¿Qué significa dedicar a nuestros hijos a Jehová?

1 Samuel 1:9-11

9 “Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo; y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová,

10 ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente.

11 E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.”

Tomamos estos versículos como base en cuanto a la dedicación de nuestros hijos y tenemos este tiempo especial en donde pasamos a los papás y a sus hijos que normalmente son de un año para abajo. La Biblia no nos dice pero no queremos que el papá o la mamá vengan con un niñote de 5 o 10 años sino que queremos dedicarlos cuando apenas han nacido. Dice la Biblia que los traían al templo a los 8 días y los dedicaban y daban gracias al Señor.

Ana está pidiéndole a Dios un hijo porque ella es estéril y entonces va al templo de Jehová y le pide a Dios que le conceda tener un hijo.

La dedicación es un tiempo para recordar a los papás que tenemos un gran responsabilidad de parte de Dios hacia nuestros hijos para guiarlos en los caminos de Dios, pero no solamente es un tiempo o un día en donde decimos “pues ya traje a mi hijo, ya lo dediqué, tenía tres meses ya el pastor oró y de maner mágica porque el pastor oró, mi hijo va a servir a Dios”. Pensamos que como ya dedicamos a nuestros hijos y son del Señor, Dios los va a bendecir y cuidar y no. Quizás no nos comprometemos tanto de decirle al Señor de que los use más adelante pero si queremos que Dios los bendiga. Entonces Ana estaba afligida y estaba orando a Dios. Estaba orando de una manera especial en el versículo 10 dice “ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente. ” y la palabra amargura es la palabra Mara que significa no solo amargura sino también dolor. De tal manera que Ana no estaba orando con amargura contra Dios sino esta orando con dolor en su corazón y ¿como sabemos que esta orando con dolor? porque dice la Biblia en el siguiente versículo “E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.” Ana no estaba amargada pero sí tenía una carga y un pesar en el corazón. ¿Que significa dedicar a nuestros hijos?

1. Dedicar a nuestros hijos es orar por ellos todos los días

Significa orar por ellos y no solamente orar por ellos sino orar todos los días. El versículo 10 dice “ella con amargura de alma oró a Jehová” Ana oró con dolor y con pesar en su corazón. Ella tenía tristeza, dolor porque los otros hijos de Penina quizá no servían a Dios como debían, los hijos de Elí eran unos desordenados y además tenía dolor en su corazón porque la Palabra de Dios escaseaba y no había suficientes hombres predicando la Palabra de Dios. Cuando nosotros vemos esa necesidad tan grande e importante debería de haber una carga y dolor en nuestro corazón. Debería de haber una carga cuando no hay suficientes misioneros es Nepal, en India, en China, en Tailandia. Y Ana tenía un dolor en su corazón y por eso ella estaba orando con dolor. Dice 1 Samuel 3:1 “El joven Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia. De tal manera que escaseaba porque no había visión, porque había pecado y porque no había suficientes predicadores. Debemos de tener unos ojos como Ana que cuando estamos viendo este mundo lleno de maldad y que la Palabra de Dios no está siendo predicada, que nosotros tengamos dolor en nuestro corazón. 

Ana oró con dolor y una carga pero también oró con lágrimas. Salmos 6:6 dice, Me he consumido a fuerza de gemir; Todas las noches inundo de llanto mi lecho, Riego mi cama con mis lágrimas.Dios escucha la oración con lágrimas, que interesante. Dice Salmos 39:12 Oye mi oración, oh Jehová, y escucha mi clamor. No calles ante mis lágrimas; Porque forastero soy para ti, Y advenedizo, como todos mis padres. Podemos orar con lágrimas por nuestros hijos. Ana oró con lágrimas, ella oró de una manera ferviente. Dios escucha la oración ferviente del justo.

2 Reyes 20:1-3 dice “En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás. Entonces él volvió su rostro a la pared, y oró a Jehová y dijo: Te ruego, oh Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro.” Que importante es andar en verdad y con corazón íntegro y decirle al Señor que estamos viviendo para él y estamos buscando su rostro y corazón, oídos y ojos íntegros, manos puras y así era el corazón de este rey. Ezequías quería vivir, le gustaba su trabajo de rey y entonces Isaías iba caminando por el patio y cuando iba a la mitad se oye una voz del cielo, era Dios y se regresó para llevarle buenas noticias a Ezequías “Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová.” Dios lo sanó. ¡Qué bendición que Dios escucha nuestra oración! pero de ninguna manera debemos de amargarnos hay que orar, esperar y tener fe. Dios determina su voluntad en nosotros. De tal manera que Ana oró con un corazón de dolor, de lágrimas y constantemente. Dice 1 Samuel 1:27 Por este niño oraba, No sólo oró por esa ocasión sino que oraba y oraba y Dios le dio lo que pidió. Ana oró con fe, porque ella no oró por una niña sino por un varón porque lo necesitaba llevar a la casa de Jehová, que se quedara allí y ella quería que él le sirviera a Dios. Ella sabía que Jehová había contestado su oración. 

2. Dedicar a nuestros hijos es traerlos a la iglesia

Ana le enseñó a Samuel lo importante que era ir a la iglesia. Dice 1 Samuel 1:24-25 “Después que lo hubo destetado, lo llevó consigo, con tres becerros, un efa de harina, y una vasija de vino, y lo trajo a la casa de Jehová en Silo; y el niño era pequeño. Y matando el becerro, trajeron el niño a Elí.” Ana trajo a Samuel a la casa de Jehová en Silo. No le preguntó “¿quieres ir a la iglesia? ¿te quieres quedar con este viejo pastor?” No le dio opciones, lo llevó y punto y tú papá y mamá le quitas importancia a la iglesia y a las cosas de Dios cuando dejas de venir a la iglesia. Es importante que traigamos a nuestros hijos a la iglesia. No solo decirles “Vayan ustedes, ahorita los alcanzamos”. y luego no llegamos.

Joven y señorita aprendan a llegar temprano a la iglesia aun cuando papá y mamá no vengan. Tenemos que hacer de la iglesia algo importante y la iglesia no solo es algo importante, no solamente es bien importante sino es super muy importante, tan importante que la Biblia dice en Efesios que Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella. Cuando Cristo dio su vida en la cruz y se entregó en la cruz no dijo “¡Ay! ¿por la iglesia? mejor no” sino que Cristo amó a la iglesia y se entregó. 

Ana también le enseñó a Samuel lo importante que era dar en la iglesia. 1 Samuel 1:24 dice
Después que lo hubo destetado, lo llevó consigo, con tres becerros, un efa de harina, y una vasija de vino, y lo trajo a la casa de Jehová en Silo; y el niño era pequeño. Ana llegó con tres becerros, con una efa de harina, con una vasija de vino y trajeron eso en ofrenda a la casas de Jehová. Cuando ellos iban a la casas de Jehová quizás pensó Samuel que era eso, ellos tenían que llevar lo que le correspondía a Dios. Trajeron 3 becerritos y si cada becerro costaba $10,000 estaba llevando $30,000 y no creo que era poquita harina sino mucha y un buen vino y luego mataron el becerro y hubo fiesta y alegría y trajeron al niño a Elí. Ana le enseñó a Samuel no solo lo importante que era venir a la iglesia sino dar de manera sacrificial. Samuel vio el corazón de su mamá al traer esto. 

También ella le enseñó a Samuel lo importante que era obedecer al pastor de la iglesia. Dice 1 Samuel 3:4-5 “Jehová llamó a Samuel; y él respondió: Heme aquí. Y corriendo luego a Elí, dijo: Heme aquí; ¿para qué me llamaste? Y Elí le dijo: Yo no he llamado; vuelve y acuéstate. Y él se volvió y se acostó.” ¿Sabes que había en el corazón de Samuel? una obediencia hacia el pastor y lo obedecía porque Ana a pesar de que Elí le había llamado borracha, Ana nunca le dijo a Samuel “este pastor con el que tú vas me dice de cosas, me llama borracha y me ha insultado y te voy a llevar a esa iglesia y tengo una amargura contra ese pastor” sino que Ana no tenía amargura y le enseñó a su hijo “cuando llegues ahí, vas a obedecer a Elí”. Y cuando Samuel llegó, Dios le llamó pero pensó que era Elí y fue con Elí tres veces y a la cuarta vez Elí supo que era Dios y Dios finalmente habló con Samuel. 

Dedicar a nuestros hijos es orar por ellos, es traerlos a la iglesia, enseñarles a venir, a dar y obedecer, pero también obedecer la Palabra de Dios. Hay que enseñar a nuestros hijos a que obedezcan la Palabra de Dios. Cuando Dios habló Samuel dijo “habla porque tu siervo oye, estoy listo y dispuesto a obedecer cualquier cosa que tu mandes.”

3. Dedicar a nuestros hijos es darlos a Dios completamente

1 Samuel 1:11 E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza.Ana no estaba exigiendo y nosotros no podemos exigirle a Dios, le podemos decir te ruego porque estamos implorando. La palabra ‘dedicare’ es la palabra natán y significa dar. De tal manera que Ana le dijo a Dios que si él le daba ella se lo daba a él. Eso era la dedicación. Es decirle al Señor “Gracias por mi hijo o mi hija pero yo te lo entrego a ti y haz lo que tu quieras”. No es solamente venir y tomarnos una foto y orar por el o la bebé y ya se acabó la responsabilidad como papá sino que apenas nos estamos dando cuenta de la responsabilidad que tenemos como papás. Ana dio y cumplió ese voto y se lo dio a Dios y dice 1 Samuel 2:21 Y visitó Jehová a Ana, y ella concibió, y dio a luz tres hijos y dos hijas. Y el joven Samuel crecía delante de Jehová. Tuvo seis hijos. Pero Quizás al principio Penina le decía. “Ni tienes hijos y el que nació ¿lo vas a llevar al templo? Estás perdiendo la razón mejor que sea un rockero profesional. Estás loca Ana. No sé que habrá dicho Penina pero a veces eso es lo que nos dice el mundo. Pero Ana cumplió su voto. Hay que darlos a Dios completamente. 

El darlos a Dios no es traerlos solo una ocasión y ya, sino instruirlos de tal manera que ellos sirvan a Dios toda su vida. Proverbios 22: 6 “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. Hay que darlos también de tal manera que haya una diferencia en sus vidas. Dice la última parte de 1 Samuel 1:1 y no pasará navaja sobre su cabeza. De la misma manera que Sansón era Samuel. No solamente había algo diferente en su corazón sino que también había algo diferente en él. Y creo que los jóvenes de hoy deben de mostrar que hay una diferencia en sus vidas. Había algo diferente en el aspecto de Samuel, no se parecía a los demas jóvenes, no bebía, ni fumaba, no se iba a fiestas, no era parrandero, ni drogadicto, ni tatuado, ni decía palabras obscenas, ni chistes rojos como los demas jóvenes, había una gran diferencia en el aspecto, en el hablar, en el vestir y en los modales de Samuel porque era apartado para Dios.

Cuando Ana dio a su hijo y lo dedicó le dijo que ya era tiempo de llevarlo a Silo. Se fueron caminando y no le dijo “¿quieres?” Lo entregó en manos de alguien que ella hubiera podido haber dicho “mi pobre hijito.” No lo tuvo en casa hasta los 50 años como un hijo nini sino que se lo llevó después de haber sido destetado y ella no sabía que iba a hacer Dios con él, ni tenía la más remota idea que iba a hacer Dios. Ella dijo “soy una sierva y si Dios usa a mi hijo como un siervo en la casa de Jehová y que él sea el que apaga las lámparas del templo y cierra las puertas, con eso me doy por satisfecha” pero cuán grande fue la sorpresa de Ana. Samuel terminó siendo el profeta más importante en Israel. Dice 1 Samuel 3:19 Y Samuel creció, y Jehová estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras.  En otras palabras todo lo que profetizaba Samuel se cumplía. Cuando dijeron que el mundo se iba a acabar el 20 de mayo y llegó el 20 de mayo y nada pasó. Cuando dijeron que Jesús iba a regresar en el año 1914 y no pasó nada pero cuando Samuel decía algo se cumplía. y dicen los versículos siguientes “Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, conoció que Samuel era fiel profeta de Jehová. Y Jehová volvió a aparecer en Silo; porque Jehová se manifestó a Samuel en Silo por la palabra de Jehová.” Dios terminó usando a Samuel de una manera increíble todo porque Ana lo dedicó a Jehová.

Cada vez que Samuel profetizaba Ana estaba bien contenta de cómo Dios estaba usando a su hijo. Eso es dedicarlos a Jehová, que Dios haga de nuestros hijos lo que él quiera de ellos.