¿Has hecho todo lo que puedes?

Marcos 14:3-9

14:3 Pero estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho precio; y quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza.
14:4 Y hubo algunos que se enojaron dentro de sí, y dijeron: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume?
14:5 Porque podía haberse vendido por más de trescientos denarios, y haberse dado a los pobres. Y murmuraban contra ella.
14:6 Pero Jesús dijo: Dejadla, ¿por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho.
14:7 Siempre tendréis a los pobres con vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a mí no siempre me tendréis.
14:8 Esta ha hecho lo que podía; porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura.
14:9 De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella.

Dice aquí en el versículo 8, Marcos 14:8 Esta ha hecho lo que podía; porque se ha anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura.
Yo no se si de alguna manera fue Dios quien habrá dirigido a esta mujer, a María, para ungir el cuerpo de Cristo, pero si fuer así, ¡gloria a Dios!. Si fue que Dios puso en corazón de María el poder ir y derramar este perfume de un gran precio y María sabiendo que eran los últimos días de Jesús yendo hasta donde él estaba y derramando, éste perfume de gran precio, que costaba hasta más de 300 denarios, ahora está aquí llorando, enjugando los pies de Jesús, derramando ese perfume en su cabeza, preparandolo en anticipación a su sepultura, ella, dice Jesús, ha hecho lo que podía; y de eso quiero hablarte hermano ¿has hecho todo lo que puedes para Dios? ¿estás haciendo todo lo que tú puedes?. En ocasiones no hacemos todo lo que podemos para Dios, nos quedamos cortitos, nos quedamos apenas ahí en el inicio, sabemos quizá que debemos servirle a Dios, y hacemos tres, cuatro semanas y de repente nos desinflamos, comenzamos hacer algo por Dios y de repente se nos olvida, comenzamos hacer algo por Dios y de repente porque somos a veces irresponsables, o a veces el diablo nos desanima o a veces algo nos detiene y ya no lo continuamos haciendo.
María, ésta mujer hizo todo lo que podía, todo lo que ella podía hacer, ella lo hizo, ella estuvo dispuesta a hacerlo.

Primero que nada regresando al versículo 3, dice la Biblia; Marcos 14:3 Pero estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho precio; y quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza. Esta mujer estaba dispuesta a seguir a Cristo, aún a la casa de un leproso.

¿Sabías que la lepra es contagiosa? La lepra es contagiosa y aun hasta nuestros días hay lepra, allá en India principalmente, si alguien tiene lepra hay medicina, pero uno se tarda entre 6 meses a 12 meses para curarse, pero aun así hay consecuencias, uno puede perder una mano, un dedo, la cara irritada y la piel desprendiéndose y lastimada. 

1.- Haz todo lo que puedas para seguir a Jesús.

Pero ésta mujer, María, estuvo dispuesta a ir a la casa de el leproso. Ahora algunos comentaristas creen que la manera en que sucedió todo esto, era que “la casa de Simón” ya se le había quedado ese nombre porque había estado leproso, pero aun así ella estuvo dispuesta a ir y seguir a Jesús, sea que hubiera lepra en esa casa, sea que no hubiera lepra, ésta mujer hizo lo que pudo, hizo lo que pudo para seguir a Cristo. Hermano, hermana ¿estás haciendo lo que tú puedes para seguir a Cristo? 

A veces no es fácil seguir a Cristo, a veces vas a recibir críticas por seguir a Cristo, van a venir murmuraciones. 

Veamos lo  que dice en el versículo 4

Mateo 14:4 Y hubo algunos que se enojaron dentro de sí, y dijeron: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume?
¡Se enojaron contra ella!

Que interesante que dice aquí, viene ésta mujer, está el Señor Jesús sentado, ésta mujer es la que ha gastado mucho dinero, 300 denarios y saca ella, una libra de perfume de nardo, lo abre y lo derrama en Jesús, ¡y toda la gente enojada!. No les quitó a ellos dinero, no les dijo haber una ofrenda para juntar para este perfume, no era nada que ella les había quitado a ellos; ellos de manera sacrificial lo trajo entró, lo dio, ella fue la que lo hizo; y hay unos que están enojados.

Que interesante que estamos sirviendo al Señor y hay otros que se enojan porque tu estás sirviendo al Señor, porque tu estás siguiendo al Señor. Sabes cuando tu sigues a Cristo va haber gente que se va a enojar, van a decirte “¡te prefiero borracho a que sigas a Jesús!” “¡te prefiero maldiciente a que sigas a Jesús!” “¡te prefiero mujeriego a que sigas a Jesús!” “¡te prefiero allí tirado con vómito, en las drogas, en el alcohol, bailando, dejando tu familia, diciendo majaderías, que siguiendo a Jesús!”. Así es la gente ¡quien la entiende! la gente se enoja, ni estaba ella haciendoles nada a ellos, estaba haciendo una obra buena, y la gente se estaba enojando. 

Ahora ¿quién era ésta gente? Aquí en Marcos simplemente dice “y los que estaban ahí se enojaron” en Mateo dice “y los discípulos comenzaron a molestarla y se enojaron también” en Juan ya nos dice específicamente que era uno quién se enojó, y este uno era Judas; Judas era el que realmente estaba molesto, criticando, molestandose ahí con esta mujer diciendo: “hay todo este dinero, lo pudimos haber dado a los pobres, porque los pobres allá están y ya no pueden ir a trabajar por cuestión del coronavirus y mejor me hubieran dado ese dinero a mi, que yo lo guardo tan bien, y dárselo a los pobres”

¿Sabes que muchos de los que más hablan, son de los que menos hacen? 

Muchos de los que más hablan y los que más critican, son de los que menos hacen en la obra de Dios, son los que más (a veces) problemas traen a la obra de Dios, y no estoy diciendo que no hay que hablar, pero si vamos a ver un problema vamos a traer la solución juntamente con el problema. Esta mujer estaba aquí siguiendo, ahora Jesús estaba en Betania, María, Marta y Lázaro vivián ahí en Betania, pero ella siguió a Jesús hasta la casa de Simón y ahí estaban los discípulos y ella junto con Marta y Lázaro estaban ahí, pero ella siguió a Jesús, siguió a Jesús. 

¡Haz todo lo que tu puedas para seguir a Jesús! ¡No te quedes sentado allá! Ya cuando todo esté bien, porque ahorita estamos en contingencia, pero cuando todo esté bien y tu tengas que realmente ahora si venir a la iglesia, el futbol te va a impedir seguir a Cristo, la flojera te va a impedir seguir a Cristo, el trabajo quizá te va a impedir seguir a Cristo, la esposa el esposo te va a impedir seguir a Cristo, van a venir en el camino enojandose y de repente va a decir “ah ya no vamos, vámonos a la casa” ¡no! vengan de todas maneras ¡pongan una sonrisa!. Para que Dios les hablé.

Si vives en la casa de los papás y el papá que no es cristiano, la mamá que no es cristiano te dice “mijo por favor no te vayas, estoy enfermita”¡ o algo! te va a tratar de detener. ¡Tu sigue a Cristo!. Ahora hay que ayudarlos ¿verdad? pero ¡sigue a Cristo! 

En ocasiones ser difícil seguir a Cristo porque gente se va a enojar, ve lo que dice ahí en el versículo 5 

Marcos 14:5 Porque podía haberse vendido por más de trescientos denarios, y haberse dado a los pobres. Y murmuraban contra ella. Gente va a murmurar

14:6 Pero Jesús dijo: Dejadla, ¿por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho. ¡La molestaban! Jesús dijo “¡déjenla ya!” (no lo dijo en un tono escandaloso) pero les dijo “por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho, ella no está haciendo nada malo, ella está haciendo algo bueno, me está ungiendo para la sepultura” Él les estaba haciendo saber lo que iba a pasar con Él, y Él les estaba diciendo, “¿saben lo que acaba de hacer? Yo me voy a morir en unos cuantos días” y en vez de que ellos hubiera dicho (voz triste) “oh Señor, perdónanos, se nos olvidó que vas a morir por nosotros y de una muerte y muerte de cruz, perdónanos” ¡ahí andaban todavía alegando! “¡ay! esta mujer!” y como que les entró por un oído y les salió por otro que Jesús iba a morir. Porque más interesados a veces estamos en el chisme de otras personas y lo que pasa en otros lugares, que en lo que yo debo de hacer para Dios. ¡Concéntrate en lo que tu tienes que hacer para Dios!
¿Estás haciendo todo lo que debes de hacer para Dios?

Esta mujer cuando todos ellos murmuraban y enojados y la molestaban, nunca respingo, nunca dijo “¡Callénse ustedes!” nunca habló, ella se quedó callada, y no voy a ir en las cosas que debemos nosotros hacer cuando alguien nos afrenta o nos molesta, pero va haber gente que nos va a molestar y que te va a ofender y yo creo que hay tres cosas:
1.- Quedarnos callados, la Biblia dice que el Señor Jesucristo cuando Pilato le decía: “mira todos estos te están acusando ¿no vas a decir nada?” Y Él se mantenía callado.
2.- Véte de ese lugar ¡sal de ahí! cuando no es un ambiente bueno, sal de ahí. Si estás llevando a tus hijos, a tu familia, a visitar a los abuelos y ¿por qué sale esto verdad? pero vas con los abuelos, los primos, la familia y estás constantemente ahí, y ahí ves alcohol, ahí ves  que la gente fuma, ahí ves que maldicen el nombre de Dios, ahí ves que se cuentan chistes malos, ahí ves que pasan películas malas, ahí ves que ellos están tratando de cambiar el corazón de tus hijos para que nieguen a Dios, ¿por qué sigues yendo a esos lugares? ¡Debes de salir de ahí! y decir “ok, no voy a decir nada y me voy alejar, esto está perjudicando a mi familia”.
Hace años, hace muchos años, cuando fuimos una vez a la casa de mi suegra, mi suegra tenía una botella de vino, ¡uuy de la que me gusta y me encanta a mi! (No es cierto) pero ahí estaba una botella de vino, y al salir mi esposa habló con su mamá y le dijo: mamá mira a nosotros nos encanta venir aquí a visitarte, pero preferíamos si cuando venimos no tienes tus botellas de vino, ahora mi suegra ya no las tiene, se las acabó y ya no se que pasó, pero mi suegra entendió, y mi esposa habló y se lo dijo con amabilidad, y le dijo: “si no las quieres guardar ni nada, está bien, es tu casa mamá, pero nada más avisanos cuando nos vas a ir a visitar tu, a nuestra casa” en otras palabras, porque nosotros no vamos a regresar a tu casa, y desde ese momento en adelante ya no había eso. ¿Sí me explico?
Hay lugares en donde quizá son tóxicos, son dañinos, no me voy a quedar ahí, no voy a regresar y  regresar y regresar, yo no entiendo porque si somos cristianos y nos invitan a la fiesta en donde yo sé que hay alcohol, todo el mundo baila, todo el mundo dice un motón de cosas, y ahí estamos soportando todo lo que está sucediendo, ese es un lugar en donde yo como cristiano no debo de estar, y entonces Jesús dice la Biblia, se apartó de ese lugar, no se quedó ahí, aparte dice
Marcos 8:13 Y dejándolos, volvió a entrar en la barca, y se fue a la otra ribera.
3.-Hay que orar por ellos.
Dice Lucas 6:28 bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. De tal manera que cuando alguien me calumnia debo de quedarme callado, debo apartarme de ese lugar y debo orar por ellos, pedir por ellos y si no son salvos, para que sean salvos.

Esta mujer siguió a Jesús.

Veamos lo que dice
Lucas 19:1 Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad.
19:2 Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico,
19:3 procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura.

Jesús dijo “esta ha hecho lo que podía” y debemos de hacer lo que podemos, pero ¿qué pasa cuando no puedo hacer lo que puedo por Dios? ¿me quedo ahí? ¿me detengo? digo: “bueno Señor, yo iba a ir a la Iglesia y se ponchó la llanta, iba a ir a ganar almas, y pasó esto, iba a…” ahora entiendo por ejemplo, durante la contingencia, en donde en muchos lugares ya no se pueden tener servicios, pero no estoy hablando de eso, estoy hablando que cuando realmente yo se que yo puedo hacer algo para Dios, y no lo hago, como que desistimos muy rápido.
Se acuerdan del mensaje de hace dos semanas allá con Esdras, estaban ahí construyendo el templo y dijeron: “no dice el rey que ya no hagan nada” y dijeron “¡ok! y se sentaron” y ya no hicieron nada; y pasaron dos, tres años, hasta que otra vez comenzaron hacer la obra de Dios.

¿Estás haciendo lo que puedes? o ¿te desanimas muy rápido? ¿estás haciendo lo que puedes? ¿estás siguiendo a Jesús? o ¿algo sucede? una piedra en el camino, una piedra en el camino… te detiene, y dices “¡auch! ¡ay! ¡ya no puedo seguir adelante!”
Dice aquí que Zaqueo no podía ver a Jesús, no podía seguirle a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura, la multitud estaba ahí y Zaqueo quería ver, y le decían “¡ah! chaparrito ¿qué haces aquí? mira, vete por otro lugar, andale eres bien chaparro” y quizá lo insultaron y más porque era publicano. Más porque no les caían bien los que venían y recaudaban impuestos de <<hacienda>> ¿a quién le cae bien hacienda? ¿a quién le cae bien alguien que viene a cobrar?. Y entonces dice la Biblia. 

Lucas 19:4 Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.

Corrió Zaqueo, cuando uno tiene 5 años no es difícil correr, cuando uno tiene 10 años… fácil, cuando uno tiene 15 años, fácil, pero pasados los 40 años, corre… ¡pfff!! ¡es cansado!

Las primeras veces que salí con mi hija Sara a correr, me dijo Sara:

– ¿quieres ir conmigo? le dije
– ¡sí vamos! ¿a qué hora?
– A las 5 de la mañana. Y yo:
– ¡ok, si vamos a las 5 de la mañana!

Y salimos de la casa y yo dije, bueno vamos a empezar como unos 5 minutos a ir despacito, pero cuando salimos ella… se fue corriendo, porque creo que me ha dicho, vamos a correr, y empecé a correr tras ella, las primeras dos tres cuadras, yo pensé que me moría, dimos toda la vuelta, toda la cuadra mide 1.6 km , llegue así como “todo bien” pero por dentro me estaba muriendo, ya después, ya se hace más fácil. Cuando Zaqueo dice que corrió, yo me pongo a pensar en eso, ¡wow! ¡correr es cansado!. Y si Zaqueo tenía unos 40 años, no fue cosa fácil, y ahora subir un árbol.

El hermano (Abraham) subía palmas, palmeras allá en la frontera para cursarse a Estados Unidos, ¡no, no es cierto!. Pero subir un árbol no es tán fácil, de 5,10 años subes bajas te caes, no te pasa nada… bueno te quiebras un brazo y ya, pero, subir a un árbol…él dijo “no puedo, pero al seguir a Jesús nada me lo va a impedir, ¡yo voy hacer lo que se que sí puedo!” 

Y no te concentres en lo que no puedes hacer, quizá no puedes tocar el piano para seguir a Jesús, quizá no puedes tocar la guitarra para seguir a Jesús, quizá no puedes tocar el clarinete para seguir a Jesús, pero hay otras cosas que sí puedes hacer para seguir a Jesús, no tienes que tener un don en especial para seguir a Jesús, no tienes que tener una característica para seguir a Jesús; todos y cada uno de nosotros podemos seguir a Jesús, de la manera que seamos, grandes, chicos, chaparros, robustos, no importa, podemos seguir a Jesús, pero cuando algo me quiere denter ¿qué vas hacer? “¡ah! ¡ya no pude!” “¡ah! ¡ya no puedo seguirle a Él” y va a venir el diablo y te va a tratar de detener de que tu sigas a Jesús y ¿por qué no le haces como Zaqueo? que digas “ok, estoy chaparro, no puedo, pero aquí hay un árbol, me subo”  e hizo todo lo que podía hacer para seguir a Jesús. María hizo todo lo que podía para seguir a Jesús. 

Sigue a Jesús cuando las cosas se pongan difíciles, sigue a Jesús cuando tienes problemas, cuando no tienes problemas hay que seguir a Jesús, en medio de las tormentas sigue a Jesús, en medio del coronavirus sigue a Jesús, sigue a Jesús cuando tu familia te lo impida, sigue a Jesús cuando recibas burla, sigue a Jesús cuando la gente se molesta contigo, sigue a Jesús cuando no le has hecho nada malo a nadie, aun así sigue a Jesús cuando venga la murmuración y la queja. Seguir a Jesús es importante, y no dejes que algo te impida seguir a Jesús.

Marcos 1: 17 Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores (¡no pecadores!) de hombres.
1:18 Y dejando luego sus redes, le siguieron.

¿Qué tan luego será luego? No es después de unas cuantas horas, no es después de unas cuantas semanas, o después de unos cuantos meses, Jesús dice “Seguidme, hey dejen ahí todo, siganme” y ellos dijeron “sí, ahorita” y se quedan dos tres, días, una semana, un  mes. Esos somos nosotros, Dios dice “sígueme” y nosotros “¡siiiiii…. aaahoooooriiiiiiiiiiiitaaaa vamos!” y nos quedamos, nos sentamos, no nos levantamos, no hacemos nada, si Jesús dice sígueme, ¿qué debes de hacer? ¡seguirle!
Hay que aprender a seguir a Jesús, y yo no creo que tenemos tanto tiempo como para esperarnos tanto para no seguir a Jesús y quedarnos sentados, porque una vez que nos quedamos sentados, todo se entume. Quedate sentado un buen tiempo y después de los 40, ahora yo se es difícil que usted piense que tengo más de 40, yo se, pero; te quedas sentado y para levantarte otra vez, no te sientes, sigue a Jesús.

El seguir a Jesús es dejar luego mis redes, el seguir a Jesús es quizá aún dejar lo que a mi me gusta hacer, quizá me gusta pescar, quizá me gusta mi negocio, mi trabajo, el futbol, mi cama; pero tienes que dejarlo para seguir a Jesús. 

2a Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

¿Eso qué quiere decir? Que el seguir a Jesús es dejar mi vida vieja allá atrás, dejar mi pecado, dejar el mundo, dejar lo que antes a mi me gustaba, y sí quizá me gustaba la música y el relajo y me gustaba la pachanga, y me gustaba el vicio y me gustaban tantas cosas allá atrás dice la Biblia que ahora somos nueva criatura, el seguir a Cristo es “ahora somos una nueva criatura”. Pero veamos lo que dice Juan 21:20 

En ocasiones nos preocupamos por el otro y decimos “bueno yo te estoy siguiendo y éste está sentadote, este no hace nada, aquel se la pasa viendo películas, aquel se la pasa viendo fútbol, aquel se la pasa jugando, aquel se la pasa perdiendo el tiempo” ¡no! no te fijes en los demás. 

Juan 21:20
21:20 Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar?
21:21 Cuando Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste?
21:22 Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú.

¡Tú sígueme!, tu no te preocupes por Juan, tu no te preocupes por Bartolomeo, tu no te preocupes por todos aquellos ¡tu sígueme, tu sígueme!
Hermano, tu y yo debemos de hacer todo lo que podemos para seguir a Jesús, no veas si el otro no le sigue, no veas si el otro ya se quedó sentado, ahora, sí, anímale y dile “hermano, ponte de pie, ¡sigue a Jesús!”

¿Sabes lo que escucho una y otra vez? lo que escucho una y otra vez es esto, varios me dicen pastor, si usted en alguna ocasión ve algo que yo no estoy haciendo bien, digamelo.
Muchos me lo han dicho, y luego cuando voy con el hermano y le digo “no está haciendo ésto bien” se me quedan viendo así como medios resentidos, medios como que ¿y usted quién es como hacer o cómo vestir o cómo llevar mi vida? pero les recuerdo “usted me dijo, que yo le dijera, que cuando usted no estuviera haciendo algo bien que yo hablara con usted”, ahora si nunca me lo ha dicho; Dios aún me da esa responsabilidad de decirle a usted “hermano no está haciendo esto bien” “hermana no está haciendo esto bien”. Pero cuando vemos a alguien que está ahí con dificultades y como que no quiere seguir a Cristo ¡anímalo! que siga a Cristo, dile “¡hey! no te he visto ganando almas, ¡ven a ganar almas!. Hermano no lo he visto, hermano ¿cómo ha estado? hermano ¿dónde ha andado?”. Echarle una llamadita, hablarle, pero que yo, como dice Jesús “pero tú sígueme, sígueme tu”. Esta mujer por seguir a Jesús, tenía gente que la estaba criticando. 

2.- Haz todo lo que puedas para servir a Jesús. 

Esta mujer, María, tomo este perfume y lo tomó y lo trajo a Jesús pero no lo dejó ahí en una mesa, y dijo “ahí ta” y se fue; no lo mandó con alguien, no lo mando por paquetería, porque usted sabe que la paquetería en nuestro país no llega o si llega, pasa un mes o dos meses y luego llega, no la mandó por ningún otro medio, sino que ella fue, ella entró, ella llegó; Dios le había puesto (yo creo) eso en su corazón, abrió ese alabastro de nardo puro y lo derramó a la cabeza de Jesús y comenzó ella quizá pensando “esta es la última vez que estoy viendo a mi Salvador, aquel que ha hecho tanto por mi, aquel que resucitó a mi hermano, aquel que ama nuestra familia, aquel que yo vi llorar, ahora me toca a mi servirle a Él” y ella está preparando el cuerpo de Cristo, está sirviendole a Él, está haciendo algo, y hermano no hay mayor gozo que servir a Cristo, el servir a Cristo nos ayuda a salir del desánimo, el servir a Cristo me ayuda a salir de la depresión, el servir a Cristo me ayuda a dejar de pensar solamente en mi, porque pensamos muchas veces solamente en yo, nos concentramos tanto en el yo, yo esto, yo primero y yo y yo y yo y yo y yo, que nos hace falta pensar un poquito más en el otro, nos gusta que nos aplaudan ¿amén? ¡a mi me encanta que me aplaudan! y a cada uno de nosotros nos encanta que nos aplaudan, ¿por qué? porque el ego dice “¡ah! gracias gracias hermanos, gracias” pero cuando solamente sobrevivimos, o vivimos por la felicidad que encontramos cuando alguien me da algo, si aquí recibo un regalo y digo “¡uy!” (contento) y pasa una semana y estoy triste y luego el siguiente domingo alguien me da algo y “¡uy!” (contento), y pasa otra semana y todo triste, entonces estoy viviendo mi vida dependiendo de lo que yo reciba y entonces esa no es una vida, ¿por qué? porque yo no puedo controlar lo que yo recibo, pero yo puedo controlar lo que yo doy, yo puedo controlar mis emociones, yo puedo controlar mi actitud, yo puedo controlar mi gozo y ¿cómo controlo mi gozo? cuando sirvo a Dios, entonces Dios me trae gozo.
Dice la Biblia en Hechos 20:25 En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir. 

Cuando yo sirvo me trae gozo, el arquitecto que nos ayuda aquí en la iglesia, el dice “una de las cosas que más me gusta durante el día es, venir aquí, a la iglesia, y aportar mi tiempo” y nosotros no le pagamos, pero el dice “me da mucho gozo” ¿por qué? porque estoy dando algo de mi tiempo, para la obra de Dios, y mire, nosotros de aquí de la iglesia pudiéramos tener ese gozo de servirle, de decir voy ayudar ahí en la construcción, de decir voy ayudar a limpiar los baños, voy a buscar hacer algo para servir a Cristo.
El venir y sentarnos, no quiere decir que estoy sirviendo, el venir y escuchar no quiere decir que estoy sirviendo. El hacer algo por mi Cristo entonces sí.

 Por ejemplo, María, ella tuvo que pasar por ciertas etapas, la primera etapa de María fue cuando ella sentada a los pies de Cristo escucho, Marta dijo “¡dile que haga algo, ahí está toda sentadota” y Marta estaba media enojada, porque María estaba escuchando, pero ese es lo primero que hace un cristiano, escucha. Y gracias a Dios que vienes a escuchar.
La segunda fase que pasa María fue que vió el poder de Cristo cuando resucitó a su hermano ¡wow! que tremendo, ver a su hermano resucitar.
Y la tercera etapa, ahora le tocaba servir.

Pero si tu ya has estado escuchando, si tu ya has estado viendo el poder de Dios y los milagros de Dios, es tiempo de que sirvas, es tiempo de que no te quedes sentado o sentada, es tiempo de que vayas con tu pastor y le digas “pastor yo quiero servir, yo quiero hacer algo aunque sea allá, recibiendo y saludando con una sonrisa, hacer un postre para el día jueves, viernes o sábado, hacer una visita, acompañar a alguien, limpiar, hacer algo ¡yo quiero servir!”. Esta mujer hizo lo que podía.

3.- Haz todo lo que puedas para sacrificar para Cristo

Esta mujer sacrifico.
Regresemos a Marcos 14 y de ahí vamos a ir a Juan, pero en

Marcos 14:3 Pero estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho precio; y quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza.
14:5 Porque podía haberse vendido (dijo Judas) por más de trescientos denarios, y haberse dado a los pobres. Y murmuraban contra ella.

Veamos ahora lo que dice Juan 12

12:1  Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos.
12:2 Y le hicieron allí una cena; Marta servía, (y gloria a Dios, porque Marta ya estaba finalmente sirviendo)  y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él.
12:3 Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.
¡Wow! no solamente los que estaban ahí cerquita pudieron oler, toda la casa se llenó de ese olor…
12:4 Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar:
Ahora interesante que era la casa de Simón el leproso, ¿habrá sido la casa de su papá? ¡quien sabe! pero dice después…
12:5 ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres?
Le estaba diciendo a María, sabes que la gente trabajaba todo un día para ganar un denario, eso quiere decir que más o menos el valor de un denario, suponiendo al día de hoy serían como unos 130 pesos el salario mínimo, multiplicado por 300, nos da $39,000.00 pesos, en otras palabras éste perfume no costaba $500 pesos, no costaba $1,000.00 pesos, costaba $39,000.00 ¿quién compraría un perfume de $39,000.00 pesos? ¡yo no!. Quizá los ricos, la gente que si tiene dinero.
Hace tiempo estábamos en una tienda mi esposa y yo, y vimos una bolsa, $100,000.00 pesos ¡una bolsa!. Fuimos a otro lugar en otra tienda ¡dónde nos metemos! ¡verdad!, unos zapatos, feos, feos, horribles, como el pecado, y tenía una inicial o dos iniciales, no me acuerdo cuales eran las iniciales, unas iniciales por ahí, ¡feo el zapato, feo! como $50,000.00 pesos ¡feos!. No estoy diciendo que éste perfume era de esas marcas, ¡no! este era un perfume de reyes, perfume de nardo puro, muchos dicen que el nardo era traído de especias de unos árboles de la India, y por eso eran tan caros y venían en recipientes y esta mujer, hizo lo que podía, pero “como que lo que podía” no era algo muy sencillo, como que “lo que podía” era algo de sacrificio, ella derramó un perfume que costaba $39,000.00 – $40,000.00 pesos.
Judas dijo “¡mujer! ¡qué estás haciendo! hubiéramos dado esos $39,000.00 pesos a los pobres. Pero María dijo: “¡no! yo he ahorrado todo este dinero, compre este perfume para este día especial, para darlo a la única persona que lo merece, nadie más lo merece, reyes no lo merecen, solamente Jesús lo merece, ni siquiera los discípulos, solamente Jesús y era un perfume puro, y para nosotros dice Romanos 12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
Que debemos ofrecer nuestras vidas en sacrificio vivo y santo, Dios quiere que le demos vidas santas a Él, ésta mujer le dió una vida santa a Él, esta mujer le dió un perfume santo a Él, un perfume puro, algo de mucho valor, nuestra vida tiene mucho valor, no nada más es algo así (cualquier cosa) es de mucho valor, ¿por qué no le das tu vida de manera sacrificial a Jesús? Dios está esperando que cada uno de nosotros le sigamos, le sirvamos, pero ese paso siguiente es que sacrifiquemos, que sacrifiquemos; y Dios te dice “hey yo quiero que te vayas ahí a las Amazonas” y tu respondes “ay Señor, pero mi trabajo y esto y aquello”. Si eso es lo que Dios quiere, hay que hacerlo, si Dios quiere que te rindas a ser pastor, hay que hacerlo; si Dios quiere que tu estudies en el instituto (ahora en línea porque ya no hay instituto presencial) hay que hacerlo. Pero cualquier cosa que Dios te pida para hacer, deberías estar dispuesto hacerlo, como María.
María dijo “Jesús ha hecho tanto por mí, ha venido a nuestra casa, nos ha enseñado, resucitó a Lázaro, ha tenido tanta paciencia conmigo y más con mi hermana y lo menos que yo puedo hacer es darle esto a mi Señor” y lo sacrificó; ella hizo lo que podía. 

¿Qué puedes hacer que no estás haciendo?