Tres Precauciones al Comenzar el Año Escolar 

La precaución número uno es enviar a los hijos a la escuela asumiendo que toda educación se realiza por los maestros ahí. 

Proverbios 1:8-10 dice: “Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la dirección de tu madre; Porque adorno de gracia serán a tu cabeza, y collares a tu cuello. Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, No consientas.”

¿Qué aprendemos de estos versículos? Que el primer entorno, la primera escuela en que nace un ser humano es su propio hogar y es trabajo del papá, y no esperar hasta 5 años y decir: los maestros de la escuela están mejor preparados, saben mucho más que yo, entonces, algún día voy a enviar a mis hijos a una escuela y voy a prestarles en los años más cruciales de su formación entre 5 y 17 años y me voy a tomar un receso en ese periodo y la educación se va a realizar por los maestros.

La escuela primaria es la casa y es trabajo de papá y mamá instruir a los niños para prepararles con sabiduría, dentro de la casa para que sepan discernir entre sabiduría y necedad dentro de su casa. Entonces, no estés delegando toda la enseñanza, no tengas ese pensamiento en tu vida que los maestros van a educar a tus hijos y que tú no tienes que hacerlo. 

En Proverbios 2:1-6 dice: “Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti, Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz; Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios. Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.”

Salomón no dijo: “Hijo mío, te acuerdas cuando tenías 4 años tuvimos una conversación y eso va a ser todo. Luego, cuando tengas 5 a 17 los maestros te van a enseñar y cuando necesites algo a los 18 háblame.” Eso no es plan de Dios. La maestra primaria es la mamá y el maestro primario es el papá, y no es que tengamos una conversación, es vivir y estar con tu hijo, estar envuelto en su vida porque en esta época tecnológica, sepamos algo, nosotros nacimos en otra generación antes del Internet, tu infancia no tenía eso y si no estás educando a tu hijo, alguien de seguro lo estará haciendo y no es el trabajo del maestro educar a tus hijos como el único maestro. Ten cuidado, si tú eres un cristiano, los maestros, que en esos años de formación tan sensibles, tengan los mismos valores que tú, porque si envías a tus hijos a una escuela que tiene valores anti Dios por 8 horas al día y esperas tener 5 minutos al día, tú sabes quién está ganando para tener ese espacio en su corazón.

Proverbios 3:1 dice: “Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos;” En el capítulo 4:1 dice: “Oíd, hijos, la enseñanza de un padre, y estad atentos, para que conozcáis cordura.” Dice en el 5:1 “Hijo mío, está atento a mi sabiduría, Y a mi inteligencia inclina tu oído, Para que guardes consejo, Y tus labios conserven la ciencia.Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, Y su paladar es más blando que el aceite;”

La sabiduría está diciendo: “Dentro de esta casa escucha lo que te enseño porque fuera de la casa alguien más va a venir con palabras muy suaves.”

Papá, tus hijos no necesitan mil malas noches para arruinar su vida, con una, y no necesitan miles de amistades para arruinar sus vidas, con una. Por eso, él avisa de la mujer extraña y está muy envuelto. Por favor, no digas: “Estoy mandando a mis hijos a la escuela para que los eduquen.” Tú eres el primer maestro.

El primer error es asumir que es responsabilidad de los maestros educar a tus hijos. Ten eso en mente. 

La segunda cosa es enviar a los hijos a la escuela sin darles la educación de Dios. Esto es manual de cómo criar a los hijos y básicamente viene muchos rasgos de comportamientos de  cómo ser un trabajador, en vez de ser un flojo; de cómo ahorrar dinero, en lugar de ser un deudor; de cómo ser un hombre de paz en vez de un iracundo; de como estar con una mujer virtuosa en matrimonio y no con la adúltera y todo esos comportamientos vienen después en el libro de Proverbios, pero la base de todo buen comportamiento se encuentra en los primeros versículos de este libro. Dice Proverbios 1:7-8 “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre;”

La educación primordial antes que aprender el alfabeto, multiplicación, división, de tener una maestría y doctorado es el conocimiento de quién es Dios y el temor de Dios. Cuando se trata del temor de Dios como hijos ya no tememos su ira, gracias a Dios, Cristo ya tomó esa copa por nosotros, pero debemos caminar sabiendo que Dios es un ser reverente, Santo y Glorioso, yo no dirijo su universo, yo soy un invitado en medio de un glorioso universo que Él colocó sobre la nada. Tengo que caminar, no seguir mis sentimientos o no seguir lo que la sociedad diga, necesito guiar mi vida con un respeto altísimo en la obra de Dios, y la primera materia en la casa es el temor de Dios.

Muchos de nosotros estamos interesados en que saquen buenas notas, pero no estamos interesados en que tengan reverencia para Dios. Si estamos preocupados solamente que gradúen para que no nos den vergüenza de que sea el niño de 13 años que está en el kinder, si esa es la única meta estamos mal porque la educación primordial tiene que ver con Dios.

Tu hijo sale de tu casa desde chico lo llevas a una escuela y él tiene dos preguntas bien grandes que todo ser humano tiene, que eventualmente se tienen que contestar. La pregunta de origen ¿De dónde vengo? La otra es del destino, ¿A dónde voy? y gracias a Dios, conociendo a nuestro Dios se contestan esas dos preguntas.

Proverbios 3:19 dice: “Jehová con sabiduría fundó la tierra; Afirmó los cielos con inteligencia.” Cuando envías a tus niños a la escuela le enseñan historia, pero hay una historia antes de la historia de México que todos los niños necesitan saber. ¿De qué sirve saber cómo se fundó México sin saber cómo se fundó la tierra? ¿De dónde venimos? La Biblia menciona que es el trabajo de papá educar a  sus hijos y enseñar que viene de un Creador, que no somos arbitrarios de ninguna forma. Si no educas a tus hijos que hay un Creador, no te sorprendas que no tenga ningún nivel de responsabilidad y no esté preparado para su encuentro con Dios. Tu hijo es más que un estudiante, es un alma, tiene un espíritu que va a vivir por los siglos de los siglos. Debemos preparar a nuestros hijos para el futuro, pero anclandolo a algo en el pasado, que nosotros no hicimos el universo, Dios lo hizo y Él pone las reglas.

Algunos no tienen para invertir para tener a sus hijos en una escuela cristiana, pero todos tenemos tiempo, 24 horas al día para hablar con nuestros hijos. No vendas tu primogenitura a algún ateo secular que cree que tu hijo es un bisnieto de un gorila. Para creer en ese cuento, tienes que tener algo muy malo dentro de ti. Nosotros, sin enseñarle esa cuestión de origen, los mandamos al mundo, cuando ese mundo también quiere hacerlos discípulos de ellos.

Le estoy inculcando a mi hijo Hudson Génesis 1:1; yo soy su primer maestro y quiero que cuando él vaya a un mundo que contradice a cada versículo de la Biblia, que sepa de dónde vino y si piensas que esto no importa, te comparto mi experiencia: Recuerdo que cuando tenía 5 años de edad tenía una cucharita de religión en mi vida y pensé estoy diciendo malas palabras porque Dios existe y dije: Ya no voy a decir malas palabras, pero me olvidé de Dios en mi juventud y fui un mal hablado. Fui instruido por la religión que Dios existe. pero cuando tenía 18 años y escucho el evangelio que puede salvar mi alma y puede darme una vida riquísima dentro de la tierra, me costaba mucho que Dios existiera porque ya tenía 12 años a maestros metiendo ideas en contra de Génesis 1:1. Pero Dios es más grande que esas enseñanzas y existe para contestar esa pregunta de origen para tu hijo. No venimos de una cadena larga de moléculas, y luego peces y luego quién sabe qué más, venimos de Dios y vamos a Dios.

También está la pregunta de destino. ¿Platicas con tus hijos sobre su destino final? Hay muchos papás que su único enfoque es de aquí a doce años, qué van a estudiar, pero ¿qué tal de aquí a 12 mil años? 

Eclesiastés 3:11 menciona algo que está a nuestra ventaja como padres. Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. Dios ha colocado a tu niño como un ser muy pequeño en un universo tan enorme y la grandeza del universo también puesto dentro del corazón de tu hijo, la cuestión de la eternidad y eso abarca preguntas y hasta temores en un ser humano, pensar que algún día va a morir y estar en un lugar eternamente.

La Biblia nos dice que no solamente colocó esa eternidad y ese temor y cuál será el destino. Los Proverbios nos guían a poder abrir en Cristo todas las respuestas a esa pregunta sobre el futuro. Proverbios 3:5-6 dice: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.” La fe genuina nos da la seguridad de ir al cielo cuando muramos. La pregunta del destino está contestada en Cristo, pero si no enseñas eso a tus hijos y le mandas a la escuela pública, necesitas abrir la Palabra de Dios en tu hogar y no estar esperando a que tenga 15 años para estar tratando con estos temas.

Tus hijos como niños van a ver un mundo quebrantado, van a ver enfermedades, van a asistir a funerales, y como niño en un funeral, la pregunta de destino está encima de él y luego mandarle toda su vida a algún lugar donde no tiene respuesta a esa pregunta es un gran error porque la educación empieza con Dios, se basa en Dios y será en Dios. Es el único que puede contestar esa pregunta.

Nuestros hijos necesitan que contestemos esas dos preguntas que ninguna escuela secular va a tratar porque ni pretenden tratarlo porque ellas no existen para prepararlos a 50 mil años pero tu hijo va ahí, prepáralo.

No te insulto si tus hijos van a la escuela pública, solo digo que tendrás trabajo extra. En EEUU en la escuela pública que no tratan con esas preguntas, pero son a propósito anti Dios en sus valores. En primer grado, maestros homosexuales declaran su sexualidad a niños de 6 años. En la preparatoria en EEUU un maestro dio una tarea a su clase, tenían que escribir como sería su suicidio si fueran a suicidarse, no digo que eso existe en toda escuela y que todo maestro es así, en general es un entorno anti Dios. ¿No crees que Cristo merece las vidas de nuestros hijos? Claro que sí, “herencia de Jehová son los hijos”.  Ay de mí enviarles a una escuela donde sí van a aprender dónde está la marihuana, cómo conseguir el cristal, eso va a aprender ahí. Van a aprender como bailar, cómo vestirse inmodestamnete, cómo coquetear con el sexo puesto cuando solo tienen 9 años de edad, pero no van a conocer de Dios. 

Papá, mamá siente la presión de que si no puedes sacar a tu hijo de la escuela pública, necesitas convertir tu hogar en un seminario todos los días y  ser más anclado en la iglesia local, para que Dios pueda enseñarle a tu hijo el bendito conocimiento de Jehová.

El tercer aviso es enviar a los hijos a la escuela asumiendo que la educación es información y no relación. Eso es muy importante. Matemáticas, gramática, historia, geografía, ciencias, música ellos aprenden por alguien que les transmite información en una escuela, pero esta es mi pregunta, ¿De qué sirve conseguir un diploma en negocio, gastronomía, economía mecánica y tener cero discernimiento de la gente que entra en su vida?

Vestimos a nuestro hijo, le ponemos su uniforme de escuela y lo mandamos a la escuela y le decimos: “Juanito, sé un buen niño y trata a todos iguales.” Esa instrucción es incorrecta. La razón es que Jesucristo no trató a todos iguales, Él murió por todos, Él quiere salvar a  todos, derramó su sangre para que todos fueran salvos, pero no los trató igual. A Pedro le dijo: “Alimenta a mis ovejas”; A Judas: “Lo que vas a hacer, hazlo pronto.” Es un horrible consejo enseñarle a nuestros hijos a que traten a todas las personas igual, no estoy diciendo que tus hijos no sean amigables y busquen peleas, pero lo que sí quiero decir es Proverbios 2:11 “La discreción te guardará; Te preservará la inteligencia,” La discreción es poder discernir quien es quien al entrar en nuestras vidas. Tenlo por cierto que el único ambiente que puedo controlar es mi casa, fuera de mi casa, hay otro entorno que no puedo controlar, hay un mundo lleno de pornografía, adulterio, drogas, cantinas, falsas creencias y lo que necesito es entrenar a mis hijos a salir de mi casa con discreción, o sea, con discernimiento. 

No toda educación es información, ¿de qué me sirve sacar buenas calificaciones, pero entrar con amistades que pueden arruinar mi vida en una noche? Salomón era un rey y todo rey tenía guardaespaldas, y hasta el príncipe del rey, desde chico fue guardado en sus salidas y entradas, pero Salomón supo algo: Dentro de la casa puedo guardarte por un poco periodo de tiempo, pero eventualmente tendrás que salir y cuando estás en mi casa, yo y mis guardianes te vamos a guardar, pero fuera necesitas algo interno: La discreción te guardará.

Salomón no pudo mantener a su hijo en su casa por toda la vida, ni tampoco tú lo puedes hacer. Tu hijo tendrá que salir de tu entorno, del ambiente de tu casa. El versículo 12 dice: “Para librarte del mal camino, De los hombres que hablan perversidades,” y el 15 dice: “Cuyas veredas son torcidas, Y torcidos sus caminos.” 19-20 “Todos los que a ella se lleguen, no volverán, Ni seguirán otra vez los senderos de la vida. Así andarás por el camino de los buenos, Y seguirás las veredas de los justos;” Notas que Salomón está diciendo una ilustración de la vida. La vida es un camino y hay un camino de gente impía y mala y hay un camino de gente justa y buena. Salomón sabía que cuando su hijo era niño tomaba todas sus decisiones, donde dormir, y a que hora. Salomón sabía que eventualmente tendría que decidir un camino u otro, e igual a tu hijo, no siempre lo vas a poder controlar, él va a trabajar y ganar su propio dinero, va a rentar su departamento y va a decir: “Papá, Bye; Mama, te amo, pero me voy”

Estamos criando hijos no eternos, sino futuros adultos y tus hijos tienen una voluntad y Salomón lo supo muy bien. Por eso tenemos que educarlos para que tengan discernimiento para que sepan quien es quien en su vida.

Proverbios 1:10 dice: “Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, No consientas.” Mira lo que estas personas dicen: “Todos vamos a tener una moneda, vamos a estar  juntos.” Ellos están usando la amistad para hacerle un mal después y ¿cuántos de nosotros tuvimos un solo mal amigo en el pasado y la vida fue de mal en peor por esta persona? y es como la gran muralla china y era como el muro inconquistable, pero los enemigos entraron porque sobornaron a un portero. El problema estaba con la amistad.

Hay tres clases de personas en el libro de Proverbios. El sabio, el malo y el necio. Proverbios 10:14 dice: “Los sabios guardan la sabiduría; Mas la boca del necio es calamidad cercana.” Un sabio habla de Dios, pero no de una forma de coraje como el necio. Es una persona que habla de Dios, con una reverencia y cuando se trata de Dios, tiene esa reverencia ante Dios porque el temor de Jehová es el principio de la sabiduría. 

Necesitas enseñar a tus hijos que una persona sabia habla con reverencia sobre nuestro Señor Jesucristo y que necesita tener una relación con Él, marcada por una palabra: Indagar. Una persona sabia no demuestra que es sabia, es una persona que guarda la sabiduría y es tu trabajo enseñar a tu hijo: Gracias a Dios, el Señor ha puesto en nuestro entorno algunos muy buenos cristianos y te animo a indagar qué lecciones le ha enseñado en su vida para que ellos te enseñen.

Un necio no es necesariamente alguien engañoso, es alguien que actúa sin pensar en consecuencias. Hay que tener una relación con un necio porque el mundo está lleno de necios. Discernir a un necio es muy importante. Un necio es alguien que no considera consecuencias antes de tomar decisiones y Proverbios 26:5 dice: “Responde al necio como merece su necedad, Para que no se estime sabio en su propia opinión.” Con el necio es instruir. No pasar todo el tiempo con un necio para que no se contagie. Dice Proverbios 17:12 “Mejor es encontrarse con una osa a la cual han robado sus cachorros, que con un fatuo en su necedad.” Como cristiano necesitas enseñar a tu hijo: “Hijo, ahora que Dios te salvó, estás creciendo y en algún momento tienes que dar el evangelio a tus amigos.”

Joven, eres necio, lo tienes escrito en tu frente, no piensas en las consecuencias cuando tomas acciones. Te conozco porque estaba en la misma etapa. Hay que entender algo, necesidad no es una temporada es una condición. 

Hay un sabio, indaga; hay un necio, instruyele; hay un malo. El malo es alguien que te hace un bien para hacerte un mal. Dos necios borrachos se juntan y salen peleados y después son amigos, pero el malo es alguien muy astuto y te hace un bien, dice: “Señorita, tienes los ojos más bonitos que he visto.” Y necesitas enseñar a tu niña pequeña que ese halago viene con un precio muy grande. 

Proverbios 23:1 dice: “Cuando te sientes a comer con algún señor, Considera bien lo que está delante de ti, Y pon cuchillo a tu garganta, Si tienes gran apetito. No codicies sus manjares delicados, Porque es pan engañoso.” Te está diciendo que una persona mala siempre es amigable, te habla bonito “¿Por qué eres un anticuado?”, ”Ven con nosotros”, “Te ofrezco trabajo” y el malo te ofrece un bien para hacerte un mal.

Hay muchas historias en mi país de jóvenes en cementerios sepultados porque se reunieron con personas y no tuvieron el discernimiento. No toda educación es información, es relación. Hay que tener una relación con el sabio: indagar. Una relación con el necio: Instruir y una relación con el malo: Huir.

Para el bien de nuestros hijos, necesitan una educación colocada en Cristo. Veo los retos de un mundo más malvado y mi trabajo no es moralizar al mundo, es evangelizar a mis hijos, es instruirlos en los caminos de Dios. 

Papás, un nuevo año escolar no es para que los niños aprendan, es para que los papás aprendamos.