Entonces cesó la obra

Esdras 4:1-6; 21-24

1 “Oyendo los enemigos de Judá y de Benjamín que los venidos de la cautividad edificaban el templo de Jehová Dios de Israel,

2 vinieron a Zorobabel y a los jefes de casas paternas, y les dijeron: Edificaremos con vosotros, porque como vosotros buscamos a vuestro Dios, y a él ofrecemos sacrificios desde los días de Esar-hadón rey de Asiria, que nos hizo venir aquí.

3 Zorobabel, Jesúa, y los demás jefes de casas paternas de Israel dijeron: No nos conviene edificar con vosotros casa a nuestro Dios, sino que nosotros solos la edificaremos a Jehová Dios de Israel, como nos mandó el rey Ciro, rey de Persia.

4 Pero el pueblo de la tierra intimidó al pueblo de Judá, y lo atemorizó para que no edificara.

5 Sobornaron además contra ellos a los consejeros para frustrar sus propósitos, todo el tiempo de Ciro rey de Persia y hasta el reinado de Darío rey de Persia.

6 Y en el reinado de Asuero, en el principio de su reinado, escribieron acusaciones contra los habitantes de Judá y de Jerusalén.

21 Ahora, pues, dad orden que cesen aquellos hombres, y no sea esa ciudad reedificada hasta que por mí sea dada nueva orden.

22 Y mirad que no seáis negligentes en esto; ¿por qué habrá de crecer el daño en perjuicio de los reyes?

23 Entonces, cuando la copia de la carta del rey Artajerjes fue leída delante de Rehum, y de Simsai secretario y sus compañeros, fueron apresuradamente a Jerusalén a los judíos, y les hicieron cesar con poder y violencia.

24 Entonces cesó la obra de la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y quedó suspendida hasta el año segundo del reinado de Darío rey de Persia.”

Comienza esta porción de la Biblia diciendo “Oyendo los enemigos de Judá” y lo que nosotros estamos haciendo la gente de alrededor se está dando cuenta. Cuando queremos hacer algo por Dios aun los enemigos se van a dar cuenta y los enemigos de Judá y Benjamín vinieron con los que estaban reedificando el templo y dijeron nosotros también queremos edificar con ustedes. Se querían unir para edificar y buscar a Dios para ofrecer sacrificios y Zorobabel y Jesúa responden en el versículo 3 “No nos conviene edificar con vosotros” Ellos dijeron: Nosotros hemos sido designado por Dios, hemos recibidos la orden de parte de Ciro para que nosotros regresemos y edifiquemos. No nos conviene edificar con ustedes siendo ustedes el enemigo, no nos conviene entrar en yugo desigual, no nos conviene hacer pacto con ustedes, no nos conviene tomarnos las manos como aquellos que dicen que todas las religiones llevan a Dios. Hay gente allá afuera que va a decir que todas las religiones llevan a Dios y el diablo es lo que quiere que pensemos.

En el versículo 9 y 10 dicen, “En tal fecha escribieron Rehum canciller y Simsai secretario, y los demás compañeros suyos los jueces, gobernadores y oficiales, y los de Persia, de Erec, de Babilonia, de Susa, esto es, los elamitas, y los demás pueblos que el grande y glorioso Asnapar transportó e hizo habitar en las ciudades de Samaria y las demás provincias del otro lado del río.” Era un grupo de gente que habían llegado de todos lugares que ahora estaba viendo a Esdras reconstruir el templo y cuando les negaron esa opción ahora se ponen contra ellos y en el versículo 4 empiezan a intimidar al pueblo de Judá Pero el pueblo de la tierra intimidó al pueblo de Judá, y lo atemorizó para que no edificara. y como cristianos muchas veces el pueblo de la tierra quiere intimidar al Pueblo de Dios. Cuando estamos sirviendo a Dios viene el pueblo de la tierra y dice “¿no quieres hacer las cosas con nosotros?” y de repente perdemos convicciones, nuestros amor por Dios, lo que estamos haciendo por Dios por unirnos al pueblos de la tierra. Tenemos que alcanzarlos pero no unirnos con ellos. El pueblo de la tierra no quiere nada que ver con Dios, odia la Biblia que es la Palabra de Dios. La gente de este mundo no quieres escuchar que Dios es el creador, que Dios hizo a un hombre y a una mujer, que el matrimonio se conforma de un hombre y de una mujer, que el matrimonio es para servir a Dios con nuestros hijos y Dios busca matrimonios que honren a Dios. La gente de este mundo quiere detener la obra de Dios. 

El pueblo de la tierra también atemoriza, no quiere que edifiquemos para Dios. El diablo no quiere que edifiquemos nuestra vida espiritual, nuestro matrimonio para Dios, el diablo nos atemoriza para que nuestros hijos no sigan adelante siendo edificados para Dios, él no quiere que la obra de Dios siga adelante. El versículo 5 dice Sobornaron además contra ellos a los consejeros para frustrar sus propósitos.Entonces escriben unas acusaciones contra ellos y dijeron, no quieren unirse con nosotros entonces los vamos a acusar, no quieren hacer cosas con nosotros, entonces los vamos a acusar con el rey de Babilonia. Entonces escriben cartas diciendo que Jerusalén era una ciudad rebelde y mala, comenzaron a escribir que si Jerusalén y el templo eran reconstruidos entonces el pueblo se iba a levantar contra el rey. Comenzaron a escribir q ue si ellos reconstruyen a Jerusalén iban a dejar de pagar impuestos y tributos al rey.

Llegaron estas cartas a Artajerjes y dijo, ¿cómo es que estos hombres están levantándose contra mí? y aproximadamente en el año 522 a. C. Artajerjes manda una carta para detener la obra de Dios y cuando llega esta carta dice el versículo 21 Ahora, pues, dad orden que cesen aquellos hombres, y no sea esa ciudad reedificada hasta que por mí sea dada nueva orden. y el versículo 23 y 24 dice “Entonces, cuando la copia de la carta del rey Artajerjes fue leída delante de Rehum, y de Simsai secretario y sus compañeros, fueron apresuradamente a Jerusalén a los judíos, y les hicieron cesar con poder y violencia. Entonces cesó la obra”. Es triste cuando la obra de Dios cesa. Es triste cuando la gente del pueblo está tratando de detener la obra de Dios y entonces se suspende la obra hasta el año segundo del reinado del rey Darío rey de Persia. Algunos dicen que cesa la obra más o menos del año 522 al año 519. Otros dicen que por quince años cesa la obra, pero sea por dos o quince años cesa la obra. 

¿Que podemos hacer cuando de repente cesa la obra en nosotros? El diablo quiere detenernos. A lo mejor ni siquiera nos detenemos pero nos hemos sentado por algún rato. Lo que está sucediendo alrededor hace que vayamos más despacio, que quizá no pongamos la fe suficiente en Dios; que lo que está sucediendo aun (y lo estamos viendo) que cierran iglesia, que se detenga el ir a ganar almas, que no estemos haciendo la obra de Dios, ya no estamos diezmando, ni evangelizando, no estamos cantando, pareciera que está cesando la obra de Dios. Dice que cesa la obra pero lo que me inquieta es que no se ve un ruego a Dios. Dice la última parte del versículo 23 “les hicieron cesar con poder y violencia. Entonces cesó la obra”. No vemos una lucha de ellos contra el pueblo de la tierra, no vemos otra carta diciendo que por qué los habían detenido, por qué les hicieron cesar la obra, sino que paran la obra, se sentaron, cruzaron los brazos, como que estaban esperando que la obra ya no siguiera, como que estaban diciendo, ya no vamos a seguir adelante, ¿eso es lo que Dios quiere? pues lo vamos a hacer, ya no quiere que leamos la Biblia, pues ya no la vamos a leer ya no quiere que oremos, pues ya no vamos a orar, ya no confiemos en Dios pues ya no vamos a confiar y obedecieron e hicieron mucho caso, se sentaron y cesó la obra. 

El pueblo de desánimo muy rápido. Llegan las cartas de Artajerjes diciendo Cesen, ya no sigan reconstruyendo el templo ni a Jerusalén. Como cristianos tenemos libertad de culto, debemos de seguir reuniéndonos y seguir predicando la Palabra de Dios. Sí está pasando algo, hay una pandemia pero que eso no nos provoque dejar de seguir adelante y dejar la obra de Dios. Ellos se sentaron muy rápido y por eso Dios manda a Hageo y a Zacarías diciendo, “Despierten, no se queden sentados, tienen que seguir adelante” y suceden tres cosas con la predicación de Hageo y de Zacarías.

Dice Esdras 5:1 Profetizaron Hageo y Zacarías hijo de Iddo, ambos profetas, a los judíos que estaban en Judá y en Jerusalén en el nombre del Dios de Israel quien estaba sobre ellos. Tuvo Dios que mandar a Hageo y a Zacarías a predicar y profetizar y sus predicaciones no eran suavecitas, sino que Hageo 1:5-9 dice, “Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos. Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto. Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos.Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová.Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa.” Se olvidaron de la obra de Dios y por eso Dios mandó a Hageo a predicar y comenzó a levantarlos otra vez y dice la Biblia en el versículo 14 de Hageo 1 Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios, Entonces ellos comienzan a levantarse y a reaccionar a la predicación de la Palabra de Dios. Ellos estaban apagados y se prendieron y lo que prende nuestro corazón es la Palabra de Dios. Cuando andamos desanimados Dios manda su Palabra, manda predicación y dice que nos despertemos y yo creo que debemos prendernos de la Palabra de Dios, del fuego del Señor.

1. Se prendieron

Salmos 39:3 dice, Se enardeció mi corazón dentro de mí; En mi meditación se encendió fuego, Y así proferí con mi lengua: Cuando cada mañana te levantas y te pones a leer tu Biblia y a orar Dios te esta prendiendo. Jeremías 20:9 dice, Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo, y no pude. No se si te ha pasado que dices que ya no vas a ir a la iglesia, ya no vas a leer la Biblia, ni orar y el Espíritu Santo dice Sigue adelante, no puedes quedarte, no puedes detenerte, y hay un fuego ardiente metido en nuestros huesos. Tenemos que prendernos con su Palabra.

El corazón de Pablo se prendía con tanta Idolatría en Grecia. Dice en Hechos 17:16 Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría. No solamente su Palabra nos prende pero cuando vemos afuera, el pecado, la idolatría y la gente que se está perdiendo y yendo al infierno eso nos deberia de prender, de causarnos un ardor en el corazón.

2 Timoteo 1:6 dice Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.Pablo le está diciendo mira Timoteo ese fuego que hay en ti, avivalo, que no se apague, cuida tu vida y vive para el Señor. ¿Se está apagando tu fuego? En estos tiempos Avivate, animate, escucha más predicación, no dejes de venir a la iglesia, Dios tiene algo para ti, alégrate escucha a Dios. 

El fuego de ellos se había apagado y Dios tuvo que mandar a Hageo y a Zacarías para predicarles, levantarlos y animarlos y llega Hageo y Zacarías y comienzan a predicar y ellos se prendieron y hubo algunos de ellos que dijeron tenemos que hacer algo. Dios despierta el espíritu de Zorobabel y de Josué el sacerdote. Para prendernos necesitamos de su Palabra.

Mi van no quería prender pero no prendía porque uno de los cables estaban flojos y lo único que necesitaba era conectarse. Estaba la batería, estaban los cables pero no prendía. Así estamos nosotros. Estamos en la iglesia, está la Palabra de Dios pero a veces no prendemos y entonces está Dios con su poder, con su amor, él nos quiere ayudar y bendecir y simplemente no damos una porque no nos conectamos a Dios, no estamos prendidos por eso tuvo que venir Hageo y les tuvo que dar unas cuantas cachetadas para que despertaran. ¿Qué tiene que hacer Dios para prendernos? Venimos a la iglesia pero no hay avances, nada cambia, nuestra vida sigue igual y no estamos haciendo cambios ni nos prendemos. ¿Cuándo vamos a prendernos? ¿Cuándo vamos a hacer algo por la obra de Dios? Ya es tiempo de prendernos. Busquemos a Dios y digámosle que nos despierte, y nos ayude porque queremos seguir adelante. El diablo quiere detenernos pero hay que prendernos.

2. Se pararon

Esdras 5:2 dice, Entonces se levantaron Zorobabel hijo de Salatiel y Jesúa hijo de Josadac, y comenzaron a reedificar la casa de Dios que estaba en Jerusalén; y con ellos los profetas de Dios que les ayudaban. Se levantaron vino la predicación y ellos se levantaron porque ya estaban sentados. Lo que es algo interesante es que viene Hageo y Zacarías y predican y se tienen que levantar ciertos líderes para levantar al pueblo de Judá. Viene Hageo y no se levanta todo el pueblo, sino que Zorobabel y Jesúa se levantan y dicen es cierto, como que nos detuvimos muy rápido, como que nos sentamos muy rápido, no peleamos, no nos esforzamos nada. Hageo y Zacarías tienen razón, vamos a ponernos de pie; y quizás no todos se van a poner de pie pero Dios está buscando a algunos líderes, está buscando a algunos que digan, “yo voy a hacer algo por mi Señor, si este no quiere yo me voy a poner de pie.”

Ellos como líderes pudieron animar a otros para que siguieran en la obra de Dios. Hay que levantarnos. Dios le dijo a Abram en Génesis 13:17 Levántate, ve por la tierra a lo largo de ella y a su ancho; porque a ti la daré. Tenemos promesas cuando nos levantamos, cuando nos ponemos de pie. Dios le dijo a Josué Levántate, santifica al pueblo, y di: Santificaos para mañana; porque Jehová el Dios de Israel dice así: Anatema hay en medio de ti, Israel; no podrás hacer frente a tus enemigos, hasta que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros. Y en unos versículos antes Josué estaba triste porque habían pecado contra Dios y Dios no estaba contento, pero él le dice que se quede ahí sino que se levante, se santifique y siga adelante.

Debemos de levantarnos. Muchas veces veces viene el enemigo y nos dice que no sigamos adelante pero no solamente nos sentamos, nos revolcamos también empezamos a dar pasos hacia atrás, y nos empezamos a ir al mundo, empezamos a oír música, empezamos a ver cosas que no debemos de ver, cosas que no debemos de hacer y eso al diablo le gusta pero nos debemos de levantar, santificar y pedir perdón y seguir adelante. Josué 8:1 dice Jehová dijo a Josué: No temas ni desmayes; toma contigo toda la gente de guerra, y levántate y sube a Hai. Mira, yo he entregado en tu mano al rey de Hai, a su pueblo, a su ciudad y a su tierra. Ya que se habían levantado y desempolvado de todo su pecado, Dios le dice a Josué otra vez Levántate yo tengo una victoria para ti. No podemos ver victorias sino nos levantamos, si nos quedamos sentados, si todo mundo anda en pánico. Tenemos que seguir adelante, no nos sentemos. Cuando nos levantamos muchas cosas suceden, dejemos de estar acostados y Dios puede hacer mucho.

3. Se pusieron a trabajar

Cesa la obra, llegan cartas de Artajerjes, se sientan. Pasan dos o tres años, algunos dicen que quizás quince años viene Hageo comienza a predicar, se levantan y comienzan a trabajar. ¿Qué es lo que debemos de hacer? Primero no sentarnos, pero si nos estamos sentando pedirle a Dios que nos ayude a prendernos y a pararnos y a ponernos a trabajar

Dice la Biblia en Esdras 10:4 Levántate, porque esta es tu obligación, y nosotros estaremos contigo; esfuérzate, y pon mano a la obra. Carlos Spurgeon dijo “Ora como si todo dependiera de Dios y trabaja como si todo dependiera de ti.” Debemos de orar y clamar al Señor y en estos días difíciles seguir orando más y más pero también hay que trabajar como si todo dependiera de nosotros; trabajar y echarle ganas como si todo dependiera de nosotros con la ayuda de Dios para seguir adelante. Y dice la Palabra de Dios que ellos comenzaron a trabajar y a echarle ganas. Hageo 2:1-4 dice “En el mes séptimo, a los veintiún días del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: Habla ahora a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo: ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera, y cómo la veis ahora? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos.” Dios le dice a Zorobabel a través de Hageo “esfuérzate” y luego va con Josué, el sumo sacerdote y le dice, “Esfuérzate”. Cuando dice cobrad animo a todo el pueblo está usando la misma palabra y le dice para trabajar en la obra de Dios, número uno: tienes que esforzarte; número dos: tienes que esforzarte y número tres: tienes que esforzarte. porque se ha derrumbado el templo pero Dios puede usarte para volver a reconstruirla y llevar el evangelio como los misioneros de antes, para volver a llevar la palabra como antes  se hacía, para volver a evangelizar a este mundo como muchos lo han hecho. No nos podemos detener, si allá afuera dicen que nos detengamos, debemos seguir adelante.

Tenemos que prendernos, pararnos y poner manos a la obra y trabajar. 1 Corintios 15:10 dice, Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. Sí, hay que esforzarnos pero es la gracia de Dios que nos ayuda a seguir adelante, es con la gracia de Dios que podemos reunirnos para escuchar predicación, para alabar a nuestro Dios, es la gracia de Dios que nos ayuda a seguir adelante. 

Dice en Juan 6:27 Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.El trabajo es la obra de Dios, sí hay que trabajar por la comida pero no hay nada mejor que trabajar en la viña del Señor. Papá enseña a tus hijos a trabajar, a que lleguen lo más temprano posible y salir lo más tarde del trabajo lo más tarde posible. Hay que enseñarle a nuestros hijo a hacer su mejor esfuerzo. Dios bendice a un cristiano que es trabajador.

El pueblo de Judá dejó la iglesia, la obra de Dios; se sentaron y empezaron a trabajar en sus viñas, a hacer sus casas bien bonitas y la obra de Dios, bien gracias, pero se levanta Zorobabel y Josué y el pueblo de Judá comienza a trabajar, comienza a cortar madera como Dios les dijo. Ya tenían los cimientos del templo faltaba levantar el resto del templo pero comienzan a trabajar y dice Esdras 5:3-5 “ En aquel tiempo vino a ellos Tatnai gobernador del otro lado del río, y Setar-boznai y sus compañeros, y les dijeron así: ¿Quién os ha dado orden para edificar esta casa y levantar estos muros? Ellos también preguntaron: ¿Cuáles son los nombres de los hombres que hacen este edificio? Mas los ojos de Dios estaban sobre los ancianos de los judíos, y no les hicieron cesar hasta que el asunto fuese llevado a Darío; y entonces respondieron por carta sobre esto.” Ellos dijeron no tenemos que pedirle permiso a nadie, vamos a trabajar si Dios quiere que sigamos adelante. Ellos mandaron cartas a Darío, él las recibe y las cartas decían, Darío checa lo que Ciro nos mandó antes, ve en las memorias y Darío mandó traer las memorias de Ciro y Ciro quería que se construyera casa. 

Esdras 6:6-12 dice  “Ahora, pues, Tatnai gobernador del otro lado del río, Setar-boznai, y vuestros compañeros los gobernadores que estáis al otro lado del río, alejaos de allí. Dejad que se haga la obra de esa casa de Dios; que el gobernador de los judíos y sus ancianos reedifiquen esa casa de Dios en su lugar. Y por mí es dada orden de lo que habéis de hacer con esos ancianos de los judíos, para reedificar esa casa de Dios; que de la hacienda del rey, que tiene del tributo del otro lado del río, sean dados puntualmente a esos varones los gastos, para que no cese la obra. Y lo que fuere necesario, becerros, carneros y corderos para holocaustos al Dios del cielo, trigo, sal, vino y aceite, conforme a lo que dijeren los sacerdotes que están en Jerusalén, les sea dado día por día sin obstáculo alguno, para que ofrezcan sacrificios agradables al Dios del cielo, y oren por la vida del rey y por sus hijos. También por mí es dada orden, que cualquiera que altere este decreto, se le arranque un madero de su casa, y alzado, sea colgado en él, y su casa sea hecha muladar por esto. Y el Dios que hizo habitar allí su nombre, destruya a todo rey y pueblo que pusiere su mano para cambiar o destruir esa casa de Dios, la cual está en Jerusalén. Yo Darío he dado el decreto; sea cumplido prontamente.”

El pueblo como que se desanimó muy rápido. Dios quería que se hiciera su obra, mandó a los profetas se levantó el pueblo, volvieron a seguir adelante y al final se dieron cuenta de que Dios estaba con ellos. Los ojos de Dios estaban sobre el pueblo. Sigamos haciendo la obra de Dios porque los ojos de Dios, la protección, el cuidado de Dios, su bondad, aun la sanación de parte de Dios están en nosotros. Sigamos haciendo la obra de Dios.