Tenemos una esperanza viva por su resurrección

Mateo 28:1-10

28:1 Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro.
28:2 Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella.
28:3 Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve.
28:4 Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos.
28:5 Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado.
28:6 No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.
28:7 E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho.
28:8 Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos,
28:9 he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: !!Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron.
28:10 Entonces Jesús les dijo: No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán.

El suceso que está aconteciendo como cristianos es de suma importancia porque nos relata lo que hizo el Señor Jesucristo en la cruz del calvario como Él fue sepultado y como Él resucitó, pero cuando fueron estas mujeres, que fueron María Magdalena, la otra María que no era la mamá de Jesús, Salomé y Juana mujer de Chuza, estas cuatro mujeres fueron al sepulcro a ungir al Señor Jesucristo con unas especias aromáticas, ellas de agradecimiento querían hacer algo por su Salvador, ellas querían demostrar lo tan agradecidas que ellas estaban por lo que Él había hecho por ellas y por todos, pero cuando llegan a ese lugar, se dan cuenta de que Él Señor Jesús no está en esa tumba, y el ángel les contesta y les dice: 

Mateo 28:5 Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado.
28:6 No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.
El ángel estaba hablando con estas mujeres y les estaba diciendo, “Él no está aquí, ustedes piensan que está aquí” o quizá, bueno, más adelante vamos a ver que María Magdalena había pensado que se habían robado el cuerpo de Jesús; pero el ángel les dijo “No está aquí, pues ha resucitado” dice allá en Marcos “no os asustéis, buscáis a Jesús Nazareno el que fue crucificado, fue resucitado, no está aquí, mirad el lugar donde le pusieron” los ángeles dando cuentas de que Jesús ya no estaba ahí; en Lucas podemos leer y dice ahí “¿por qué buscáis entre los muertos al que vive? no está aquí sino que ha resucitado, acordaos de lo que os habló cuando aún estaba en Galilea”.
Estas mujeres  aún estaban llorando, dice la Biblia y vamos a ir ahí a Juan 20 y ahí está María Magdalena y está llorando porque no ha encontrado al Señor Jesús, no sabe en dónde está, quizá se lo han robado y dice en el versículo 15

Juan 20:15 Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.

En otras palabras María estaba diciéndole al (ella pensando que era el) hortelano, le dijo, si tu te lo has robado, por favor no seas un ladrón, devuelvenos el cuerpo del Señor Jesucristo, entonces en el versículo 16 dice

Juan 20:16 Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: !!Raboni! (que quiere decir, Maestro).

Ella se estaba ahora dando cuenta que el Maestro estaba vivo, ella con sus propios ojos se estaba dando cuenta de que Jesús estaba vivo, ella no lo podía creer, quizá estaba pensando que era un fantasma, quizá estaba pensando que sería esa visión que ella estaba teniendo en ese momento y dice ahí en el versículo 17

Juan 20:17 Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.

No me toques, mira María ve y da las buenas nuevas a los discípulos que ahora he resucitado y diles que voy a verlos ¡wow! imagínate cuando María estaba corriendo y no solamente María Magdalena, María la otra, Salomé, Juana, corriendo viéndose a los ojos y ahí van corriendo y diciendo “¡Jesús vive! ¡Jesús no está muerto! ¡Jesús vive! ¡Él nos prometió que iba a resucitar, pero nosotras no le creímos, pero Jesús vive! ¡Jesús vive! ¡Jesús vive!”, y gritando todo el camino que Jesús había resucitado. Yo creo que ellas no se lo podían guardar; si veían por ahí a un conejito, le decían al conejito: “¡Jesús vive!” si veían por ahí  a un venadito le decían: “¡Jesús vive!”, sí veían por ahí a alguna persona le decían “¡Jesús vive!” porque ellas estaban tan emocionadas.
Hay momentos en los que estamos bien emocionados y no nos lo podemos guardar ¿verdad?. Yo recuerdo el día en que me iba a casar, el 26 de Junio de 1999, y entonces ese día estaba hospedandome en la casa del pastor David Cortés, desayune, baje a mi carrito, un Toyota corolla que me habían regalado, me subí, fui a lavarlo y mientras lo lavaban un señor estaba boleando mis zapatos, y me dijo el señor:
– oiga se ve muy contento usted, y le dije:
– ¡sí! porque ¿sabe que día es hoy?
– bueno pues hoy es sábado, ¿qué tiene de especial?
-¿sabe qué día es hoy? ¿tiene la menor idea de qué día es hoy? ¡es un día muy especial! ¡es un día que no puedo aguantar! ¡es un día fabuloso! ¡es un día grandioso! ¡es un día wow! quiero brincar, quiero saltar, ¡hoy me voy a casar!
Y este señor solo me miro con una sonrisa y dijo:
– Felicidades joven (y siguió boleando los zapatos)
¡No, era un día especial!

Y cuando éstas mujeres miraron a Jesús, que Jesús resucitó, ¡wow! no lo podían contener! ¿por qué?. Porque el hecho de que Jesús resucitó ahora traía a ellas una esperanza viva, la esperanza que ellas habían puesto en Jesús y al verlo a Él ser crucificado, esa esperanza se estaba deshaciendo, esa esperanza se estaba terminando; cuando vieron que se llevaban su cuerpo, ellos vieron ir esa esperanza a la tumba, cuando finalmente cerraron esa tumba con esa gran piedra, la esperanza que ellos habían puesto en Él se había esfumado completamente. Y ahora estaban pasando un tiempo triste, ahora estaban ellos y ellas doliendose, pensando “¿qué va a pasar ahora? ¿qué va a suceder?” Pero ahora que están viendo a Jesús el que había estado muerto ¿cuántos de nosotros hemos visto a alguien que mataron en una cruz, que lo han traspasado, que sabemos que murió y que fue enterrado y a los 3 días resucitar? ¡wow! Ellas estaban contentas ¿por qué? por que su Salvador, ahora había resucitado.
Ahora ellos y ellas tenían una esperanza viva, y este es el primer punto.

 

1.-Una esperanza viva a través de su palabra 

Nosotros de la misma manera podemos tener esta misma esperanza en Él, ahora es más fácil para nosotros creer en Él, ellos al ver a Jesús morir, al ver a Jesús ser sepultado era más difícil, cuando el Señor Jesucristo esa misma noche se presentó a los discípulos y ahí no estaba Tomás; Tomás dijo “no, no, no, no, hasta no ver, no creer”. Y el Señor Jesucristo al siguiente día se presentó ahí a Tomás y Tomás dijo “Dios mío, Señor mío” no lo podía creer. Es más fácil para nosotros creer en su palabra. 

Veamos lo que dice la palabra de Dios en Mateo 12:40, en Salmos dice “no permitirás que tu santo vea corrupción” es la palabra de Dios.

Mateo 12:40 Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.

Jesús una y otra vez les dijo a la gente y le dijo a sus discípulos estas palabras “yo voy a estar sepultado, muerto tres días y tres noches pero de la misma manera como Jonás yo voy a salir, yo voy a resucitar”. Y ellos cuando escuchaban estas cosas decían “¿qué querrá decir? querrá decir que va a resucitar, no, no creo que vaya a suceder eso, no creemos que vaya a suceder eso”.

Veamos lo que dice:

Ahí en 1 Corintios dice “y que fue sepultado y que resucitó al tercer día conforme a las escrituras” Tenemos que creer a su Palabra, su Palabra es verdadera. 

Juan 2:22 Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho.

Hermano, hermana, nosotros debemos de confiar en su palabra y cuando confiamos en su palabra lo que la palabra de Dios me dice, me da una esperanza viva. Dice la Biblia que tenemos la palabra profética más segura. Porque su palabra profetizó que Jesús iba a venir y más de 50 profecías específicas en Cristo se cumplieron diciéndonos lo que iba a pasar con Él.

Por ejemplo allá en Miqueas en donde dice “y tu Belén Efrata de ti saldrá” y eso era una profecía, y también la palabra de Dios dice en la Biblia, que “de una virgen concebirá y dará a luz un hijo”, es otra profecía, de tal manera que la Biblia y su palabra me han dado profecía tras profecía tras profecía tras profecía y si yo creo en su palabra eso me da a mi una esperanza viva, una esperanza de que yo voy a tener vida eterna, una esperanza de que Él viene pronto, una esperanza en donde Jesús dice ahí en Juan 14:1  No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 14:2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.

Hermanos Él ha resucitado y Él va a preparar lugar para cada uno de nosotros y eso me da una esperanza viva. Hermano tenemos una esperanza viva, no muerta ¡cree en Cristo, y en lo que dice su palabra! que un día vamos a estar con Él en la eternidad, creelo ahorita porque Él lo dice en su Palabra. 

Tenemos una esperanza viva no solamente porque podemos creer en su palabra pero podemos creer en su poder

2.- Una esperanza viva en su poder 

Colosenses 2:12  sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.

Hermanos el poder de Dios levantó a mi Jesús de los muertos.

2 Corintios 4:14 sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros.

De tal manera que es Dios que ha resucitado al Señor Jesús, es Dios que tiene el poder para dar vida y para quitarla, y si Él quiere y Él quiere resucitar a todos Él lo va hacer ¡Él lo va hacer! Él tiene poder para dar resurreción. Si el tuvo poder como dice allá en Génesis 1:1 En el principio Dios creó los cielos y la tierra, Dios creó los cielos y la tierra con su poder, Él hizo todo lo que nosotros vemos con su poder, Él hizo el sol con su poder, la luna con su poder, cada uno de los planetas de nuestro sistema solar, Él lo hizo con su poder y ¿sabes? este sistema solar, es solamente un puntito en todo el universo, que ni con los mayores telescopios se han dado cuenta que tan grande está este universo, y sabes ¿por qué? porque Dios tiene poder, Dios tuvo poder para crear el universo, Dios tuvo poder para resucitar al Señor Jesucristo de entre los muertos y Dios tendrá poder para salvarnos y darnos vida eterna a cada uno de nosotros.

1 Tesalonicenses 4:13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.

Hay un mundo allá afuera sin esperanza, sin Cristo, sin Dios, no saben a donde van a ir, no saben a donde van a pasar la eternidad, piensan algunos que van a reencarnar, piensan otros que ahí nada más se van a quedar en el hoyo, en la tumba; pero, nosotros tenemos una esperanza viva.

1 Tesalonicenses 4:14-17

4:14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
4:15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
4:16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
4:17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

¡Gloria al Señor! ¡Amén! ¡Aleluya! 

¿Por qué? Porque vamos a estar con Él Señor, y cuando estemos con Él vamos a decir “¡wow! ¿lo puedes creer? ¿puedes creer que estamos aquí? ¿puedes creer que estamos en el cielo? 

Hace años cuando íbamos creciendo, estábamos orando por ir a Disneylandia, vivíamos en Iguala, Guerrero; no teníamos mucho dinero, y como que nuestra fe comenzó a flaquear, pero había un niñito ahí como de 4 años, llamado Elimelec, que él no perdía la fe, y él continuaba orando “Señor que podamos ir a Disneylandia” y de repente yo no se cómo fue, Dios contestando nuestras oraciones, llegamos a Disneylandia, y cuando estábamos ahí decíamos “¡wow!” yo era un niño de 14 años, niñito ¿verdad? pero viendo ahí y diciendo “¡wow! ¿lo puedes creer? estamos aquí ¡no lo puedo creer, estamos en Disneylandia!”. Algunos han tenido un sueño quizá de ir allá a Six Flags a la Ciudad de México, otros han tenido el sueño de por lo menos ir al volcán más pequeño del mundo, o ¡yo no se!, a ir al mercado del Carmen a comer finalmente esas cemitas tan sabrosas, y cuando finalmente las comes dices “¡wow! ¿lo puedes creer?” ¿Amén?
Un día vamos a estar allá con el Señor diciendo “¿lo puedes creer? ¿puedes creer que estamos aquí con Él Señor?” Sabes ¿por qué? Porque Él tiene poder, nosotros no tenemos el poder, Él tiene el poder. 

En una ocasión recuerdo que estábamos con el hermano Tim en su Suburban ¿cuántos se acuerdan de una Suburban verde que él tenía? y estaban apenas abriendo el periférico del lado que va hacía Amalucan y había un lugar en donde no se podía pasar, y había un montículo de tierra y del otro lado había terracería, pero, eso no nos iba a impedir pasar, y entonces Tim me dijo “agarrate, vamos a saltar ese montículo como los “Dukes the hazzard” y agarró primera y agarró segunda y subimos el montículo y caímos sobre el, caímos no sobre tierra, caímos… de hecho era una roca muy grande; ahora Bíblicamente estábamos sobre la roca ¿amén? ¡pero! no podíamos salir de ese lugar, hicimos esto y aquello, pasó una camioneta y nos trato de ayudar… y no se pudo. Finalmente después de una hora, pasó un torton grandote, se frenó y dijo “¿necesitan ayuda?” y nosotros dijimos “¡sí! ¿nos puede ayudar?”. Y sacó una cadenota la amarro en la Suburban, le metió primera y… nos sacó de ese lugar, bien fácil; porque ese torton tenía poder.

Sabes, el diablo no tiene el poder que nuestro gran Dios tiene, nuestro gran Dios tiene todo absoluto poder y la esperanza que nosotros tenemos es por causa de que podemos poner nuestra fe en Cristo, en su poder y Él no nos va a fallar. Y eso me lleva a la tercer cosa, tenemos no solamente una esperanza viva por causa de su palabra, su palabra es verdad, no solamente tenemos una esperanza viva por Su poder, porque Él tiene el poder verdadero para resucitarnos y darnos vida eterna, pero tenemos una esperanza viva por causa de sus promesas.

 

3.- Una esperanza viva en su Promesa 

Sabías que la Biblia tiene más de 3 mil promesas, pero la más importante es la promesa de la Salvación. Veamos Juan 3:16, esta es la promesa más grande que nosotros podemos encontrar en Su Palabra.

Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Esa es la mayor promesa que nosotros podemos obtener de Él y confiar en Él, dice la Biblia que Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta, nuestro Dios nos ha dicho que si yo creo en Él que si yo pongo mi fe en Él, Él me va a dar vida eterna. Dice la palabra de Dios en 

Juan 11:25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
Juan 6:35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
Juan 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Juan 20:31 Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.
1 Juan 5:11 Y este es el testimonio (o sea la promesa) : que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.
5:12 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.
Apocalipsis 22:17 Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.

Hermano, hermana, tenemos las promesas de Dios en donde Él dice, aunque estés muerto, si crees en mí, vas un día a resucitar. Hermano, tenemos las promesas de Dios y eso a mi me da una esperanza viva, tenemos una esperanza viva en Él, pero hay quienes están buscando una esperanza en las cosas vanas, falsas, en mentiras, en otros libros que no es la Biblia, aún en elixirs de la eterna juventud. 

Había un emperador que se llamaba Qin Shi Huang, este emperador era mi tataratataratatarabuelo jaja, pero este primer emperador vivió en el año 259 a.C. llegó al poder a los 13 años, quería vivir para siempre y ordenó buscar el elixir de la inmortalidad, por todo China, ordenó una búsqueda oficial del elixir de la vida. En búsqueda del elixir de la inmortalidad Qin Shi Huang envió a expediciones a las islas del mar del Este, visitó las islas de Zhifu tres veces, en las que supuestamente había una montaña de la inmortalidad. En los últimos 10 años de su reinado Qin Shi Huang, realizó varios viajes de inspección por todo el país en los que buscó a curanderos y magos que pudieran informarle sobre una cura para la muerte. Este emperador murió envenenado con mercurio que era parte del elixir de la inmortalidad hecho por médicos de la corte, el emperador pensaba que consumir cinabrio que estaba compuesto de 85% de mercurio y 15% de azufre, prolongaría su vida. Irónicamente y como era de esperarse provocó el efecto contrario y murió a los 49 años. No hay vida eterna sin Cristo, nada te puede ayudar sin Cristo, lo único que tu necesitas es la promesa de la vida eterna. 

Veamos Lucas 23:35 Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el Cristo, el escogido de Dios.
¿Sabes por qué no se salvó a sí mismo?
Lo hizo porque te amaba.
¿Sabes por qué no se bajó de esa cruz?
Lo hizo por amor a ti.
¿Sabes por qué aguantó tantos latigazos que destrozaron su cuerpo?
Fue por tanto amor que tuvo por ti y por mi.
¿Sabes por qué el Rey de reyes y Señor de señores permaneció en esa cruz y sufrió el oprobio?
Lo hizo por ti y por mi.
¿Por quién? ¿por un pecador como yo?
Sí.
¿Por un desdichado como yo?
Sí.
¿Por un sinvergüenza como yo?
Sí.
¿Por un canalla como yo?
Sí.
¿Por un descarado como yo?
Sí.
¿Por un mal agradecido como yo?
Sí.
¿Por un infame como yo?
Sí.
¿Por un maldito como yo?
Sí.
Jesús lo hizo por mi y por ti, Él se pudo haber bajado de esa cruz, pero Él decidió dar su vida por ti y por mi, ser crucificado, morir una muerte cruel, con esas espinas en su cabeza siendo latigueado y escupido, y su barba rasgada y burlándose de Él, y esos clavos traspasando sus manos y sus pies, lo hizo por ti y por mi, porque nos amó, muriendo una muerte, y muerte de cruz; pero al tercer día, resucitó, al tercer día resucitó.
Y por esa causa tenemos una esperanza viva, porque Él resucitó.