La Fórmula para Crecer- Pastor Alejandro Córdova

Efesios 4:11-15 “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,“.

Quiero hablarle acerca de lo que yo he titulado como “La fórmula de Dios para crecer”. ¿Sabe cuál es el mayor problema que yo veo en la mayoría de los cristianos? Este año estoy cumpliendo 30 años de ser pastor en la iglesia en Celaya. Estoy cumpliendo este año 40 años de predicar la Palabra de Dios. Si de algo yo me doy cuenta, y estoy seguro que cada uno de los pastores estará de acuerdo conmigo, es que la mayoría de los cristianos no crecen cómo Dios quiere que nosotros crezcamos. Estoy hablando en su vida espiritual, estoy hablando en ese hombre interior del cual la Palabra de Dios nos habla. La mayoría de los cristianos, ésta es la historia que ocurre con ellos: se convierten, conocen la Palabra de Dios, se emocionan con las cosas de Dios, empiezan a empaparse de las cosas de Dios, empiezan a escuchar la Palabra de Dios, empiezan a orar, empiezan a poner en práctica lo poquito que han aprendido de la Palabra de Dios, empiezan a crecer en su vida espiritual. Pero luego algo sucede, yo no sé qué y se quedan estancados y ya no siguen creciendo, ya no siguen avanzando en su vida espiritual, se quedan estancados.

La Biblia nos explica que estancamiento en el terreno espiritual en realidad es retroceso. Si no hay crecimiento, entonces hay decrecimiento, disminución y eso es lo que ocurre con la mayoría de los cristianos. El lunes que predicaba, yo daba una razón de porqué muchos cristianos dejan de crecer, endurecen su corazón, y por eso como estudiábamos en el libro de Hebreos, leíamos ahí en el capítulo 6 dice la Biblia que esos cristianos se vuelven estériles, se vuelven inútiles y qué ejemplo de eso es el pueblo de Israel. No solamente no entraron a la Tierra prometida, pero tuvieron que vagar 40 años en el desierto y ahí murieron. Eso es lo que ocurre con la mayoría de los cristianos, si en cada iglesia, cada persona que acepta a Cristo como su salvador personal creciera constantemente, y esa fuera la norma de su vida: crecer y crecer, tener una comunión más íntima con el Señor, conocer más la Palabra de Dios, obedecer todos los días al Señor, querer servir, involucrarse en la obra de Dios, ¡qué tremendas iglesias tendríamos! y ¡qué impacto tan grande hubiéramos causado ya a este mundo! Pero esa no es la historia, es un porcentaje muy pequeño de cristianos que sí crecen y la voluntad de Dios es que nosotros crezcamos.

En este pasaje que leímos dice la Biblia que Dios mismo constituyó apóstoles, constituyó profetas, Dios mismo levantó pastores, maestros, evangelistas, ¿para qué? dice que para que ayuden al cuerpo de Cristo, a la iglesia, al cristiano a crecer en su vida espiritual, para que ya no seamos niños fluctuantes, inmaduros, personas espiritualmente inmaduras, que nos quedemos estancados y por lo mismo seamos arrastrados de un lado para otro por cualquier corriente de doctrina que existe en este mundo. Insisto, desgraciadamente la mayoría de los cristianos ese es su problema, ese el principal ataque de Satanás a las iglesias de hoy en día. Por eso, quiero hablarles acerca de cuál es la fórmula de Dios, cuáles son esos ingredientes que Dios ha dejado en su Palabra para que nosotros crezcamos repetidamente y avancemos en nuestra vida espiritual.

Dios no quiere que nosotros nos quedemos estancados, inmaduros, seamos niños en nuestra vida espiritual; encontramos montones de pasajes al respecto en la Biblia. Si algo atacó el apóstol Pablo en la Iglesia de Corinto, fue eso, la inmadurez, la niñez en la cual vivían esos cristianos y ahí en la carta a los hebreos, el autor de esa carta está diciendo que debiendo ser ya maestros, todavía tienen necesidad de leche, de papilla, todavía tienen necesidad de cosas tan elementales en la vida cristiano, porque no han querido crecer. Ese es el problema en la mayoría de los cristianos. Yo decía hace poco, ninguno de los que estamos aquí podemos decir que ya hemos llegado a la meta, porque dice la Biblia que la meta es la estatura de la plenitud de Cristo. ¿Ha llegado usted ya a la meta?, ¿ya es usted como Cristo?, esa es su meta, eso es lo que Dios quiere. Por otro lado la Palabra de Dios abunda en promesas para aquellos cristianos maduros, para esos cristianos que están creciendo en su vida espiritual. La Biblia habla, por ejemplo, de una vida abundante, una vida plena, una vida realizada como seres humanos, como cristianos, como hijos de Dios, pero la mayoría de los cristianos no viven así, la mayoría de los cristianos con cualquier cosita se ofenden, cualquier cosita les sirve de tropiezo, cualquier problemita los hace caer; “¡ay! ya no voy a a ir a la iglesia, porque el Pastor no me invitó, porque el pastor no me saludó, porque el pastor no ha venido a mi casa, porque el hermano fulano de tal esto, porque la hermana fulana de tal aquello”. Todas cosas insignificantes, cosas que de ninguna manera deberían de ser tropiezo para nosotros, pero sirven de tropiezo. ¿Por qué? porque no estamos madurando, es exactamente igual que como un niño, hablando en el terreno físico un niño es inmaduro y por lo mismo ese niño es ingeneroso, ese niño llora, grita, ese niño tiene miedo porque es inmaduro.

¿Cuáles son esos ingrediente que Dios en su infinita sabiduría, ha dejado en su Palabra para que nosotros crezcamos? Son tres, no son los únicos, pero yo creo que estos son vitales. Si usted quiere crecer más vale que no solamente recuerde cuáles son estos tres ingredientes, yo le voy a dar un nombre a cada uno de ellos. Está en la Biblia, “no hay nada oculto debajo de este planeta, no hay nada nuevo”. Tenemos que estudiarlo, tenemos que aprenderlo, tenemos que tenerlo presente, tenemos que aplicarlo a nuestra vida diariamente. Si nosotros dejamos de poner en práctica, de agregar día tras día estos ingredientes que nosotros tenemos que tener presentes en nuestra vida espiritual, día tras días, semana tras semana, año tras año, siempre. Debería de ser una regla en nuestra vida, yo voy a desarrollar, yo voy a cuidar que estos ingredientes estén en mi vida, porque de otra manera no voy a crecer me voy a estancar, voy a retroceder y al fin y al cabo voy a morir. No estoy hablando de que vamos a a perder nuestra salvación, pero insisto, ¿cuántos hermanos se van de la iglesia y se van amargados? Se van totalmente envenenados y no solamente ellos, viven una vida miserable, pero que pésimo testimonio. Yo estoy seguro que si usted ha salido a ganar almas en alguna ocasión se ha encontrado a gente allá afuera; cuando tocamos una puerta que nos dicen “yo antes iba a esa iglesia, pero ya no voy porque son una bola de hipócritas”. ¡Cómo me molesta encontrar a gente que hable de esa manera! ¿Sabe por qué me molesta? porque todos en cierta forma somos hipócritas, no hay ni uno perfecto, pero la iglesia no es un museo de gente perfecta. Somos imperfectos y por eso venimos a la iglesia. El único lugar donde encontramos gente perfecta es el museo de momias de Guanajuato y en Celaya también ahí, ellos ya no pecan. Están ahí, tiesas, muertas.

¿Cuáles son esos ingredientes que necesitamos en nuestra vida espiritual para crecer? Dios quiere que nosotros crezcamos, Él no quiere que nos quedemos estancados, Él quiere que crezcamos y que crezcamos y así sucesivamente día tras día. ¿Cuáles son? mire lo que sigue diciendo en Efesios 4: 17: “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, ” cuando habla de los otros gentiles, está hablando d la gente inconversa. Dice Pablo aquí “esto digo y requiero en el Señor” que ya no andes como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente. O sea, todo lo que se les ocurre, todo lo que se les viene a la cabeza, así es como andan, todo o que escuchan, todo lo que ven, todo lo que aprenden, dice Pablo que no deben de andar de esa manera. ¿Por qué cree que Pablo le estaba diciendo esto a estos cristianos de Éfeso? yo me imagino que él se daba cuenta de que muchos de los cristianos que él conocía, a pesar de que ya eran viejos en el Evangelio, él se daba cuenta de que todavía andaban como los inconversos, hablaban como los inconversos, veían como los inconversos, actuaban como los inconversos y él menciona algunas cosas aquí.

Mire lo que dice el versículo número 17 “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente,” Y ahí es donde empieza el problema, ahí es. Usted vive de acuerdo a como usted piensa, usted habla como usted piensa. Eso es lo que dice la Biblia de la abundancia del corazón; ¿habla qué cosa? la boca, obviamente; ¿cómo va hablar usted algo que no ha pensado? va a hablar lo que piensa. Esa es la razón de porque debe de poner mucha atención a lo que usted dice. Hay gente, y lo ha escuchado anteriormente, decían conecta tu cerebro antes de hablar porque hay gente, que sí efectivamente no tiene el cerebro conectado y estoy hablando de cristianos. Hablan y hablan y dicen “es que así soy yo”, no debe de ser, eso es lo que está diciendo Pablo.

Mire como sigue hablando en el versículo número 18 : “teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;” ¿y por qué tienen el entendimiento así? porque no les ha resplandecido la luz del Evangelio, la luz de la Palabra de Dios, por eso están en tinieblas. Entendemos que la gente inconversa hable como habla, actúe como actúa, piense como piense, siente como siente, porque son inconversos, son ignorantes en su corazón hay dureza, no han aceptado la Palabra de Dios, no han nacido de nuevo, no les ha resplandecido la luz del Evangelio. Entendemos esos perfectamente bien de la gente inconversa. Peo eso yo no lo entiendo con los cristianos, porque usted y yo a conocemos la Palabra de Dios, ya tenemos el Espíritu Santo morando en nuestro corazón, ya tenemos la iglesia y venimos y escuchamos predicación, como las predicaciones que hemos escuchado en las conferencias. No me diga que Dios no le ha hablado. Si Dios no le ha hablado es porque de plano usted está muerto, ¿cómo Dios no nos va a hablar? Dios nos habla, pero que nosotros cerremos nuestros oídos, endurezcamos nuestro corazón eso es otra cosa. Eso es lo que hace la gente inconversa, por eso es que cuando usted lega y toca una puerta y le quiere regalar un folleto y le quiere hablar de la Palabra de Dios la gente dice que no quiere nada con eso, que no le interesa.

Entendemos que la gente inconversa hable de esa manera, ¿pero el cristiano? digo, si usted es hijo de Dios y se supone que aquí le estoy hablando a gente que ha nacido de nuevo, es usted hijo de Dios; ¿cuántos de los que están en a iglesia no dice “Pastor, yo ya recibí a Cristo como mi salvador personal “? Casi todos. Eso es de lo que está hablando Pablo aquí, por eso les está explicado en esta carta a estos cristianos, “ustedes no deben de andar como los inconversos, ustedes son hijos de Dios, han nacido de nuevo, tienen el Espíritu Santo morando en su corazón”. Mire lo que sigue diciendo en el versículo 19 “los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza.” Eso es lo que vemos en el mundo hoy en día, un desenfreno moral, un desenfreno espiritual y ¿cómo no? están inconversos, están muertos espiritualmente, no les importa las cosas de Dios, corren en esa carrera del desenfreno, esa es la naturaleza de la gente inconversa.

Pero mire lo que Pablo vuelve a repetir en el versículo 20 “Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo,” ustedes no han aprendido así a Cristo dice Pablo, ustedes son diferentes, ustedes han nacido de nuevo. Pero, ¿por qué encontramos a un montón de cristianos que aunque son salvos siguen viviendo como inconversos? ¿Ha conocido usted a algunos de ellos? yo sí desgraciadamente, muchos hermanos que asisten a nuestra iglesia, usted los ve y parecen inconversos. Creen que el hecho de ser cristianos nada más es venir a la iglesia, sentarse el domingo en la mañana, escuchar una predicación, salir de la iglesia y luego vivir como se le pegue la gana, ¿es eso lo que Dios quiere? claro que no.

  1. Arrepentimiento

Dios quiere que el hecho de que nosotros seamos cristianos cambie nuestra vida y la Biblia claramente lo enseña. De modo que si alguno está en Cristo es nueva criatura. Si este hermano recibió a Cristo ahí está la semilla de esa nueva naturaleza que quiere crecer, que quiere desarrollarse, que quiere hacerlo totalmente diferente. ¿Por qué no ocurre eso? porque le falta este ingrediente y esto es exactamente lo que Pablo está explicando aquí, mire lo que sigue diciendo e versículo 21 ” si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. ” Y aquí es donde empieza a hablar de ese ingrediente. Versículo 22 “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,” ¿Sabe cómo se le llama a este primer ingrediente? Arrepentimiento. ¿Qué es arrepentimiento? exactamente lo que está diciendo aquí Pablo ” En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,” mire, ¿cuánto tiempo tiene de ser cristiano? quizás 2 años ó 12 años y usted tiene 52 ó 62 ó 25 años. Quizás se convirtió a los 12 años, ¿qué no ha aprendido en esos 13 años? Viéndole la cara, podemos saber que algunos vivieron muy mal. ¿Qué no le habrá metido a su cabeza? ¿Sabe cómo le mete información a su cabeza? a través de los 5 sentidos que tiene, los ojos, los oídos, el olfato, el gusto y el tacto. Esa información que el hermano le ha metido a su cabeza allí está. Cuando él aceptó a Cristo no se salió toda esa información y dijo “ahora yo soy una persona nueva” No. Espiritualmente sí ocurrió ese nacimiento, pero como dije hace un momento, ahí está la semilla. Pero exactamente igual que la semilla necesita regarse, necesita abonarse, necesita cuidarse. La vida espiritual también. Eso es de lo que está hablando Pablo aquí, por eso es que dice “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,”

Y dice Pablo en el versículo 23 “y renovaos en el espíritu de vuestra mente,” en otras palabras, Pablo está diciendo tienes que cambiar tu manera de pensar, tienes que sanar todo aquello que le metiste y meterle nueva información. Por eso nos dejó Dios su Palabra, esto es lo que debemos de meterle; ¿pero cómo se lo metemos? yo quisiera poder tener un taladro y abrirle la cabeza a cada uno de los hermanos y quitarle toda esa basura que recibió y meterle la enseñanza de la Palabra de Dios, pero no se puede. Esa es una de las razones de por qué tenemos que venir a la iglesia, esa es una de las razones de por qué tenemos que escuchar predicación, esa es una de las razones de por qué tenemos que leer la Biblia diariamente, meternos la Palabra de Dios en la cabeza, para que al fin venga lo que la Biblia llama arrepentimiento.

¿Qué es arrepentimiento? alguien va caminando en una dirección, llega a un punto donde se arrepiente, ¿qué va a hacer? dar media vuelta. Eso es arrepentimiento, dar media vuelta, cambiar y eso es de lo que está hablando el apóstol Pablo. Arrepentimiento no es una vez y ya “ay pues yo ya me arrepentí”- sí, que bueno que se arrepintió. Se supone que usted se arrepintió en una forma general, pero, como necesitamos nosotros empezar a arrepentirnos cada día. Por eso es que cuando se hace una invitación muchos cristianos se quedan en su lugar. “Es que yo ya no necesito arrepentirme”, piensan.

Mire lo que es arrepentimiento, vaya a Lucas 15, aquí nos cuenta la parábola del hijo pródigo; Lucas 15: 11-17 : “También dijo: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle. Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos.Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba.Y volviendo en sí, dijo: !!Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!” Volviendo en sí, la utilizamos cuando una persona se desmaya, cuando una persona pierde el sentido, se desmaya decimos “volvió en sí”, exactamente eso fue lo que sucedió con el hijo pródigo, él despertó, él se dio cuenta de que era una necedad, una tontería, un error haber hecho lo que hizo. Ahora, el arrepentimiento no nada más es darse cuenta de que estamos mal, el arrepentimiento es llegar al siguiente paso. Dice el versículo número 17 -21 “Y volviendo en sí, dijo: !!Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros. Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.” Esto es arrepentimiento, un cambio de mente, un cambio en cuanto a la manera de pensar.

¿Cuántos cristianos defienden su posición a pesar de que saben que va en contra de la Palabra de Dios? -“ay, pues yo no le veo nada de malo a esto o aquello o lo otro, ustedes son exagerados”. No juzgue su criterio con nuestro criterio, mejor júzguelo con lo que la Palabra de Dios dice. Cuántos hermanos me encuentro que dicen “¡ay! ustedes dicen que no puede ir un cristiano al baile, yo no le encuentro nada malo al baile”, eso me han dicho. Nada más contéstese honestamente esta pregunta usted pudiera ir delante de Dios y decirle ¿”Señor bendice el baile a donde voy a ir, voy a bailar para tu honra y para tu gloria”? ¿Pudiera usted hacerlo honestamente? No, pero ¿por qué hay cristianos que lo siguen haciendo?, porque hay cristianos que saben que hay programas de televisión, por dar un ejemplo, que no deben de ver y lo siguen viendo? ¿Sabe por qué?, porque no se han arrepentido, el arrepentimiento es sacar todo aquello que usted ha aprendido, todo aquello que alguien le ha enseñado, porque alguien se lo enseñó y meterle la Palabra de Dios a su cabeza. Cuando un cristiano está haciendo esto continuamente y todos los días deberíamos de hacerlo, ese cristiano va a crecer y va a madurar y va a llegar a ser cada vez más y más semejante a Cristo. Pero cuando ese cristiano no lo haga, ¿ qué va a suceder con él? se va a volver un cristiano carnal. Sí, sí es cierto que es cristiano, pero es un cristiano carnal, un cristiano, mundano, un cristiano rebelde a la Palabra de Dios y ese es el problema con la mayoría de los cristianos, ahí es donde viven.

Yo estoy seguro que en esta semana Dios le mostró algunos aspectos de su vida que usted debe de cambiar, que necesita arrepentirse. Pero yo sé lo que algunos cristianos piensan porque me lo han dicho “ay pastor, eso es mucha exageración”, eso no es lo que dice la Biblia. Por eso es que el apóstol Pablo después de hablar acerca de que debemos de cambiar nuestra manera de pensar, en Efesios 4: 23 -25 “y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros“; y ahí empieza a dar una serie de ejemplos en los cuales esos cristianos deben de cambiar, de arrepentirse, ¿se ha arrepentido usted? y ¡qué fácil es volver otra vez a lo mismo!- “ay pastor, pero y ya crecí, yo ya maduré”, dicen. ¿Usted cree QUE Lot era la misma clase de persona cuando vivía con su tío Abraham que cuando se fue a vivir a Sodoma y a Gomorra?, ¿qué cree?, ¡Por supuesto que no! ¿Por qué? Porque la influencia de Abraham sobre Lot lo hizo vivir una vida totalmente diferente, porque él sabía cuál era la conducta que Dios esperaba de él y él quería vivir de esa manera, pero poco a poco se fue alejando de los caminos del Señor, hasta que terminó revolcándose ahí con los inconversos, como un perverso, como una persona que jamás hubiera conocido la Palabra de Dios. Y hay montones de cristianos así, ¿por qué? porque no se arrepienten. Usted no puede a llegar a un nivel donde diga “ya me arrepentí todo lo que necesitaba arrepentirme, así que ya problema arreglado”, no se puede. Necesitamos crecer continuamente.

  1. Discernimiento

El primer ingrediente es el arrepentimiento, el segundo ingrediente igual de importante que este primer ingrediente lo vemos en Filipenses 1:9 “Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento,” Pablo no quería que estos cristianos fueran ignorantes, él quería que ellos conocieran de la Palabra de Dios. Yo creo que cualquier pastor eso es lo que pide en oración, que los hermanos conozcan la Palabra de Dios, pero que quieran de acuerdo a la Palabra de Dios dice; versículo 10 “para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo,”¿ De qué está hablando Pablo aquí? Pablo dice que él oraba por los filipenses, para que su amor abundara en todo conocimiento a fin de que ellos aprobaran lo mejor. En otras palabras, Pablo decía “yo quiero que estos cristianos conozcan lo suficiente la Palabra de Dios para que hagan la voluntad de Dios, para que vivan de acuerdo a la voluntad de Dios, para que no se queden viviendo en su propia voluntad o en la voluntad de alguna otra persona, que hagan exactamente lo que Dios dice”. ¿Sabe cómo se le llama a eso en la Biblia? es el segundo ingrediente: discernimiento. Discernimiento es el nombre del segundo ingrediente. No solamente necesitamos arrepentimiento, si no también discernimiento. ¿Sabe por qué hay un montón de cristianos que caen y caen en el pecado? porque no entienden. Escuchábamos apenas al pastor Ezequiel Salazar hablar acerca de la tentación. Hay cristianos que a propósito se exponen a la tentación, ¿sabe por qué? porque no tienen discernimiento. “¡Ay! ¿qué de malo tiene que yo pase por la misma cantina donde antes me embriagaba?, si no me voy a meter en la cantina” Pero pasa y pasa por la misma cantina y ¿usted cree que no va a terminar metiéndose a la cantina, tan borracho como fue? ¿Sí han visto la cara de un borracho? es inconfundible.

Mire lo que dice la Biblia en Hebreos 5: 11: “Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. ” Fíjese lo que el autor de Hebreos dice en el versículo 12 : “Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.

A propósito, ¿sabe usted cómo los esquimales cazan osos? Los zoólogos, los que se dedican a estudiar a estos animales se dieron cuenta cómo es que los esquimales cazan los osos. ¿Sí saben que en el polo Norte hay osos? y esos osos llegan a medir más de 2 metros fácilmente, pesar, yo no sé 300 ó 400 kilos. Cuando un oso está bien alimentado es un animal fuerte y aún cuando está débil, pero dicen los zoólogos que los osos en el invierno se meten a sus cuevas adormir y se pasan 4 meses durmiendo, a veces 5 meses sólo durmiendo. Imagínese la cantidad de peso que pierden esos osos. Salen con un hambre feroz. Los esquimales se dieron cuenta de que los osos tienen un buen olfato, pueden oler la sangre, a kilómetros, cuando salen de la cueva después de que han dormido tanto tiempo tienen un hambre increíble. Levantan la cabeza los osos y empiezan a voltear hacia los 4 puntos cardinales, la levantan para oler el aire y ver si el aire lleva olor a sangre. Si ellos huelen sangre inmediatamente empiezan a caminar en esa dirección. Los esquimales se dieron cuenta de que a los osos les encanta la sangre; ¿cómo los cazan? cogen un cuchillo bien filoso, se dan cuenta de que ahí hay un oso, que anda buscando comida. Ese esquimal se corta la palma de su mano, deja caer unas gotas de sangre en el filo del cuchillo, entierra el cuchillo en el hielo, deja caer sangre sobre el cuchillo, el oso anda oliendo, tratando de encontrar comida, tratando de satisfacer su apetito, llega, ve la sangre, huele, sabe que ahí hay comida, empieza a lamer el cuchillo, la sangre. Sigue lamiendo cuando llega el sabor de la sangre a su paladar, él dice “aquí hay comida” y continúa lamiendo hasta que de repente cae muerto. ¿Sabe por qué cae muerto? porque él sólo se corto con el cuchillo la lengua y no se da cuenta de que la sangre que se está tragando es la sangre de él mismo. El esquimal que estaba por ahí escondido viene y se lleva a su oso muerto. Nosotros podemos decir “¡qué tonto oso!”. Es que el oso no tiene discernimiento, no tiene razonamiento, los animales operan por medio de su instinto, ellos no entienden, usted y yo sí. ¿Sabe qué muchos cristianos actúan como os osos? Igualito “no, no me va a pasar nada”, ¿no? ¿cuántos jóvenes y señoritas juegan con el pecado?. Empiezan a abrazarse, a besarse, empiezan a tocarse, ¿cómo no van a terminar cayendo e la fornicación?

Eso es exactamente de lo que está hablando el apóstol Pablo, y dice Pablo “mi oración por ustedes hermanos filipenses, es que sean llenos de todo conocimiento para que puedan discernir entre el bien y el mal, que se den cuenta donde está el peligro, para que eso suceda primero necesitamos arrepentirnos y en la medida que nosotros vayamos cambiando nuestra manera de pensar vamos a tener la suficiente madurez para discernir donde está el problema, darnos cuenta de dónde está el peligro y evitarlo y decir “yo no voy a andar por esos caminos, yo no quiero terminar destruyéndome de esa manera”. Que interesante que ahí donde Pablo dice en Filipenses 1:10-11″ : “para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.” ¿Cuándo es que va a venir el fruto en la vida de un cristiano? después de que sea lleno de ese conocimiento, después de que puede discernir bien cual es a voluntad de Dios y cual no es. Ese cristiano está creciendo, está madurando, ¿por qué? porque se ha arrepentido, porque ahora tiene discernimiento. Hay un montón de hermanos que son tan inmaduros, cosas tan sencillas no las pueden entender. Ahora, repito, si un cristiano es recién convertido, yo lo entiendo, pero no es el caso. Hay cristianos que ya tienen 10 ó 15 ó 20 años de ser salvos de asistir a la iglesia y no les ha servido de absolutamente nada. ¿Por qué? porque no se han arrepentido, porque no han llegado al discernimiento y hay otro ingrediente en el crecimiento del cristiano.

3- Sufrimiento

Vaya en su Biblia a Primera de Pedro 4:1-2: “Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios.” El tercer ingrediente se llama sufrimiento. Esa es la parte del crecimiento que no nos gusta. No nos gusta, todavía el arrepentimiento decimos que está bien, el conocimiento para llegar al discernimiento también está bien, pero el sufrimiento no nos gusta. Pero la Biblia nos dice aquí, “puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne” Cristo padeció, Cristo sufrió, dice la Biblia “Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios.“¿ Verdad que no nos gusta pensar en el sufrimiento? No queremos “¡ay no pastor, si la Biblia habla de que todo va a marchar bien, de que Dios quiere darnos esa vida abundante”, sí, sí quiere darla, pero parte del proceso del crecimiento es el sufrimiento. Y ahí es donde un montón de cristianos tropiezan, ven el sufrimiento y lejos de enfocarlo como un cristiano maduro, l o ven como un enemigo.

Yo recuerdo hace años, de una familia que conocí en una iglesia. Ellos empezaron a asistir a la iglesia fielmente, la mamá y dos niños pequeños. Toda la familia de esta mamá y de estos niños eran católicos, eran inconversos. Le empezaron a decir que era una traidora que como se iba a meter a esa iglesia, que o era lo que sus padres le habían enseñado, que no fuera malagradecida. Empezaron a poner presión, la hermana junto con sus dos hijos seguían asistiendo a la iglesia, hasta que ocurrió un accidente. Ella sin darse cuenta, en la casa donde vivía dejo abierta una llave de la estufa, el gas empezó a salir, cuando ella llegó uno de sus dos niños estaba muerto. ¿Qué fue lo que le dijo su familia? “ya ves te está castigando la virgen, porque dejaste la religión” Lo más triste es que está hermana, le hizo caso a todas esas voces y dejó las cosas de Dios.

Va a venir el sufrimiento, yo estoy seguro que en la vida de cada hermano hemos tenido que pasar por problemas y problemas dolorosos, problemas que cuando empezamos a entrar a ese tipo de cosas, nos preguntamos por qué? Dice la Biblia que nuestro señor Jesucristo ha padecido por nosotros en la carne y ¿por qué tuvo que padecer en la carne? dice “pues también ha padecido en la carne, pues quien ha padecido en la carne terminó con el pecado” Para no vivir el tiempo que resta en la carne. Y dice Pedro “armaos de ese pensamiento“. Usted decide como va a tomar ese sufrimiento. Hace 4 años me operaron de una hernia. Esa hernia había crecido tanto, que ya con cualquier esfuerzo que hacía me dolía. El doctor me dijo “si usted sigue así pastor, un día esa hernia, el intestino se va a estrangular. No solamente es peligroso eso, imagínese que en uno de os viajes que usted está haciendo, por allá se le estrangulé, tiene que ser operado de emergencia, porque si no se muere, mejor planéelo, prepárese y yo lo opero”. Así lo hice, él me operó, si usted ha sufrido una operación sabe que no es nada agradable estar en la plancha del quirófano. Y luego recuperarse él me dijo que la operación era sencilla, 3 días a lo sumo iba a estar convaleciendo y al cuarto día ya podía hacer lo que quisiera, me mintió. Yo me acuerdo que al mes tenía que caminar como viejito, no me podía sentar, no me podía parar como yo quería, sentado, acostado, caminando, de todas maneras me dolía, era terrible, pero ahora puedo cargar, ya no me duele, fue de beneficio para mí.

Es exactamente lo mismo que Dios quiere que nosotros aprendamos. Cuando entramos a un sufrimiento, una de dos, o nos hacemos más fuertes o nos hacemos más débiles, terminamos fracasando en nuestra vida y ese es el problema con muchos cristianos, viene un sufrimiento y Satanás le mete en la cabeza un montón de ideas “mira que malo es tu Dios, ira como permite que tú estés sufriendo, y todavía sales a ganar almas y lees la Biblia y tú has tratado de comportarte bien, de cambiar en tu forma de vivir, de hablar y mira que malo es Dios”. ¿No fue lo mismo que Satanás quiso hacer con Job, pero la Biblia dice que Job no le hizo caso a Satanás Job dijo “Jehová dio, Jehová quitó, sea el nombre de Jehová bendito”. Job, más fuerte, más confiado, más firme, más seguro. El sufrimiento va a venir, la gente inconversa tiene que experimentar sufrimiento, el cristiano también.

Dios jamás ha dicho que no vamos a sufrir en nuestra vida. A veces el sufrimiento más doloroso es el que más nos fortalece, es el que más nos ayuda a crecer y eso es exactamente lo que Dios quiere, por eso es que él permite el sufrimiento en nuestra vida. Para que nosotros, igual que Cristo, por lo que suframos aprendamos obediencia. Eso es lo que dice la Biblia en Hebreos 5.

¿Está usted creciendo? o está usted decreciendo? “ay es que si Dios quiere que yo crezca…” Dios quiere que usted crezca; ¿qué padre de familia no quiere que sus hijos crezcan fuertes, sanos? Dios es nuestro padre, ¿sabe por qué usted no está creciendo? porque no se está arrepintiendo y precisamente porque no se está arrepintiendo, no está madurando, no tiene discernimiento, no está conociendo de la Palabra de Dios y precisamente por eso, cuando viene el sufrimiento. Satanás inmediatamente lo hace caer y ahí se queda postrado, derrotado, desanimado. ¡Qué tremendo el mensaje acerca de Caleb! Caleb no hizo eso, Caleb dijo “Señor, yo voy a seguir adelante pase lo que pase” y ya sabemos acerca de él. Si usted tuviera que juzgar su propia vida ahorita, en este momento, ¿diría que está creciendo? ¿qué está aumentando? ¿qué es más y más semejante a Cristo hoy de lo que fue la semana, mes o año pasado? ¿O ya empezó a decaer en su vida espiritual? ¿ya empezó a disminuir en su vida cristiana? Hablen con el Señor, arrepiéntanse y estén más animados, más entusiasmados, este año de lo que fueron el año pasado. De usted depende, de nadie más con la ayuda de Dios y usted puede crecer mucho y llegar hasta donde el Señor quiere que llegue: ser más semejante a Cristo