Vive una Vida Ordenada por Dios

Proverbios 21:29

“El hombre impío endurece su rostro; Mas el recto ordena sus caminos.”

En ocasiones nos damos cuenta que necesitamos hacer cambios en nuestras vidas. Llegamos a un punto donde nos sentimos estancados o quizás sentimos en nuestro corazón cierta tristeza o estamos pasando un momento difícil y consideramos que es necesario hacer ciertos ajustes o cambios en nuestras vidas. Ponemos en orden (para tratar de solucionar esas cosas que están siendo afectadas) nuestras finanzas, nuestros hábitos alimenticios, nuestra relaciones con otras personas, tratamos de ajustar asuntos con los hijos o la esposa, en fin, ordenamos tantos asuntos y áreas en nuestra vidas para mejorar nuestra situación, nuestra calidad de vida, nuestra relación con los demás y según nosotros ordenamos lo necesario lo que a nuestro parecer era lo que necesitaba un ajuste, pero nos damos cuenta que a pesar de esos cambios todo sigue igual o que probablemente funcionó por cierto tiempo, pero hemos caído en el mismo asunto que quisimos ordenar, seguimos con tristeza, con vacío en nuestro corazón, con preocupaciones, con amargura, seguimos batallando con el pecado y nos damos cuenta que el ajuste no funcionó. Pero como siempre dejamos a un lado lo más importante: Dios. Se nos olvidó que los problemas o el mayor problema o la raíz del problema es porque arreglamos todo pero no le dimos el orden correcto a Dios. No le damos el lugar que a Dios le corresponde, no quisimos considerar que Dios necesitaba ocupar el lugar de mayor importancia en nuestras vidas.

¿Por qué entonces, después de según nosotros ordenar las cosas todo sigue igual? Porque a Dios no le dimos el lugar que le correspondía, porque acomodamos todo pero se nos olvidó que Dios necesita, quiere y debe ocupar el primer lugar en nuestras vidas, porque ordenamos muchas cosas en nuestras vidas, pero Dios quedó en el último lugar de nuestra lista. Las cosas nunca van a marchar correctamente cuando Dios no ocupa el primer lugar en nuestras vidas.

Para poder tener la bendición de Dios en nuestras vidas y en orden, Dios debe ocupar el debido orden en nuestras vidas. Dios es un Dios de orden y así fue desde el principio de la creación. En Génesis 1 dice que la tierra estaba desordenada. En Proverbios 8:30 dice: “Con él estaba yo ordenándolo todo, Y era su delicia de día en día,” Está hablando de la sabiduría pero personificando al Señor Jesucristo. La palabra ordenándolo viene de una palabra en griego que significa artesano y esto nos enseña mucho en relación a que Dios ordena todo, a un cuando Dios nos creó, nos creó con propósito.

En 2 Reyes 20:1 nos habla de la enfermedad que vino al rey Ezequías. Isaías le dijo: ordena tu casa porque morirás.” Y Dios le da esta profecía a Ezequías y él ruega que Dios le dé más años y Dios escuchó su oración.

Muchas veces tratamos de ordenar nuestras vidas y le damos ajustes, pero Dios sigue ocupando el último lugar. Si Dios no ocupa el primer lugar en tu vida, Dios ocupa el último lugar. La palabra de Dios dice: Tú no puedes amar a dos señores porque amarás a uno y aborrecerás al otro. No dice: porque amarás a uno y al otro lo vas a querer. La palabra de Dios es muy clara en prioridades. No puedes decir que has ordenado ciertas áreas y asuntos en tu vida dejando a Dios en el último lugar de tu vida, eso no puede ser posible. Ordena tu vida de acuerdo a Dios y si así lo haces, Él debe ocupar el primer lugar en tu vida. 

Para poder ordenar las cosas necesitamos entender qué quiere decir ordenar. Ordenar, según el diccionario quiere decir colocar de acuerdo a un plan o de modo conveniente. De acuerdo a esta definición hay que entender que Dios tiene un plan para ti y Él sabe lo que te conviene. Entendiendo esto, así es como debemos ordenar nuestras vidas. La regla perfecta para ordenar nuestra vida es según Dios. Dios tiene un plan para ti.

Proverbios 21:29 dice: “El hombre impío endurece su rostro; Mas el recto ordena sus caminos.” Por ignorar esta definición (ordenar) tan simple y aplicarla a nuestra vida espiritual estamos viviendo vidas en total desorden. Matrimonios en desorden, donde quien tiene los pantalones en la casa es la mujer. No estamos diciendo que la esposa no tiene autoridad. Dios nos ha dado responsabilidades diferentes, pero todos somos iguales. Así que esposo, no tienes que ser un patán porque según tú tienes los pantalones. Haz lo que te dice Cristo. Ama a tu esposa, hazla sentir como una reina, entonces va a actuar como una reina. 

Vivimos en total desorden. Los hijos hacen lo que se le da su regalada gana, pero eso sí llegan a  la iglesia y cantan “Santo, Santo, Santo…” porque no entendemos la definición de orden y que la regla para ordenar nuestras vidas es Dios. Recuerda: Dios tiene un plan para ti y Él sabe lo que te conviene. No tu cochino horóscopo que lees cada mañana.

Tienes que ordenar tu vida porque el desorden es peligroso. Dice Salmos 106:13-15 “Bien pronto olvidaron sus obras; No esperaron su consejo. Se entregaron a un deseo desordenado en el desierto; Y tentaron a Dios en la soledad. Y él les dio lo que pidieron; Mas envió mortandad sobre ellos.”  El pueblo de Israel se entregó a un deseo desordenado. ¿Tenía algo de malo desear carne? El pueblo quería carne, pero en ese momento no era un deseo correcto era un deseo desordenado porque para Dios no era el tiempo, Dios les estaba proveyendo, pero ellos tenían un deseo desordenado, y Dios les dio lo que pidieron. ¿El desorden es peligroso? sí. Los chamacos de primaria ya tienen novio. Hay unos que tienen 30 años y todavía no tienen la capacidad para andar de novios. Para casarte debes estar mental, emocional, física, espiritual y económicamente preparado. Hay unos que a los 12 ya están físicamente preparados, pero intelectualmente están muy sonsos. 

Joven, si estás pretendiendo a alguien y papi y mami te dicen que con esa no y tú dices ¿Por qué no? Papi y mami te están diciendo que no. ¿Qué más quieres? No vivas en desorden. Cuando te saltas la autoridad que Dios ha provisto para tu vida, para guía y protección vas a estar caminando en desorden. Y el desorden es peligroso. Dice la Biblia “Y él les dio lo que pidieron; Mas envió mortandad sobre ellos.” Todo tiene su tiempo. No te saltes el orden de los tiempos en tu vida. Él tiene un orden para ti y Él sabe lo que te conviene.

En 1 Corintios 14:40 dice pero hágase todo decentemente y con orden. La palabra de Dios habla de orden. Si no hay un orden es un caos y el caos es peligroso. Dice la Biblia en 2 Tesalonicenses 3:6 Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros. ¿Por qué? Porque el desorden es peligroso.

Joven, si tu papá te dice que no te juntes con alguien, no te juntes. Debes vivir una vida ordenada por Dios. El desorden es peligroso. Hermana, si dejas que tus hijos lleguen a la hora que se les da su regalada gana, ten cuidado, y si no quieren acatarse a las reglas de tu casa, correlos. Ya está la ley anti-chancla, ya no puedes darle a tus hijos, te andan demandado.

Una vez estaba en una junta de padres y llegó una orientadora y me preguntó: “¿usted les pega a sus hijos? Le dije que sí, me dijo que no dijera porque el DIF me los podía quitar, Le dije que yo les doy vara porque entienden y no hacen. Pero si tú no disciplinas a tus hijos van a tener vidas desordenadas y el desorden es peligroso. Tienes que tomar en cuenta a Dios para ordenar tu vida y buscar consejo, no consejo de tus amigos, ni de tus familiares, sino de Dios. Dios ha puesto en tu vida autoridades para que sigas consejo. Dios ha puesto a mamá, a papá, a tu pastor. A veces las ovejas vienen a pedir consejo y hacen lo contrario de lo que uno les dice. “Pastor, ¿Cómo ve a fulanita? Me gusta.” Le dice que no y ahí va. El pastor te conoce y Dios ha puesto autoridades. El desorden es peligroso.

 Proverbios 20:18 dice: “Los pensamientos con el consejo se ordenan; Y con dirección sabia se hace la guerra.” ¿Cómo le damos orden a nuestra vida? Jeremías 10:23 dice: Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos. Nuestros planes no son los planes de Dios. Proverbios 8:30 dice: “Con él estaba yo ordenándolo todo, Y era su delicia de día en día,” Como no está en nosotros el ordenar, debemos buscar la guía de Dios. Salmos 37:23 dice: “Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, Y él aprueba su camino.” Dios es el único que puede guiarte a ordenar tus pasos. Gracias a Dios por mamá y papá, por el pastor que son guías, pero Dios es el que debe ordenar tus pasos y debemos valernos de esas autoridades para seguir la dirección de Dios porque son sombrilla de protección que Dios ha puesto en nuestras vidas.

Salmos 119:133 dice: Ordena mis pasos con tu palabra, Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí. Dice Salmos 50:23 “El que sacrifica alabanza me honrará; Y al que ordenare su camino, Le mostraré la salvación de Dios.”

Para ordenar tu vida sigue la guía de Dios, busca a Dios para hacer y saber lo que te conviene. En Romanos 8:26 dice: Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.Dice la palabra de Dios que el Espíritu mismo nos ayuda en nuestra debilidad. Él sabe lo que nos conviene.

En ocasiones no sabemos lo que nos conviene, consulta a Dios, considera a Dios para saber qué es lo que te conviene. Dice la palabra de Dios en 1 Corintios 10:23 Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.  Si no tomas en cuenta a Dios para ordenar tu vida te vas a encontrar haciendo cosas que no te convienen.

Es triste, pero los cristianos no consideran a Dios para tomar decisiones. Toman decisiones a la ligera como en el tiempo de los jueces “Cada uno hace lo que bien le parece.” ¿Para tomar un trabajo tienes que considerar a Dios? ¿Tienes que considerar a Dios para comprar un carro? ¿Para comprar unos zapatos tienes que considerar a Dios? Él es el dueño de todos, de tu dinero. Si no consideramos a Dios vamos a hacer cosas que no convienen.

Señorita, ten cuidado con el jovencito. Joven, ten cuidado. “¡Ay pastor! Canta rebonito” Su vocecita no te va a dar amor. “¡Ay! ese que estaba tocando la guitarra” De guitarrazos no se vive. Busca el consejo de Dios. Si no, te vas hallar haciendo cosas que no te convienen.

Romanos 1:28 dice:Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; ¿Ves lo peligroso que es no considerar a Dios? No tomes a la ligera no consultar a Dios, no tomes a la ligera decirle a Dios: Señor, ¿estás de acuerdo? ¿Qué te parece? Necesito dar este paso pero necesito tu autorización. ¿Qué hago? Si no lo consideras te vas a encontrar haciendo cosas que no convienen. Ten cuidado.

No andes en una relación que no es una relación con tu esposa. Ten mucho cuidado. Hermana no andes con alguien con una amistad que no es tu esposo, hablo del sexo opuesto. Considera a Dios en tus caminos, en tus decisiones. Tus amigos no saben lo que te conviene, Dios sí porque Él tiene un plan para ti y sabe lo que te conviene. Tus cuates en el trabajo no saben lo que te conviene, Dios sí. Papá Youtube y mamá Netflix no saben, pero los cristianitos andan viendo cosas que no deberían ver.

Vivimos en tiempos muy peligrosos. Si tu papá, estás dejando ver series, películas y no checas lo que están viendo, ten cuidado. Hay papás que para desobligarse del cuidado de sus hijos les dicen: “Prende Netflix”, y ahí está el chamaco, y todo le está entrando y luego te preguntas ¿Por qué tendré un hijo tan problemática? ¿Qué música oyen tus hijos? ¿Sabes lo que están escuchando en el celular? Los muchachos pasan todo el tiempo con sus audífonos en su celular y el papá dice: “¿Qué oyes hijo? ¡Ay! está oyendo al Chente. No hay problema.” Ten cuidado. Ten cuidado con lo que ven y también lo que tú ves. 

Yo digo mucho de esas revistas para vender zapatos, si son zapatos ¿para que andan mostrando a las monas ahí? y luego tú hermana: “A ver mi amor escoge unos zapatos.” Dice la Biblia no proveáis para los deseos de la carne. “¡Ay qué exagerado, pastor!” No. El diablo es canijo.

¿Qué te conviene según Dios? Dice la palabra de Dios en Salmos 93:5 “Tus testimonios son muy firmes; La santidad conviene a tu casa, Oh Jehová, por los siglos y para siempre.”

Dios en su palabra nos dice lo que nos conviene y es muy claro, nos da instrucciones, y guía para vivir ordenadas necesitamos tener a Dios en primer lugar porque él tiene un plan y sabe lo que nos conviene.

Ordenar es colocar de acuerdo a un plan o de modo conveniente. Dios tiene que ocupar el primer lugar en tu vida. Él tiene un plan para ti y sabe lo que te conviene. No consultar a Dios para ordenar nuestras vidas es muy peligroso porque te vas a encontrar haciendo cosas que no convienen y fuera del plan de Dios.

En una ocasión una señorita me decía: “Pastor, un joven me está pretendiendo, pero está bien feo. Me escribe cartas y cada vez que lo topo en el instituto me dice que está orando por mí, pero esta refeo, pastor.” Yo le dije que orara. Me decía que no le quería decir que no porque que tal si era la voluntad de Dios. Ella me dijo: “Mi preocupación es si yo le digo que no y él es el hombre que Dios tiene para mí.” ¡Qué corazón! Yo le dije: Ora. Tú ponte en oración y Dios te va a guiar. Gracias a Dios, esta señorita está casada, tiene familia y este no era el joven con el que se casó.

¿Quieres hacer lo correcto? Considera a Dios en tus camino, en  cada decisión que tomes considera a Dios. ¿Por qué? Porque Él sabe lo que te conviene, Él tiene un plan para ti. En ese orden no te olvides poner a Dios en primer lugar. Si Dios no está en el primer lugar, está en el último lugar.