¿Qué hacer para que tu fe no falte?

Lucas 22:31-34

31 “Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; 

32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. 

33 Él le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no solo a la cárcel, sino también a la muerte. 

34 Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces.

Esta historia también la encontramos en Mateo y en Marcos. Ellos se encontraban en el huerto de Getsemaní y el Señor Jesús estaba hablando con sus discípulos de lo que él iba a tener que pasar y le dijo a Pedro: “Antes de que el gallo cante dos veces me negarás tres veces.” Mateo 26:30-35 dice: Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos. Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas.  Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea. Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré. Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces.  Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.

Pedro dijo en el versículo 33 “yo nunca”; ¿Cuántos han dicho “yo nunca dejaré de creer”? El Señor Jesucristo dijo: “Algo va a suceder esta noche, me van a arrestar y ustedes se van a escandalizar y me van a dejar”, y Pedro dijo: “Yo nunca.” ¿Cuántos hemos dicho: Yo nunca dejaré la iglesia, yo nunca me apartaré, yo nunca negaré a Jesús? Pero cuando viene la prueba, ¿qué hacemos? Cuando no hay dinero comenzamos a renegar, cuando no hay salud comenzamos a renegar. Cuando sentimos que Jesús nos ha dejado, ¿qué es lo que hacemos? Comenzamos a renegar. Es fácil seguir a Jesús cuando sentimos que está a nuestro lado, pero es más difícil seguirlo cuando sentimos que él se ha apartado. Cuando él estaba con ellos les dijo que se iban a escandalizar y a apartar, y Pedro dijo: “No, porque aun hasta la muerte estoy dispuesto a sufrir”; pero es fácil decir eso cuando su mano está alrededor de nosotros; es fácil decir: “Yo nunca” cuando él está ahí con nosotros, pero cuando sentimos que él se ha apartado, ¿Qué es lo que hacemos? ¿Qué es lo que haces cuando sientes que él se ha apartado?

Dice Marcos 14:26-31 Cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos. Entonces Jesús les dijo: Todos os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas serán dispersadas. Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.Entonces Pedro le dijo: Aunque todos se escandalicen, yo no. Y le dijo Jesús: De cierto te digo que tú, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces. Mas él con mayor insistencia decía: Si me fuere necesario morir contigo, no te negaré. También todos decían lo mismo. Pedro dijo con mayor insistencia: “Estoy dispuesto a morir contigo.” Qué dijo Pablo en Filipenses 1:21? Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.Y ciertamente el morir es ganancia porque al morir vamos a la presencia de Dios. Si tienes a Cristo en tu corazón como tu salvador personal, ¿sabes a dónde vas? A la presencia del Señor. De tal manera que ausentes en este cuerpo, presentes en el Señor, pero cuando estamos viendo que esta difícil, que vamos a morir, que nos dan una mala noticia es ahí cuando nuestra fe es probada. A Pedro se le conoce como el discípulo atrevido. Esa noche cuando Jesús fue arrestado, Pedro tomó su espada y le cortó la oreja derecho a uno de los siervos del sumo sacerdote.

Lucas 22:31 dice: Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo;¿Por qué le habrá dicho dos veces Simón? Él estaba hablando de una manera solemne y también está refiriéndose a esa persona con compasión y está diciendo: “Simón no sabes lo que te espera, pero yo estoy contigo.” Jesús le dijo: “Vino Satanás a hablar conmigo y dijo ¿puedo zarandear a Pedro?” y si te das cuenta, el Señor Jesucristo no le dijo a Satanás que no, sino que el Señor Jesucristo le permite a Satanás zarandear a Pedro. Muchas veces Jesús y Dios Padre va a permitir que seamos zarandearos de vez en cuando para que nuestra fe sea aumentada. ¿Quieres que tu fe se fortalezca? A lo mejor necesitas una zarandeara. Como aquellos que dicen: “No, pastor, yo no quiero más paciencia, porque sé que cuando le pido paciencia me manda más tribulación”, pues así es. Cuando le pides a Dios más paciencia, te manda mas tribulación y cuando le pides mas fe a Dios te manda una zarandeara. Satanás le dijo: “Ya le di una buena zarandeara a Judas y no aguantó, fui con Judas y le dije: ¿por qué no vendes a Jesús y lo traicionas?” Y Judas traicionó a Jesús, pero cuando va con Pedro, le dice a Jesús, déjame zarandearlo y le dijo Jesús que estaba bien, pero el diablo se iba  a dar cuenta que él sí iba a resistir.

¿Sabes que lo que nos pasa es por el permiso que Dios le da a Satanás? Cuando él acusó a Job, Dios le dijo que estaba bien que solo cuidara su vida. De tal manera que las cosas que pasan en nuestra vida es porque Dios lo permite. 

Esta palabra zarandear se encuentra solo una vez y significa sacudir. ¿Sabes que una sacudida nos descontrola? Cuando te avientan tú comienzas a decir: ¿Por qué está pasando esto? Cuando la tierra tiembla y te sacude ¿qué es lo que haces? Dices: “¿Por qué está pasando esto? Ayúdame, Señor.” Pedro necesitaba que su fe se fortaleciera, pero Pedro por su atrevimiento dijo: “Yo aguanto todo” y cuando decimos eso, Dios dice: “¿Realmente lo aguantas todo? Vamos a ver si aguantas esta sacudida.”

La palabra sacudir también significa tamizar, cribar, cernir, colar, la acción de separar la parte del trigo que no sirve y el que sí. El trigo lo sacudían y lo que no servía salía ¿y para qué Dios nos quiere cribar? Para que lo mejor se quede. Cuando alguien está buscando oro está sacudiendo, está buscando una pepita de oro, está buscando lo que mejor se queda ahí y Dios dice: El diablo ha pedido sacudir tu vida, pero al final lo que se va a quedar va a ser lo que sí sirve. 

Hay cosas en tu vida que necesitan quitarse, que necesitan salir, pero la única forma de hacerlo es sacudiéndote, o tú reaccionas y te apartas del pecado o Dios dice: “Necesitas una sacudida”, y a veces decimos: “Señor, ¿por qué me está pasando esto?” Porque necesitas una zarandeara, pero lo maravilloso de esto es que hay algunas cosas que el Señor Jesús dijo: pero yo he rogado por ti, Jesús no le dijo a el diablo: “No hagas eso, Pedro es mi favorito”, sino pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte;“He pedido que no pierdas tu fe, que tu fe no escasee, que no regreses atrás, que no regreses al mundo que todo lo que has avanzado no se pierda, mi oración al Padre es que tu fe no falte” y cuando Dios te está cribando y está moviendo tu vida, el Señor Jesús está a tu lado orando por ti para que tu fe no falte.

El que falte nuestra fe es cuando dejamos la iglesia, cuando dejamos el cristianismo, pero Jesús no quiere que dejes tu cristianismo, él quiere de dejes tu pecado, que fortalezca tu fe y a través de eso vas a tener una fe más fuerte y Cuando tu fe comienza a faltar Jesús está ahí para rogar por ti.

Dice Mateo 11:1-5 “Cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos. Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos, para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio;” Juan estaba en la cárcel y a veces estamos en un momento de desesperación en un lugar que parece que no hay ninguna salida, y ahí estaba Juan y en ese momento su fe estaba faltando, enflaqueciendo, ¿quién había presentado a Jesús ahí en el rió Jordán? Fue Juan el Bautista. Él dijo: “Yo no merezco que tú estés aquí, yo no merezco bautizarte.” Juan presentó al Cordero de Dios y ahora él estando en la cárcel estaba dudando, estaba siendo zarandearo, su fe estaba siendo probada, ya no sabía si creer o no y mandó a dos de sus discípulos y que preguntaran si Jesús era el que había de venir o quizás él se había equivocado y debían esperar a alguien más, pero Jesús lo animó y les dijo a los discípulos: “Vayan y díganle a Juan los milagros que estoy haciendo, vayan y recuérdenle a Juan el poder que tengo, yo puedo hacer que si alguien muere sea resucitado.”