Por poco resbalaron mis pasos

Salmos 73:1-2

1 “Ciertamente es bueno Dios para con Israel,

Para con los limpios de corazón.

2 En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies;

Por poco resbalaron mis pasos.”

La Biblia no es una autobiografía. Cuando alguien escribe su autobiografía solo escribe cosas buenas y bonitas pero la Biblia como Palabra de Dios nos da partes buenas y malas de los personajes que hay en ella. Aquí tenemos a Asaf y mira como comienza el Salmo 73 y dice “Dios es bueno” y Dios es bueno ¡Gloria a Dios! pero dice Asaf Dios es bueno pero te voy a platicar algo que me pasó. Dice Asaf “Yo casi me resbalo, casi me voy, casi dejo de seguir a Cristo, casi me alejo de Dios.” La verdad es que hemos hecho una fachada a veces en la iglesia y llegamos y nos preguntan que cómo estamos y nosotros decimos, “bien, bendecido, prosperado y en victoria” y a veces uno dice “¡Hijoles! yo ando mal, ando medio agüitado, yo ando volando bajo y yo veo a todos bien contentos, sonrientes, animados y yo creo que soy el único, el más pecador.” Asaf abre su corazón y dice que casi se aleja y casi cae y nos dice el porqué en el versículo 3 dice,  “Porque tuve envidia de los arrogantes,” y la palabra ‘envidia’ también se traduce como coraje, como enojo. Aquí tenemos un siervo de Dios, un hombre que camina, sirve y conoce a Dios en un momento crítico de su vida y él nos da el motivo del porqué el casi se cae, casi se resbala dice Asaf “yo estuve viendo a los malos, a los mundanos y estuve viendo su proceder y yo tuve envidia y me enojé por cómo estaban ellos, y por cómo vivía yo.” Y así pasa hasta en los mejores cristianos. Asaf se enojó y tuvo envidia y a veces así estamos como hijos de Dios tratamos de vivir principios bíblicos, de ser íntegros, de ser honestos, de agradar a Dios en la escuela, en el trabajo, en la calle y vemos a los mundanos y ellos son gente que no conoce a Dios y vemos como son tranzas y tracalas y vemos como le roban al patrón y vemos como mienten y engañan y parece que les va bien, y decimos “oye ¿y yo?” Asaf dice en el versículo 13 “Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, Y lavado mis manos en inocencia;” ¿No te ha pasado así? que piensas “y ¿de qué sirve que yo sea cristiano? Asaf dice que fue azotado todo el día y no estoy diciendo que tu patrón literalmente te está azotando pero a veces como cristianos aceptamos las burlas y la gente con su boca nos lastima y llega el punto en el cual pudiéramos decir como Asaf “¿que caso tiene ir a la iglesia, leer la Biblia, que yo busque agradar a Dios si a mí me va mal y yo veo que a ellos les va bien.” 

Antes de comenzar a juzgar a Asaf, ve el contexto de lo que le estaba pasando ¿Por qué Asaf tuvo envidia de ellos? pues el versículo 4 dice “Porque no tienen congojas por su muerte, Pues su vigor está entero. No pasan trabajos como los otros mortales, Ni son azotados como los demás hombres.” Esto quiere decir que Asaf veía a los mundanos y cuando él se comparó con ellos, él se veía enfermo y ello se veían bien sanos, parece que todos les salía bien y hasta dicen “Dios está enojado contigo porque te cambiaste de religión, por eso te enfermaste y te va mal”. Nosotros como cristianos ya no somos hijos de Satanás. El mundo es de Satanás y él bendice a los suyos con tranzas y a él no le importa bendecir a sus hijos con tal de que vayan al infierno pero tu y yo por recibir a Cristo ahora somos hijos de Dios y los métodos del mundo no funcionan con los hijos de Dios. Quizás tu pudieras decir “Pastor, yo antes de ser cristiano me salían bien las tranzas, iba bien mi changarro y yo ganaba mucho dinero y yo era Juan Camaney en mi colonia y todos me respetaban y nada más me hice hermano…” No le eches la culpa a Dios, lo que pasa es que a lo mejor tu quieres seguir viviendo como mundano pero ya no resulta porque ya no eres como ellos, y hay muchos cristianos que se desaniman, que se decepcionan, que se cansan, que están como Asaf y no solamente eso, sino que empiezan a imitar a los mundanos, empiezan a decir “pues si mi vecino hace eso y le va bien, y yo no hago eso y me va mal pues voy a empezar a hacer lo que él hace” y empezamos a envidiar la apariencia de los mundanos porque vemos que ellos no sufren, dice Asaf “ellos no tienen congojas, su vigor está entero, no pasan trabajos como los otros mortales”. Asaf veía que ellos no se cansaban y tú sabes que este mundo es bien corrupto y siempre nos están presionando para ser parte de esa corrupción y te dicen que si no das el moche, pues date cinco vueltas, que te pongas la del Puebla pero así es el mundo y somos presionados a vivir así y los otros nos miran y dicen, “este todavía anda con eso de la integridad, disque que es hermano”. Asaf veía a los mundanos y él decía “yo ando absteniendome de hacer tantas cosas, tantas oportunidades que he tenido de robar como ellos, pero no lo he hecho y en vez de que mi patrón me vea bien, me ve mal.” El mundano habla y habla pero son puras mentiras y uno dice “y yo como cristiano que siempre trato de decir la verdad me tienen en mala estima y mal ejemplo.”

El versículo 6 dice, “Por tanto, la soberbia los corona; Se cubren de vestido de violencia.” Asaf dice que esta gente es soberbia y no se deja de nadie, primero ven por ellos mismos. Por cierto, si tu marido es íntegro en su trabajo, no le eches en cara que es un menso, de hecho deberías de estar agradecida que tienes un hombre que en su trabajo teme a Dios, y lo más probable es que te respete a ti como mujer porque teme a Dios. A veces es la hermana la que dice al esposo, “Ay pues si todos agarraron, tú también hubieras agarrado” ¡No! animalo a que viva por Cristo, dale gracias a Dios. A veces la hermanita es como la esposa de Job que dijo “¿Aún retienes tu integridad?” Esta gente es soberbia y cuando el soberbio ve al humilde lo tacha de tonto. “Los ojos se les saltan de gordura; Logran con creces los antojos del corazón.” Esto quiere decir que tienen tanta maldad por dentro que se ve reflejado en sus ojos. ¿Si has visto esa gente que su mirada está bien desviada, tanta maldad que tienen en sus entrañas? es fácil caer en el juego de ellos porque las apariencias nos hacen ver que ellos están bien y nosotros mal y hay “cristianos” mundanos queriendo pensar que están bien con Dios pero haciendo las cosas del mundo porque quieren lo mejor de los dos, y eso no se puede. Mira lo que dice el versículo 9 “Ponen su boca contra el cielo, Y su lengua pasea la tierra.” Es gente que es blasfema y se burla de Dios y no cree que en Dios y hasta dicen “Si Dios existe que me mate. Ya ves ni existe tu Dios, es un fábula, tu de tonto que lo crees, ahora lo moderno es no creer en Dios.” A veces en el trabajo y en la escuela exaltan el ateísmo y cuando uno es creyente lo ridiculizan y así vivía Asaf,  él veía como a esa gente le iba bien a pesar de ser blasfema y hasta hay hermanos qie piensas “¿Será que Dios existe? porque muchos hablan en contra de Dios y no les pasa nada.” 

El versículo 10 nos dice, “Por eso Dios hará volver a su pueblo aquí, Y aguas en abundancia serán extraídas para ellos.” Sé que está difícil entender el versículo pero si vemos el original, quiere decir que aun los hijos de Dios van con estos impíos a consultarlos, y a beber todas sus enseñanzas, les creen y no encuentran nada malo en lo que dicen, o sea que Asaf vio a creyentes, a hijos de Dios pedirle consejo a los mundanos. ese es un punto tan crítico, tan vergonzoso con Dios pero es un punto en el cual hemos caído. Dice Asaf que no solo los envidian y compararse con ellos sino que hasta le piden consejo. Versículo 12 dice, “He aquí estos impíos, Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.” Asaf ve que ellos no se preocupaban y alcanzaban riquezas y les iba muy bien y también esto pasa hasta con los pastores. La Biblia habla de gente con debilidades como tu y yo, no existe el super cristiano, no existe el super pastor, no existe la súper hermana. Todos tenemos la misma carne y todos podemos caer en la falta de Asaf y antes que juzgues a Asaf y arranques de tu Biblia el Salmo 73, considerate. 

Dice Asaf en el versículo 13 “Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, y lavado mis manos en inocencia;” Aquí Asaf está diciendo “¿de qué sirvió todo lo que he hecho? ¿de qué sirvió a todo lo que he renunciado? ¿y si cuando estaba ahí la oportunidad de robarme ese millón y era Dios abriendo una puerta? Mira a Asaf en el versículo 21 “Se llenó de amargura mi alma, Y en mi corazón sentía punzadas.” Tanto fue el coraje, enojo y envidia de Asaf que se amargó y el corazón de  Asaf literalmente empezó a enfermarse. Ten cuidado con compararte con los mundanos. Dices “mira la vecina, ya tiene quien le haga el aseo y yo aquí como una esclava, parezco la sirvienta de todo” “la hermana cada culto trae zapatos nuevos y yo casi me voy con las chanclas de baño”  y la hermana se empieza a amargar en vez de gozarse; y también los varones caemos en comparaciones “y si hubiera aceptado ese trabajo, ya no iba a venir a la iglesia, pero iba a dar más lana, a lo mejor Dios quería que apoyara de esa manera” nunca vas a decir eso con sabiduría, es de más estima la buena fama que las muchas riquezas. No te dejes llevar por las apariencias porque este mundo es pura apariencia, y finta. Este mundo es más falso que la mercancía de Tepito. Todo lo del mundo es mentira, la gran mayoría de lo que ves en Facebook es mentira, es la buena cara solamente. Asaf dice que ya se estaba enfermando de ver a estos pecadores y él siendo hijo de Dios como le iba. 

El versículo 22 dice, “Tan torpe era yo, que no entendía; Era como una bestia delante de ti.” Asaf dice que era una bestia por compararse con los mundanos, era un animal, tonto, torpe pensar que lo de ellos era verdad y lo de él mentira. No entendía. La respuesta a la vida de un cristiano desanimado, de un hijo de Dios que envidia el mundo la vemos en el versículo 17 “Hasta que entrando en el santuario de Dios, Comprendí el fin de ellos.” Gracias a a Dios por una iglesia que te muestra que las cosas que se ven son temporales pero las que no se ven son eternas. Que bueno que les vaya bien a los mundanos y que prosperen pero sin Cristo van a ser condenados en el infierno y el hijo de Dios aunque le vaya mal en la vida, que no tenga salud, que no prospere en la vida, valdrá la pena por un segundo en la gloria. No te desanimes de ver a los mundanos de ver cómo prosperan los impíos. Sé integro delante de Dios y un día él te va a recibir en la gloria. Asaf sigue diciendo en el versículo 18 “Ciertamente los has puesto en deslizaderos; En asolamientos los harás caer.” Asaf llegó al templo y entendió. Gracias a Dios por el templo, pero el cristiano que no viene, sino que se pasa viendo la tele, y hablando con los mundanos, empieza a pensar como los mundanos. Muéstrame a un cristiano que no viene a la iglesia y yo te voy a enseñar a un cristiano que anda mal, en pecado, en desánimo y anda dudando. La diferencia de Asaf fue que llegó al templo y se dio cuenta que ellos iban para abajo. Dice el versículo 20 “Como sueño del que despierta,” Esta vida es un sueño, después de morir es lo verdadero. No seas tonto renunciando a lo eterno por querer vivir como pagano unos cuantos años, no seas tonto creyendo la mentira del mundo y de Satanás y al cielo vas a llegar avergonzado. Es mejor sufrir como hijos de Dios, es mejor sufrir con los cristianos que gozar con los perversos y continúa diciendo el versículo 18 “Así, Señor, cuando despertares, menospreciarás su apariencia. Delante de Dios, ellos son basura, toda su fortaleza es en vano, todo su dinero no les sirve para nada todo es basura al lado de Cristo. El mejor puesto de este mundo es basura comparado con ser hijo de Dios. La mejor riqueza, bendición, el mejor estatus que este mundo puede ofrecer es una porquería comparado con  las riquezas de Cristo. 

No codicies lo que ves en la tele, en la calle, en el trabajo, en la escuela. Todo eso es mentira, es vanidad, es pasajero, es engañoso y al final acaban siendo la burla de todos. En el versículo 24 vemos un cambio en Asaf antes del templo y después del templo y dice, “Me has guiado según tu consejo, Y después me recibirás en gloria.” Dice Asaf que él entendió que no hay nada como estar en la voluntad de Dios. El dice, “yo tengo el consejo de Dios, yo vivo como Dios quiere que vive, trato a mi esposa como Dios dice, me conduzco en el trabajo como Dios quiere, yo en la calle trato de agradar a Dios, yo vivo en el consejo de Dios y tengo paz” Lo que tu y yo tenemos es lo que busca este mundo, este mundo nunca va a encontrar paz, ni felicidad, este mundo busca y busca y cree que la inmoralidad, el dinero, el estatus, el éxito en el mundo es la respuesta, pero la respuesta sabemos que está en Cristo Jesús. Tener paz con Dios, con la esposa, con los hijos, vivir en la voluntad de Dios, confiando en su voluntad, en sus planes, en sus promesas, confiando que con él es la mejor manera de invertir nuestra vida, y le hablo a los jóvenes que están coqueteando con el mundo, que están cuestionando a Dios. Joven, señorita no tienes nada que hacer con el mundo. Lo único bueno está con Cristo. No esperes ser un hijo pródigo y regresar arrastrándote a la casa de Dios, no es necesario, por ese dice Asaf “me has guiado según tu consejo” No hay nada como vivir en su voluntad “y después me recibirás en gloria”. Asaf era salvo y él sabía que en la tierra debía confiar en su voluntad pero también sabía que cuando él muriera ahí estaba lo bueno. Estaba seguro que Dios lo iba a recibir en la gloria. Si tu eres salvo tienes más de lo que mereces, no tienes nada que andar envidiando y amargandote y codiciando los tesoros de Egipto con Cristo tienes más de lo que mereces que es la salvación.

¿Te recuerdo una historia que dijo Cristo basada en la historia real? Había un hombre rico que cada día hacia banquete con esplendidez, cada día tenía pachanga este rico, mandaba traer la mejor comida, y bebida. Le iba de maravilla, éxito en los negocios y en la vida. Era la envidia de la colonia. También había un mendigo que se llamaba Lázaro este vivía en la banqueta del hombre rico, y Lázaro tenía que comer las sobras como los perros, pero Cristo sabía que él era hijo de Dios. Su único consuelo era que esos perritos llegaban y lamían sus llagas para mitigar su dolor. Lázaro era pobre, estaba solo y enfermo de una enfermedad terminal. No tenía el amor de nadie en la tierra. Un leproso era alguien inmundo, era alguien que ni siquiera querías ver porque te podía contagiar, él sufría rechazo. No tenía oportunidad de ser alguien en la vida. Era igual o peor que un perro. A los perritos los podías agarrar pero Lázaro no. Imagínate a Lázaro arrastrándose por alcanzar unas migajas que este rico tiraba. Quizá en algún momento Lázaro pudiera haber dicho “¿por que me toco vivir así?” pero la Biblia no dice nada de eso y tu sabes la historia. Los dos murieron. Seas rico o pobre, todos vamos  a morir. Y el mundano dice “ya se acabó” de hecho al morir es cuando comienza lo verdadero. Lázaro fue llevado por los ángeles a la presencia de Dios pero el rico alzó sus ojos en el Hades estando en tormentos y vio a Lázaro y a Abraham y le dijo “Padre Abraham ten misericordia de mí.” El mundano dice “que Dios se acuerde mí cuando muera” pero es en vida la decisión importante, no es al morir. Y ahí estaba ese hombre rico clamando “que ese Lázaro leproso, inmundo moje su dedo en agua y refresque mi lengua” ¡Qué terrible es el infierno! pero le dijeron (al rico) “No, tuviste la oportunidad en vida. A Lázaro le fue mal pero ahora es consolado. No importa nuestro sufrimiento y nuestras aflicciones en la tierra, en el cielo seremos consolados. 

¿Cuanta gente hay en el infierno, que fueron exitosos en la vida ahora saben que no sirvió de nada? y ese hombre rico, miles de años después sigue clamando pero ya no es escuchado. ¿De que le sirvió su dinero, sus fiestas, sus lujos, su prosperidad? en palabras de Cristo “¿de que le sirve al hombre ganar al mundo si pierde su alma?” Asaf tuvo envidia de los pecadores pero el secreto para no amargarte, para que no te vayas al mundo, para que no desees lo del mundo está en Salmos 73:25 “Me has guiado según tu consejo, Y después me recibirás en gloria.” O sea que cuando ponemos nuestra mirada en Cristo, las circunstancias de la tierra van a ser pasajeras, cuando miramos al cielo, miramos a lo eterno a nuestro galardón, nuestro fin, lo de la tierra pasa a segundo término. por eso en el versículo 26 dice, “Mi carne y mi corazón desfallecen;Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.” y el 28 dice “Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; He puesto en Jehová el Señor mi esperanza, Para contar todas tus obras.” Sigamos adelante en Cristo. Vale la pena vivir para el Señor, conocer y vivir la Biblia, y no avergonzarnos del Señor porque un día vamos a estar delante de él. No tengas envidia de los inconversos, de los impíos. No codicies su estilo de vida es falso, su palabra es lo verdadero.