios en Mateo 28, es para todos nosotros, no solo fue para los apóstoles es para todo aquel que se dice cristiano. Sabemos que los apóstoles harían discípulos de la misma manera en que ellos fueron discípulos por su maestro ¿Tú eres discípulo? Necesitas hacer un discípulo. Es un fruto personal, es una corona tuya. Dará tanta satisfacción a tu vida como la ha dado a mi vida. Ver a un hombre que vivía en pecado y que un día lo deja y se entrega al Señor Jesucristo y comienza a caminar como Dios quiere, y añade los principios bíblicos a su vida. Jesús dijo, “Id y haced discípulos.” Esto es una cadena que tiene que seguir. Los apóstoles enseñaron a otros a siervos y ellos a su vez a otros y así ha venido esa cadena desde aquel entonces. Los bautistas no somos protestantes, ni somos católicos. Venimos en una línea paralela a todo eso. Nuestra doctrina proviene directamente de los apóstoles y estamos enseñados y debemos enseñar la doctrina de los apóstoles, recibida por Jesucristo nuestro Señor. Si el Señor le dijo a estos hombres que hicieran discípulos en otras la naciones es porque él sabía que ellos podrían hacerlo en otros lugares con el modelo que él les enseñó. por lo tanto el modelo que él usó fue transmitido a nosotros para que nosotros también hagamos discípulos. Haz un compromiso con el Señor, dile que ya no va a poner pretextos, que ahora le vas a servir. 

Es necesario que empecemos a tomar las cosas en serio. Si Dios te creó es para que le sirvas, si Dios te salvó para que le des gloria a él con tu vida, con tus palabras, con tus pensamientos, con tu caminar, con tu familia que tu familia sea un ejemplo, que tú seas un ejemplo, un hombre recto y noble, que al caminar la gente se de cuenta que eres cristiano, que eres hijo de Dios porque alguien tomó el tiempo de discipularte y tú tienes la misma responsabilidad. Que Dios nos ayude a poder tomar en serio el discipulado.