En las Manos del Maestro

Mateo 7:21-23

21 “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 

23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

Esta frase “Nunca os conocí” será una sentencia dolorosa para muchas personas que pretendieron en su forma y en sus fuerzas tratar de acercarse a Dios. Tú sabes cuando conoces a alguien y te identificas con alguna persona. Hablemos de un creador, de un hombre que hace arte con sus manos, de una persona que sabe identificar su obra y creación, cuando haces algo con tus manos tú puedes identificar porque lo hiciste. Cuando alguien conoce algo es porque sabe que tuvo parte en el proceso que está haciendo.

Jeremías 18:1-6

1“Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: 

2 Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. 

3 Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. 

4 Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.

5 Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 

6 ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel. ”

Nuestro Señor es un gran Maestro, un gran creador, es el más fino y más sabio de todo lo que este mundo pudo crear. Por ejemplo, los grandes artistas son admirados por la obra de sus manos y cuando alguien ve esas pinturas no solo dice que gran pintura, cuando un artista ya alcanza un nivel grande, la gente dice: “Qué gran maestro es el que hizo este cuadro.” Muchos artistas han tardado en ser reconocidos, incluso unos llegaron a ser reconocidos después de su muerte, por ejemplo Vincent van Gogh. Eso es algo parecido a la obra de nuestro Señor Jesucristo, mientras Él estuvo en este mundo, la gente hablaba de Él, pocos eran los que lo reconocían, cuando estaba en la cruz la gente no reconocía el valor del sacrificio, lo criticaban, pero él decía: “Perdónalos, porque no saben lo que hacen.” 

Si pudiéramos hablar de las obras del Señor, son grandísimas, están: los cielos, la tierra, el mar, el mundo animal y vegetal. Fue Dios quien diseñó el tabernáculo, el templo de Salomón, la Nueva Jerusalén que descenderá del cielo, el mismo hombre es la creación del Señor Jesucristo. El Señor hizo tantas creaciones, pero por una de ellas fue capaz de dar su vida y fue por nosotros. Es curioso que su mayor creación, a la que le dedicó un día, la corona de la creación, es la que actualmente más cuestiona la existencia de su propio Creador. Mucha gente se cuestiona de la existencia de Dios, siendo Dios quien los hizo. Somos de Dios dos veces, primero porque nos creó y segundo porque nos compró. Jesús nos hizo y nos compró en la cruz del calvario. ¿No es algo maravilloso? Pero a pesar de que somos de Dios dos veces, mucha gente aún se cuestiona si Dios es real. Hemos escuchado tanto “Si Dios hizo todas las cosas, ¿por qué no detiene el mal en el mundo? ¿por qué hay tanta guerra, hambre, enfermedades y pestes?” Es difícil de entender. Se dice que cada cabeza es un mundo y me da risa que mucha gente pretende entender a Dios. Un día un hermano me dijo: “No entiendo la mente de Dios”, le dije, no entiendes a tu esposa y ¿pretendes entender a Dios?

Cuando la gente estudia las pinturas más famosas, no está pensando en el trazo o en la pintura, está tratando de entender la mente del pintor, que estaba pensando ese hombre al pintar eso, piensan en la mente del que lo creó.

Jeremías 18:2-4 dice:Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. 4 Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.

El Señor, como un gran Maestro, tiene un gran propósito definido. Cuando Él toma algo en sus manos, ya sabe lo que tiene planeado. Imagina el rostro del alfarero con ilusión  y esperanza, él tiene un propósito definido para cada uno de nosotros. Si Dios está trabajando en tu vida, es porque tiene un propósito, Él sabe porque aprieta cuando tiene que apretar, Él sabe el punto final al que quiere llegar, Él te tomó y Dios está concibiendo una obra maravillosa como alguien que le puede ser muy útil para sus propósitos. Para muchos no valemos nada, solamente somos un cero a la izquierda, no representamos en sí nada, pero para Dios sí. Fue capaz de dejar a su Hijo en el Calvario “Eli, Eli lama sabactani” El padre lo había desamparado porque el Padre Santo no podía tener contacto con el pecado y fue capaz de dejar a su Hijo por la creación de barro en la cual iba a trabajar, en ti. 

¿Qué valor tiene una pieza? El valor está con base en lo que paga por él. Cuando crees que no le importas a nadie, piensa que tú vales la sangre de Cristo. Imagínate que se subastara una gota de la sangre que Cristo derramó en la cruz del Calvario, ¿qué precio le daría este mundo? Sería exorbitante, de esa misma manera es el precio de tu vida porque para Dios vales mucho y Él fue capaz de dar su sangre en la cruz. El Señor pone mano sobre nosotros.

¿Cuál es el taller del alfarero? porque el versículo 2 dice- “Levántate y vete a casa del alfarero” La casa del alfarero es el taller del alfarero y de la misma manera es la sala de exposición. La casa del alfarero es la misma iglesia. Cuando llegamos es cuando Dios va a empezar a trabajar en nuestra vida y será la sala de la exposición. Dios te hizo para trabajar y exponerte en la iglesia y llevarte a una vitrina mucho más especial que es el cielo, el Señor dijo que estaríamos con él. En cualquier trabajo o disciplina te podrás desarrollar pero el mejor lugar es la misma iglesia. 

Sé que tienes tu trabajo o aficiones y sea cual sea el oficio o la carrera profesionista, qué bueno, pero Dios no te creo solo para eso, Él no tiene una mente tan limitada como la de nosotros. Si nuestro único objetivo en la vida fuera ser abogado, carpintero, mecánico, etc. qué triste sería porque ahorita estarías en tu potencial, pero no había más en lo cual pudieras aspirar, pero Dios tiene un propósito más grande, más sublime para algo que está reservado en el cielo y hasta allá repercuten todas las obras de nuestro Señor. Si Dios hizo tu vida, entonces tienes que preguntarle hacia donde tienes que moverte, debes ir ante su presencia para ver si tu vida y acciones concuerdan con el propósito que Él tiene para tu vida.

Nuestra visión de la vida debe estar basada en la Palabra de Dios. Recuerdo una historia que un día le preguntaron a un hombre que era zapatero “¿A que se dedica” él respondió: “Yo me dedico a ganar almas y para ganarme la vida remiendo zapatos.” ¿Te das cuenta cómo lo ve? Al revés de nosotros. Este hombre dijo: “Ganar almas es mi trabajo principal porque para eso Dios nos dejó y para ganarme la vida remiendo zapatos.” Esto te habla de una persona que ha comprendido el propósito de Dios en su vida, es una persona que tiene sueños e ilusiones más allá de lo que te puedes imaginar y no se contenta remendando zapatos sino que su felicidad la encuentra en el propósito con el que fue creado que fue servir al Señor Jesucristo.

Dice Jeremías 18:3 Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. El primer elemento que usa el alfarero es definitivamente el barro. Dios desde que vio el polvo ya vio a Adán. La Biblia nos dice que Dios hizo al hombre del polvo, no de la tierra. El polvo es lo más fino, lo más escogido. El barro es el material más noble del mundo porque lo puedes tirar, quebrar, moler, volver a hacer otra pieza. Mi padre trabajó por más de 15 años en CEMEX y en las pláticas que le daban era que el cemento es un derivado del barro y el barro es el elemento más nombre de la tierra.

Si el barro somos nosotros, deberíamos ser el elemento más noble en las manos de nuestro Señor Jesucristo, deberíamos dejarnos moldear por la mano de nuestro Señor Jesucristo. Dios no te hizo de piedra para que andes todo rebelde o de madera para que andes como Pinocho de mentiroso, no te hizo de otro elemento, Dios eligió hacerte de barro, del polvo, del elemento más fino que había en la tierra. Dios sale a buscar aquel barro y quiere tratar con tu vida, para Dios eres valioso y te agarró sin forma y en lo más bajo, pero tiene un plan contigo.

El segundo elemento es el agua. El barro no se puede trabajar así nada más. Dios usa el agua, ¿qué representa el agua en las manos del alfarero? Representa la Palabra de Dios. 1 Pedro 1:23 dice: siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. Dios usa la palabra de Dios y ella nos hace renacer. Yo dije a la iglesia No se trata de creer en Dios, todos creen en Dios, hasta los demonios; ser salvos no se trata de creer en Dios sino de creerle a Dios. Muchos creen en Dios, pero no le creen a su Palabra. Somos salvos cuando le creemos a Su Palabra que es la que vive y permanece para siempre.

A ese barro se le aplica el agua para que vaya moldeando su vida. Dios quiere usar Su Palabra en tu vida. Isaías 55:1 dice: A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. El agua hace renacer, pero también sacia, quita lo reseco de la vida. ¿Has visto que hay cristianos muy resecos? Hay que echarles agüita de la Palabra de Dios.

El alfarero echa el agua en el barro, pero no la echa directa, sino que pone su mano arriba del barro, moja su mano y de su mano escurre el agua y después lo empieza a amasar y cuando ya va a empezar a trabajar nuevamente moja sus manos en el agua y empieza a darle forma.

“Oh yo quiero que Dios me toque” ahí está la Palabra de Dios. “Quiero tener un encuentro con Cristo.” Dios te toca a través de su Palabra. “Quiero que sea algo más personal.”¿Qué puede ser más personal que la mente de Cristo? “Quiero algo más sobrenatural.” No estás buscando a Dios, estás buscando experiencias y Dios no te va a tocar así. Cuando Dios nos toca es cuando nos vamos a la Palabra y dejamos que la Palabra toque nuestras vidas.

Tenemos barro, agua y que bueno que el alfarero ya la moldeó y ya está blandita en sus manos, Dios nos ha tocado, pero Dios no nos ha dado forma.

El siguiente elemento es la rueda. Dice Jeremías 18:3 Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Los alfareros en la actualidad solo prende el switch y ya comienza a jalar, pero en esos tiempos no, trabajaba sentado y mientras daba forma, con el pie le estaba dando vuelta y arriba tenía el pedazo de barro. Cuando empieza a rodar aquella rueda ahí es cuando empieza la magia, es cuando Dios pone sus manos sobre ti y empieza a trabajar sobre tu vida.

¿Cuál es el trabajo del alfarero? Sino darle forma, y eso es de Dios. ¿Cuál es el trabajo del barro? Tiene dos. Primero quedarse quietecito. ¿Dónde se pone el barro para que no se caiga? ¿en el centro o en la orilla? En el centro. Por eso, muchos cristianos resbalan del camino de Dios porque no quieren estar en el centro de la voluntad de Dios y cada vez que nos salimos del centro nos va mal y por eso muchos cristianos tardan en su crecimiento espiritual porque no se quedan quietos en el centro de la voluntad de Dios. En el centro de la rueda, Dios te va a hacer grande, luego chaparro, flaco, gordo, pero Dios te va a hacer como a Él le plazca.

Efesios 3:17 dice: para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, Cuando estamos en el centro, estamos arraigados y cimentados en amor. seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. A final de cuentas el propósito de esa vasija es que sea un contenedor lleno de toda la plenitud de Dios. Ahí en la rueda es donde Dios va a trabajar en tu vida. La iglesia no es estética para que pidas tu propio corte, Dios va a trabajar en tu vida, y no quiere decir que todos somos iguales, Dios trabaja con cada uno en particular. ¿Cómo podemos decir que él no sabe nuestras vidas?  Dice Isaías 29:16 Vuestra perversidad ciertamente será reputada como el barro del alfarero. ¿Acaso la obra dirá de su hacedor: No me hizo? ¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado: No entendió? El alfarero dice yo soy el que te está transformando, tú no sabes cuál es el propósito, Él sabe lo que quiere hacer en tu vida. ¿Qué tenemos que hacer en la rueda? Quedarnos en el centro, dejarnos en la voluntad de Dios, dejar que Él haga el trabajo. Dios es el gran maestro, nada más tenemos que dejarlo trabajar.

El siguiente elemento es el hilo. El alfarero cuando ya le dio la imagen a lo que él quería llegar, usa un hilo, así como usamos el hilo dental,  lo enreda y con ese hilo recorta aquella obra que está haciendo. A veces hay excedentes y Dios usa su hilo para recortar excedentes en nuestras vidas. Hay cosas que hay en nuestra vidas que no nos van a servir y el alfarero desea quitar cosas en nuestra vidas, cosas que nos hacen ver mal ante Dios, hay malas costumbres que Dios necesita recortar de nuestras vidas, malas amistades, redes sociales y cuando Dios nos quita algo es porque nos está sobrando.

Un día iba caminando con mi hijo y me dijo: “Me he dado cuenta que Dios y Satanás trabajan al revés. Satanás primero te da y luego te quita; y Dios al revés, primero quita y luego da.” El diablo brinda placeres, cosas que se ven muy bonitas y después lo cobra al doble. Dios tiene que usar su hilo para poder quitar excedentes en nuestras vidas.

El siguiente elemento es el fuego. Si la pieza se queda hecha solo con barro y agua no va  a tener la templanza, el propósito del fuego es darle la fuerza. La Biblia nos habla de estas cosas. El fuego representa las pruebas que van a definir nuestras vidas, nuestra personalidad. Dios dice que estos caminos son necesarios, ¿no dice la Biblia “aunque ande en valle de sombra de muerte,”? El salmo dice que Jehová es mi pastor. ¿El pastor lo llevó por esos valles de sombra de muerte? Sí. A veces Dios nos lleva por ahí. Pero recuerda que dice aunque ande en, no dice aunque viva en. Las pruebas no son para quedarse a vivir ahí, solamente las vamos a pasar, dice en sombra de muerte, es la prueba que el Pastor no se equivocó y te ayudó a pasar por ahí para que tengas templanza, pero ese mismo verso dice: No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Ahí en esas pruebas el Señor nos acompaña. Aprendamos de aquellas experiencias que Dios nos permite para estar templados.

¿Cual es la obra de Dios a través de las pruebas? Hasta que Dios se pueda ver en ti, hasta que Dios pueda ser reflejado en tu vida, entonces entendemos que grande es el Maestro. Esas pruebas también son necesarias.

El último elemento es la pintura. Si ya pasaste por aquel molde, por todas las mareadas que te dio en la rueda, por el proceso del hilo y por el fuego de la prueba, casi acabaste. No te quedes como una pieza rústica, deja que Dios te pinte y decore, que Dios con su mano maestra te de el toque final para que Él te pueda limpiar y exhibir para que en todo adornes la doctrina que estará dentro de tu vida, sal del mundo y deja que Dios te exhiba, que Dios te pinte, deja que Dios obre en tu vida y te muestre como una pieza acabada, para que la gente que apenas está siendo levantada del polvo diga: ¿qué vas a hacer conmigo? y pase por aquel cristiano que ya está pintado y exhibido, vea su realidad y diga: “Yo quiero eso”.

A veces la gente dice: “Esos cristianos tienen algo que no sé, y quiero eso.” Qué bonito es ver cuando Dios trabaja en alguien y cuando Dios te trabaja sigue llenándote de Dios.

Él es el gran Maestro. Nadie te puede adornar como él. Si somos formados y hechos es para que esas buenas obras en las cuales quiere mostrar en nuestra vida. No vaya a ser que con el dolor de su corazón, cuando esa pieza no agarró la forma que el Maestro quería   entonces esa pieza tenga que ser azotada, golpeada, al punto de llegar hasta el polvo y volvemos a empezar con el toque de la Palabra de Dios.

Si Dios ya te sacó de la prueba del fuego, entonces deja que Dios te sacuda, te limpie, te pinte, te exhiba y llénate de Dios y quédate ahí, no te quedes tirado con el barro, a medias. ¿En qué proceso del barro estás? Recuerda que Dios aun no acaba, y dirá: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.