Ganar almas

1 Timoteo 1:12-20

12 “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, 

13 habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. 

14 Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús. 

15 Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. 

16 Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna. 

17 Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

18 Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia, 

19 manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos, 

20 de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar.”

¿Qué significa ganar almas?

Dice 1 Timoteo 1:15 “ Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. ” Mateo 18:11 dice: “Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.” Dice Mateo 16:26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Lucas 9:56 dice: porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea. Dice Lucas 19:10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.Juan 12:47 dice: Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.

Hebreos 7:25 dice: por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.Vamos a ir viendo cómo ganar almas, pero necesitamos definir las bases, qué hace la sangre de Cristo por nosotros y luego, la parte práctica de cómo ganamos almas y este versículo, sería bueno que lo marcara en su Biblia porque es un versículo de seguridad de salvación dice: por lo cual puede también salvar perpetuamente […] Aquí entra la parte de que la salvación no se pierde. No es que estamos alcanzando la salvación, en el sentido en que tenemos que hacer algo para ser salvos.

Cuando gano almas, les empiezo a presentar el plan de salvación y empiezo con el ejemplo de los dos malhechores. Uno fue crucificado a la derecha y otro a la izquierda, y uno de ellos se burlaba, de hecho los dos se burlaron en un inicio, pero después vemos que uno de ellos cae en convicción y es salvo. Uso este ejemplo, porque muchos conocen la muerte de Jesús y más que ya casi viene semana santa. Jesús no le dijo al malhechor que se tenía que bajar para hacer buenas obras o bautizarse, o congregarse en cierta iglesia, entonces ahí podemos ver que la salvación no es por obras, ni por el bautismo, ni por congregarse en una iglesia; la iglesia no salva, el que usted venga domingo a domingo no le da la salvación; es una decisión personal.

Hebreos 7:25 dice: por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.La salvación es para toda la eternidad. El Señor Jesús es nuestro único intercesor. No hay otra forma para ir al cielo. La virgen no puede interceder por nosotros, tampoco un santo. El único que salva es el Señor Jesús y lo podemos ver en la crucifixión. Había centuriones, soldados, algunas Marías, y sabemos que ahí estaba presente María y el Señor Jesús no le dijo “Dile a mi mamá que te perdone” o “Dile a ella para que después me diga a mí, y luego yo a Dios.” El malhechor reconoció que la única persona que lo podía salvar era el Señor Jesús. Podemos ver el proceso de salvación ahí, que nosotros los desglosamos para que se entienda, pero el malhechor reconoció que era pecador, reconoció que si moría en su condición iba a ir al infierno, por eso se arrepintió y le pidió la salvación al Señor Jesús.

Mateo 4:19 dice:Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.” 

Un ganador de almas es un hijo de Dios que ha hecho del “ganar” en su estilo de vida. Cuando somos salvos, somos convertidos y ¿de qué somos salvos? Del infierno. Si vamos a ganar almas, ¿de dónde la estamos ganando? Del infierno. Dice un versículo “Arrebatándolos del infierno”.

De acuerdo a la Palabra de Dios, ¿Qué significa ganar almas? Arrebatarlos del infierno. Rescatándolos de que vayan a un lugar de condenación.

En nuestra sociedad tenemos un sistema de justicia, que si sirve o no, tenemos una ley. Si yo robo ¿Qué me va a pasar? Voy a ir a la cárcel. Y ¿qué pasa con la gente que tiene que ir a la cárcel? No quieren ir ahí, por eso se escapan. Y, ¿cree que la gente quiera ir al infierno? No. Somos los mensajeros, somos instrumentos, si bien no somos los que salvamos, somos los instrumentos.

Judas 1:23 dice: A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.Debemos tener misericordia, ir y alcanzar las almas para Cristo.

¿Por qué debemos ganar almas? 

Porque es un mandato. Si usted no sale a ganar almas, usted está en pecado, está desobedeciendo una orden directa de Dios.  Mateo 10:7 dice: Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.

Los verbos en imperativos es uno de los tres modos de conjugar verbos. El imperativo se utiliza para expresar deseos, órdenes o pedidos, y cuando terminan en d es un Imperativo positivo, expresa una orden; no es una sugerencia, es una orden. Este versículo habla de la misión de los doce, dice: Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. 

Marcos 16:15 dice: Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El ir y ganar almas, no es ir acompañado e ir platicando, eso no es salir a ganar almas, eso es salir y contar el chisme. Predicar el evangelio es ir, y hablarle a una persona. Es un mandato, no una conferencia. Si usted es salvo y no va a ganar almas está en pecado. Podemos caer en muchas excusas, pero para Dios no hay excusas, podemos decir que el trabajo, que nos sentimos mal, pero si nos sentimos mal y tenemos hambre, salimos a comer y ahí sí vamos, pero para Dios muchas veces buscamos excusas. 

Dice Tito 1:3 y a su debido tiempo manifestó su palabra por medio de la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios nuestro Salvador,¿Es una sugerencia? No. Es un mandato de parte de Dios, nuestro Salvador.

La Biblia dice en 1 Timoteo 1:15 Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.Si usted es un pecador y ya es salvo, ahora tiene que ir a ganar almas. ¿Por qué debemos ganar almas? Porque el Señor Jesús fue un ganador de almas. Él quería que todos fueran al cielo. De hecho, el Señor Jesús habló más del infierno que del mismo cielo, advirtió más del infierno que de todas las maravillas del cielo; y si Él lo hizo, nosotros también lo debemos hacer.

Lucas 19:10 dice Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. ” ¿Qué estaba haciendo Él? Estaba ganando almas. 

Dice Marcos 8:36 Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? Porque ¿qué aprovecha que un hombre se haga millonario y vaya al infierno? No aprovecha nada. Debemos ganar almas porque las almas son importantes para Dios. No hay nada más valioso ni importante que las almas. Entonces, si para Dios las almas son más importantes que todas las riquezas, que toda la fama, la gloria, la honra, ¿por qué debemos ganar almas? Porque las almas son importantes para Dios.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16). Dice la Biblia que su amor es infinito que dio a su único Hijo. Supongamos que su hijo es la cura para el Covid para todo el mundo, ¿lo daría? No. Si Dios mismo dio a su Hijo, usted puede dar un poco de su tiempo, pero si no lo está dando está siendo un malagradecido. 

Si usted diera a su hijo y después todos nosotros dijéramos: Ya sacrificaron a su hijo, ya le sacaron la sangre, le hicieron las pruebas, ahora ya tenemos la cura del covid y suponga que alguien dice: “Yo me curé porque me tomé un mejoralito y con eso me sané.” Ese alguien sería alguien malagradecido. ¿Y qué pasaría si ese alguien le escupe, le hace caras? Eso sería peor, porque ya usted dio a su hijo. Ahora esto lo ponemos humanamente pero a veces no entendemos, no cuantificamos o no analizamos lo que Dios hizo con nosotros. Dios mandó a su único Hijo a morir por nosotros para que tuviéramos entrada al cielo y tenemos entrada al cielo, somos salvos, pero somos malagradecidos porque no salimos a ganar almas, no obedecemos a Dios, no pasamos tiempo con Dios, no hacemos lo que Dios nos mandó y aun así Dios en su misericordia y amor, nos bendice, pero somos tan malagradecidos que venimos a ganar almas cuando queremos, cuando nos caemos de la cama, cuando es un propósito de año y venimos una vez y luego ya no.

Somos tan malagradecidos que ni porque Dios nos dio la salvación, salimos a compartir el evangelio y ni aun así se lo compartimos a nuestros familiares, a nuestros amigos, a nuestros vecinos. Estamos viendo que están yendo rumbo al infierno y no decimos nada. Dice la Biblia si nosotros siendo malos sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más nuestro Padre? Si salimos a ganar almas, obedecemos a Dios en cada uno de sus mandatos Dios nos ha dado algo bien grande, Él nos da bendiciones, de su gracia y aun así seguimos con nuestra ingratitud. Le animo a que gane almas.