Salmos 128:1-3 

“Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos. Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien.  Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa;”

La Biblia da una ilustración agrícola a cada miembro de la familia. Cuando un hombre teme a Dios y camina con Dios, invierte en su esposa, su esposa eventualmente se convierte en una vid fructífera, no solamente teniendo hijos sino también espiritualmente.

“Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.” O sea, está diciendo que cuando los hijos son chicos es tiempo de tenerlo alrededor socialmente de tu casa, no es tiempo de que se fueran de casa todavía, no son árboles que están listos y firmes, son plantas y uno sabe especialmente cuando un árbol es joven de debe cuidar mucho y después solito tiene una firmeza, e igualmente los hijos cuando están en la niñez es un tiempo de mucho cuidado y la Biblia está hablando de un hombre en la vida hogareña que teme a Dios.

Dice el versículo 4 “He aquí que así será bendecido el hombre que teme a Jehová.” La Biblia habla de los tres entornos de este hombre: Espiritual, en el versículo 1 dice que teme a Jehová y su vida refleja que ama a Dios porque dice que anda en sus caminos, no es un hombre que sabe mucha Biblia pero no la vive, es un hombre que su primer entorno es espiritual. También tiene su entorno hogareño. La Biblia nos dice en el versículo 3 “Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa;” y también la Biblia menciona el área laboral del hombre dice el versículo 2 “Cuando comieres el trabajo de tus manos” Tenemos aquí un reflejo de la vida del hombre que está en el lugar correcto, en la hora correcta, en la casa de Dios.

Cuando comieres el trabajo de tus manos” O sea, cuando hay un ingreso en la casa no es que el gobierno te solventa la casa, no es que estés esperando que otros te den donaciones, qué bueno que Dios te provea en momentos por la generosidad de otra persona, sin embargo la Biblia habla que la manera normal que Dios provee para una casa es por el sudor de tu rostro siendo un eléctrico, plomero, dentista, abogado, vendiendo cacahuates, pero no el domingo en la mañana hay un lugar correcto en una hora correcta. 

Dice el versículo 6 “Y veas a los hijos de tus hijos. Paz sea sobre Israel.” Es importante entender las temporadas de la vida. Hace dos años estuve en consejería con una pareja y sentí las balas de ellos. Era de esas parejas que el hombre ya no vivía con la mujer y estaba tratando de rescatar y reparar cosas y después de escuchar sus razones, llegué a este versículo y les dije: La Biblia menciona en el final de la vida de un hombre bendecido que teme a Jehová que él tiene un casa llena de hijos y nietos. ¿Qué quieren ustedes? ¿quieren divorciarse y que en tiempos navideños una parte va con la esposa y la otra con el esposo? Lo que ellos no entendieron es que lo que hacemos hoy afecta al día de mañana.

Piensa en tu vida como si fuera un año. En primavera es la primera temporada de la vida, todo está creciendo, está tomando nutrientes y está subiendo y así era como niños. Luego entra el verano caluroso pesado es un poco difícil y si tienes entre 25 y 40 años estás en el verano de tu vida. Hay mucho trabajo que hacer, es pesado, mucho sudor y es difícil, no es fácil esta etapa, teniendo hijos, levantar una familia, carrera y administrar todo eso es pesado. El otoño es cuando el cuerpo ya no rinde como antes, y todo se va al invierno, donde todo muere. 

Tenemos que considerar nuestra vida como un año. Hay temporadas que hay que saber la importancia de hacer ciertas cosas para que la última temporada sea de bendición.

Será de bendición si algún día eres ese par de viejitos sentados en una casa, con una Biblia en medio y una casa llena en tiempos navideños celebrando la gracia de Dios y viendo hijos temerosos de Dios y hasta nietos temerosos de Dios ¿No quieres ver eso en tu última temporada? ¿No conoces a muchos viejitos que lo último en su vida es muy duro por decisiones que tomaron? Hay muchos así, hay muchos que dejaron a la esposa, hay muchos que abusaron de sus hijos, y es tiempo de mucha amargura en la vida como Salomón nos dice en Eclesiastés donde nos revela lo duro de la vejez cuando sembramos incorrectamente en nuestra vida, en otras etapas y es igual, si no sembramos correctamente no podemos esperar una cosecha. Pero la cosecha de la vida es la vejez de tener tu casa pagada, tienes hijos que están caminando con el Señor, nietos que también le buscan y le sirven, pero no podemos sembrar negligencia y abuso, no podemos ignorar la necesidades de los hijos y esposa y esperar una buena cosecha después.

Nosotros crecemos en la gracia de Jesucristo. Qué bueno que no somos de la religión del hinduismo que todo es karma. Gracias a Cristo que pagó lo que merecemos. ¿Dios puede intervenir en su gracia y puede dar diferentes temporadas con gracia y bendición a pesar de los errores y fallas de nosotros? Sí, donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia. Dios puede intervenir, no estoy descartando que la Biblia está lleno de eso, pero también el libro de Proverbios es muy práctico y habla mucho de la ley de la siembra y de la cosecha: Todo lo que el hombre sembrare eso también va a cosechar. No puedo sembrar fresas y esperar papas, o sembrar ajos y esperar mangos. La vida es muy práctica cuando leemos el libro de Proverbios.

Quizás estás en el verano de tu vida, pero piensa que va a llegar el invierno ¿y qué vas a cosechar en ese tiempo?

Dice Proverbios 16:31 “Corona de honra es la vejez que se halla en el camino de justicia.” La Biblia menciona que la última etapa de vida, la vejez, y dice corona de honra es la vejez, en la versión en inglés dice la cabeza llena de canas, y especialmente a los hombres les reto a que cuando tengan canas no vayan a pintarse el pelo, somos hombres y en esta etapa cuando estás viejo, tu cabeza debe revelar una sabiduría y gente puede tomar consejo porque van a decir este hombre caminó en caminos de justicia y por lo mismo su vida es una corona de honra ¿no es de bendición ver a una persona que ha caminado muchos años con Cristo? Un hombre necesita invertir en su vida espiritual, laboral, en su esposa, en sus hijos para que su última temporada sea de bendición.

Eclesiastés 12:1 dice: Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento; Salomón que nos escribió: “Corona de honra es la vejez que se halla en el camino de justicia.” ¿vivió esa vida? No. Salomón empezó a dar su corazón a muchas mujeres y luego a dioses y estaba como un hombre de tercera edad diciendo: Mientras eres más joven cuida tu corazón para temer a Dios porque si no lo haces va a venir una temporada en que vas a decir no tengo contentamiento.

Físicamente nos va a acontecer a todos, no importa cuanta Biblia leas algún día vas a tener menos dientes y más canas. Salomón está refiriendo a un momento emocional cuando llegas a la vejez por decisiones anteriores no tengo contentamiento. ¿Eso tiene que ser la vida? No tienes que tener esa experiencia porque puedes ser un hombre bienaventurado, que camina con Dios y está lleno de muchas bendiciones.

Salmos 127:3 y 5 dice: “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.” “Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos;No será avergonzado Cuando hablare con los enemigos en la puerta.” Un hijo es una herencia, la herencia es cuando un padre muere y se lo da a su hijo para que lo cuide. La Biblia dice que nuestros hijos son regalo de Dios pero son como herencia. ¿Una herencia viene lista, arada y preparada? No, es algo que necesitas arar, plantar, regar y después de algo de tiempo, disfrutar una cosecha. La temporada de criar a los hijos cuando son chicos no es una temporada muy fácil. Los niños no nacen independientes.

Quiero dar unos consejos primeramente a los hombres. Hay un orden en la vida de un hombre. Salmos 128:1 dice Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, La primera relación que este hombre cuida es su relación con Dios y la mejor manera de cuidarla es temiendo a Dios, no cambiando Su Palabra, no diciendo que la Biblia es anticuada, sino que es temeroso de Dios, esperando en Dios y viviendo una vida que refleja que Dios es su temor. Esa es la idea.

“Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.” La primera persona que debes cuidar después de tu relación con Dios es tu esposa, antes que los hijos. Hay un gran error en toda cultura, que a veces los hijos nacen y se convierten en el enfoque total de toda la familia, todo lo que el hijo quiere y uno está en el hijo entrenandolo a ser un monstruo, manipulador, pero lo que tenemos en la Biblia es esta enseñanza del hombre que cuida el corazón de su esposa.

Dice el versículo 2 “Cuando comieres el trabajo de tus manos,” Cuando estás en la etapa de 25 a 45 años tienes muchas actividades como hombre, tu carrera, trabajo, ¿eso cuantas horas consume de tu semana? ¿Es malo trabajar? No, pero a la vez cuando estamos en esa etapa tenemos tres grandes cosas: El trabajo, esposa e hijos ya después en otra etapa, los hijos se fueron, estamos jubilados y muchos dicen en otra etapa “cuidaré a mi esposa”, cuídala ahora para que después la cuides más y el versículo 3 dice: “Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa;” En los tiempos bíblicos los hombres cuidaban mucho a sus viñas, estaba seguros que la regaban, para protegerlos de las zorras tenían personas que vigilaban, cuidaban mucho su viña e igualmente el hombre debe cuidar el corazón de su esposa y no por causa del trabajo o de tener hijos poner a su esposa al lado, ¿de qué me sirve levantar una tremenda empresa, de tener a hijos con las mejores notas pero si mi esposa y yo no hablamos? No sirve de nada esa vida. Hay que tener ese orden y estar sembrando. 

Cuando la Biblia dice “Tu mujer será como vid” ¿Que es una vid? ¿Es una planta maciza o frágil? Es frágil, ¿puedes ignorar tu viña y que pueda producir las uvas que uno espera? No.

Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa;” Esta mujer es una mujer de casa, pero el hombre tiene un buen ambiente en esa casa, la cuida mucho y está llevando fruto dentro de su propia casa. Una mujer debe y puede florecer en su vida como madre, como esposa, estando dentro de la casa.

Dice Salmos 80:8 y 11 “Hiciste venir una vid de Egipto; Echaste las naciones, y la plantaste.” “Extendió sus vástagos hasta el mar, Y hasta el río sus renuevos.” Esta viña se extendió, hay hombres tan machistas que ni la esposa puede salir a comprar elotes si no está acompañada por el hombre y típicamente es un hombre inseguro, pero esta mujer por la inversión de su esposo es fructífera y se extiende. Israel se compara en el libro de Jeremías como esposa de Jehová, la iglesia también es la esposa de Jesucristo. ¿La iglesia se ha extendido? ¿Ha impactado este mundo para bien? Gloria a Dios que el evangelio se ha extendido a muchas partes porque el esposo cuida a su esposa y muchos hombres se sienten amenazados porque si invierten en su esposa se va a volver encima y le va a quitar todo, ¡No!, debes pasar tiempo con tu esposa, orar por tu esposa, tener altar en tu casa, ser un hombre que invierte y cuida el corazón de tu esposa. Muchos hombres cuidan su negocio, su auto y poco cuidan a su esposa, tiene un auto muy brilloso y una esposa muy aplastada por la vida porque no la cuida, pero su esposa puede ser muy bendecida y fructífera.

Cuida a tu esposa, y segundo guárdate de ser un trabajolico. ¿Es masculino y correcto que un hombre tenga un trabajo? Sí, es bueno pero se puede ir a algún extremo donde mal entendemos. A veces mal entendemos que el mayor temor de nuestra esposa es vivir clase mediana y no es; el mayor temor de una esposa es estar casada con un hombre que no tienen convivencia con ella, la soledad amenaza y preocupa el corazón de una esposa.

Eclesiastés 4:8 nos dice: Está un hombre solo y sin sucesor, que no tiene hijo ni hermano; pero nunca cesa de trabajar, ni sus ojos se sacian de sus riquezas, ni se pregunta: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y duro trabajo. ¿Está describiendo a un hombre adicto a su trabajo? Sí y ¿de qué bien está defraudando su alma? De tener una vida hogareña y familiar, tiene todo al revés, él vive para trabajar en lugar de trabajar para vivir y eso es importante, que es un medio y que es un destino en la vida. El trabajo no es el destino, debe ser un medio para solventar la casa para poder diezmar y honrar a Dios a través de las primicias de todos los frutos y de tener hijos que confíen en un padre, eso es la chamba, pero este hombre no tiene un sucesor, el trabaja 60 u 80 horas por semana y él defrauda su alma de todo bien simplemente para poder trabajar y tú puedes meterte en la máquina de un trabajo y hacer lo mismo y nunca poder preguntarte ¿por qué trabajo? Este hombre se olvidó de todo.

Dice Eclesiastés 5:10 El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad. Nunca va a estar satisfecho, e igual con el trabajo nunca vamos a estar totalmente satisfechos con el trabajo que realizamos ni con la cantidad de dinero que se va generando. Cuando generamos más dinero, ¿qué pasa con ese dinero? Dice el versículo 11 cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los consumen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos?” Este hombre está en tiempo de sembrar en la vida de su esposa e hijos y no invierte en ellos y tiene un montón de trabajo, montón de personas que le quitan el dinero que genera y se olvida de una verdad: Hay un mal doloroso que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por sus dueños para su mal;  las cuales se pierden en malas ocupaciones, y a los hijos que engendraron, nada les queda en la mano.

Defrauda su vida, no pasa tiempo con la familia, entonces, tiene un hijo, nunca tuvo tiempo de enseñarle los caminos de Dios, su hijo se queda con un montón de dinero y ¿qué pasa con un hijo que tiene un montón de dinero, pero no tiene  carácter? Lo va a desperdiciar, y todo ese trabajo llegó a ser una vanidad.

Pero lo que Dios tiene para nosotros es algo diferente, dice el versículo 19 Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios. Dios nos dice: “Esa es la vida que estoy diseñando para ti.” No es una vida de adicción al trabajo donde se está ausente en momentos muy cruciales en la vida de la esposa y de los hijos sino que está invirtiendo en ellos y al final de la vida, hay una casa, hay dinero ahorrado, no está robando o apostando para poder solventar la vida, tiene alrededor de su casa una mujer que es como una vid que produce frutos y ve a sus hijos y a los hijos de tus hijos ¿Quieres eso para tu vejez? ¿Quieres que la última temporada de la vida así sea? Yo si deseo eso, pero no puedo esperar esto si soy negligente de mi esposa, o adicto al trabajo en esta temporada.

Quiero avisar a los hombres de esto y que Dios nos ayude a entender las diferentes temporadas de la vida y que seas ese viejito, que tengas en tu casa 17 nietecitos corriendo por todos lados haciendo locuras y amando a Dios. Esa es la idea.