No somos de este mundo

Números 21:21-23

21 “Entonces envió Israel embajadores a Sehón rey de los amorreos, diciendo:

22 Pasaré por tu tierra; no nos iremos por los sembrados, ni por las viñas; no beberemos las aguas de los pozos; por el camino real iremos, hasta que pasemos tu territorio.

23 Mas Sehón no dejó pasar a Israel por su territorio, sino que juntó Sehón todo su pueblo y salió contra Israel en el desierto, y vino a Jahaza y peleó contra Israel.”

Quiero hablar acerca de “No somos de este mundo”, no somos de aquí vamos simplemente de paso, la palabra de Dios nos dice que somos como la neblina, en Santiago 4:14 dice: cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.Estamos de paso, no somos de este mundo.

Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto comenzó a vagar por el desierto y en números 21 encontramos que querían pasar por los territorios de los amorreos y pidieron permiso y la manera en que lo hicieron dice en versículo 21 “Entonces envió Israel embajadores.

Un embajador es un representante y también un mensajero. El pueblo envió a estos mensajeros y representantes y ellos dijeron: “Sabemos que este territorio no es nuestro, pero queremos pasar” y el rey de los amorreos no les dio permiso sino que fue y los atacó. Nosotros de la misma manera no somos de este mundo, solamente estamos pasando estamos por un pequeño tiempo y que rápido se va el tiempo. 

No somos de aquí, estamos de paso y hay que aprovechar el tiempo mientras estamos de paso y tenemos que reconocer lo que debemos de hacer mientras estamos de paso. Dice 2 Corintios 5:20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.” 

Antes de casarme yo estaba en Brownsville, Texas, y tenía que renovar mi visa que en ese tiempo era de turista. Tuve que salir a Matamoros y estuve unos cuantos minutos y pedí otra visa por más tiempo y cuando regresé una persona que estaba en migración comenzó a ver mis papeles y me pidió mi cartera y encontró un cheque de una iglesia que me había dado una ofrenda de amor y me dijo: “Este cheque es una prueba de que tu estás trabajando en E. U.” y tomó mi visa y la rompió, me la canceló y me dijo que ya no podía entrar. Pero tenía otro papel de otro permiso con el cual entre después y entré de mojado, entré de ilegal y arreglé unas cosas y salí, solamente estuve por un pequeño tiempo. Cuando uno entra a un país que no es su país no puede hacer lo que uno quiere especialmente si entra de manera ilegal. 

1. Somos embajadores

No somos de aquí, estamos representando una patria celestial, estamos representando a nuestro Rey y al venir a este mundo no podemos hacer cosas ilegales debemos representar bien a nuestro Dios, debemos representar bien la gloria de Dios, debemos dar buen ejemplo, no podemos hacer lo que nosotros queremos hacer, un embajador representa a su rey, a su pueblo, los preceptos de su nación, Salmos 19:8 dice: Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. Tenemos los preceptos de Dios, las leyes de Dios, venimos como embajadores con su palabra y venimos a predicar su palabra y cuando la predicamos no podemos vivir una vida diferente a la que estamos predicando. Si vamos a otro país deberíamos de representar a nuestro país de la mejor manera. Nosotros en este mundo debemos  recordar que estamos representando a Dios. 

Un embajador no vive una vida descuidada, una vida desordenada, una vida desenfrenada, vive una vida dedicada, una vida diligente, una vida disciplinada y tú y yo somos representantes de Dios, dejemos de vivir esa vida, quizás desordenada y desenfrenada porque estamos representando a Cristo.

Una embajador no solo es un representantes es un mensajero, en Números 21:21 enviaron embajadores y a mensajeros para que fueran y llevaran un mensaje a ese rey, ellos dijeron: “Queremos pasar, no vamos a tocar aquello, sabemos que esta tierra es de ustedes y vamos a portarnos bien, solamente vamos a pasar” y el rey no quiso y no les dio permiso pero esos embajadores fueron como mensajeros. Tú y yo somos mensajeros en nombre de Cristo y ¿cuál es el mensaje? Estamos trayendo el mensaje de la reconciliación, en otras palabras como Jonás cuando fue y predicó a Nínive les decía que se reconciliaran con Dios y que Nínive sería destruida y tenían que arreglar sus vidas y su familias y la gente oyó. Jonás era un embajador y hace falta más Jonás en este mundo. Este mundo necesita escuchar. Representa el nombre de Cristo, pero un embajador no se queda en casa, no vive una vida desordenada, no hace lo que quiere, él va y lleva el mensaje que se le ha dado. Tú y yo somos embajadores en nombre de Cristo. 

2 Corintios 5:20 dice como si Dios rogase por medio de nosotros. Cuando el Señor Jesucristo estaba predicando en este mundo, él no se escondía, no tenía temor de ir a las sinagogas, él no se quedó en Belén o escondido en la casa de Pedro, sino que él iba de aldea en aldea e iba predicando el reino de los cielos y continuamente él decía “el reino de los cielos es así” porque él siendo el Hijo de Dios y siendo Dios iba con las personas y les decía “yo vengo del reino de los cielos y el reino de los cielos es así y tú tienes que venir conmigo” y les hablaba en parábolas y les explicaba y ahora nosotros también somos embajadores, como si Cristo estuviera en nosotros tenemos que ir por las aldeas y hablar con la gente en vez de escondernos y avergonzarnos, en vez de cerrar nuestra boca, somos embajadores.

Dice Efesios 6:18-20 “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.” Denuedo quiere decir y valor y energía y decisión con que se ejecuta una acción. Pablo dice: “Yo no quiero hablar sin denuedo, yo no quiero hablar sin la energía y el valor que Cristo me da, yo quiero que ustedes oren por mí, para que yo pueda seguir predicando con denuedo.” 

Venimos acá y estamos representando a Cristo y Dios nos da un mensaje y quiere que lo llevemos aunque a veces es difícil llevar este mensaje a este mundo, a veces es complicado, vamos a estar en un país en el cual es mucho más difícil, hay países donde hay misioneros que si comienzan a predicar están corriendo riesgo, pero tú y yo estamos en este querido México y podemos predicarle a la gente y sí, va a haber ciertas veces que nos van a azotar la puerta y nos van a decir nuestras cosas, a mí me han dicho que estaba ahí porque no tenía nada qué hacer, a veces nos van a romper el folleto y quizás nosotros el pasado también lo hicimos pero debemos recordar que somos embajadores, que estamos llevando el mensaje de Cristo y mientras somos embajadores debemos de actuar como embajadores debemos dejar el pecado, dejar las costumbres y la vida que traemos arrastrando porque Dios nos ha salvado, Dios nos quiere cambiar y usar. 

2. Somos extranjeros

Dice Éxodo 23:9 Y no angustiarás al extranjero; porque vosotros sabéis cómo es el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. El pueblo de Israel vivió en Egipto y ellos sufrieron, se dieron cuenta que tan difícil era vivir como extranjeros en un lugar que no era su país. Ellos habían llegado a Egipto y les habían dado una bienvenida tan grata y estaban en Gosén y después pasaron los años y se volvieron esclavos, no pertenecían a ese lugar. 

Hebreos 11:13 dice: Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Estos hombres al dar sus vidas y al ser usado por Dios sabían que no pertenecían a esta tierra, sabían que eran extranjeros pero que su tierra original estaba en otro lugar, que su tierra estaba con el Señor y dice la palabra de Dios “confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.” Dicen los versículos 14 y 15 Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver.Abraham salió de Ur de los caldeos y después era extranjero cuando él llegó a Canaán y él saludando la patria celestial dice que él podría haber saludado y regresar a su tierra pero no regresó a la tierra de donde salió, él estaba listo para ir a la nueva tierra que Dios le había prometido. Dice Hebreos 11:16 Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.Tenemos una hermosa patria aquí en México pero tenemos una mejor patria en el cielo. Dios tiene preparada una ciudad. Juan 14 dice voy, pues, a preparar lugar para vosotros.¿en dónde? en la nueva ciudad, en la patria celestial porque somos extranjeros, somos peregrinos, solo vamos de paso, somos como una neblina que de repente desaparecemos.

Pero ¿qué impacto vamos a hacer mientras tú y yo estemos aquí? 

1 Pedro 2:10 dice: vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.Somos parte de la patria celestial, eso quiere decir que tenemos una ciudadanía diferente. En otro tiempo no eramos pueblo. ¿Sabes que no son las obras las que no salvan sino la misericordia de Dios? Dice Tito 3:5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, Somos salvos por la misericordia de Dios, no merecemos ser parte de la patria celestial, no merecemos ser pueblo de Dios, pero Dios no se avergüenza de ser nuestro Dios. Qué bendición que a pesar de lo que hacemos y de nuestro pecado y de la manera en que vivimos podemos ir a Dios día a día y pedirle perdón y él tiene misericordia y nos perdona y no se avergüenza de nosotros, hemos alcanzado misericordia en nombre de Cristo. Dice 1 Pedro 2:11Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,Dice Pedro: Ustedes han sido salvos por la misericordia de Dios pero les quiero rogar que no estén en pecado, que se abstengan de sus deseos carnales, no son de este mundo, tienen una patria celestial, tienen un Dios que los ama y les ha salvado, no cedan a esos deseos carnales que batallan contra el alma.

Si tú eres extranjero y peregrino no te adaptes a este mundo, no anheles este mundo, no te acostumbres a este mundo, no eches raíces en este mundo, dice la palabra de Dios que lo que hay aquí se va a corromper y terminar pero lo que atesoremos en el cielo y lo que invertimos en lo celestial va a permanecer por eso la palabra de Dios dice que no amemos al mundo y es bien fácil amar al mundo.

Somos ciudadanos celestiales, es un lugar más hermoso, perfecto dice en Juan no améis al mundo porque el mundo no es tu hogar, no te adaptes al mundo, no busques el mundo, no busques lo que hay aquí porque somos simplemente extranjeros. 1 Pedro 2:12 dice: “manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.” No somos más porque somos extranjeros, no nos hace más pero si nos tiene que identificar, la gente tienes que saber que no somos de aquí, tiene que ver que no hablamos igual, tiene que ver que no vestimos igual como los de aquí, que no pensamos de la misma manera sino que somos extranjeros y porque somos extranjeros y porque venimos de una patria mucho mejor vamos a vivir mucho mejor, vamos a hacer mucho mejor.

El versículo 10 dice que fuimos salvos por su misericordia pero al haber sido salvos las buenas obras son para que glorifiquen a Dios, no son para salvarnos, son para que la gente vea y diga “este no es de aquí”, “este vive diferente”, “tiene una buena manera de vivir”, “se conduce diferente”, “le dije sus cosas y no me agarró a patadas, ha mostrado amor hacia mí.” Cuando llegó Jim Elliot y los demás misioneros a Ecuador y comenzaron a predicar los mataron. Tiempo después regresaron los hijos de los misioneros a hablarles y testificales y ellos dijeron: “Otra persona vendría a desquitarse y a matarlos pero nosotros los perdonamos porque han matado a nuestros padres, los perdonamos porque no sabían lo que hacían, queremos  traerles el evangelio de la salvación.” Y la gente decía ¿cómo puede ser que matamos a sus padres y vienen y nos aman? Eso puede ser solamente porque Cristo vive en nuestras vidas, él nos ha salvado y regenerado, nos dio vida eterna y la única manera es porque somos extranjeros y peregrinos y sabemos que no vamos a estar para siempre y tenemos que representar el nombre de Cristo.

Un extranjero solo está de visita, es peregrino. Generalmente un extranjero anhela regresar a su país, atesora y recuerda a su país, un extranjero habla bien de su país. Normalmente hablamos bien de nuestro país. Tenemos una patria mucho mejor y cuando te digan que tú eres cristiano di: “Mi patria es un lugar hermoso, hay calles de oro, hay un mar de cristal, hay una mansión preparada, ya no hay mas guerras, mas tristeza, dolor, ni lágrimas vamos a estar siempre con el Señor, vamos a estar alabándole”, pero si somos extranjeros deberíamos de no adaptarnos en donde estamos. Normalmente un extranjero no se adapta a otro lugar, a la comida, a las costumbres, a la cultura a veces ni se entienden porque hablan diferente y lo mismo deberíamos hacer nosotros, no te adaptes a este mundo porque no es tu hogar.

3. Somos extraterrestres

Filipenses 3:20 dice: Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; Somos ciudadanos celestiales, somos extraterrestres. Un extraterrestre es un ser vivo que no es de esta Tierra. No somos de este mundo, somos de una ciudadanía mucho más allá. Pablo dijo: “No solo fui al cielo, fui al tercer cielo, fui a un lugar del cual no se puede hablar, es tan bello, es tan hermoso, increíble y grandioso que no puedo explicarlo.” De tal manera que somos de una ciudadanía celestial

Dice 2 corintios 5:1-2  Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial; Pablo dice por esto gemimos y clamamos yo ya quiero estar allí en esa habitación celestial

Ya vienen las vacaciones y algunos van a ir a Acapulco, a Cancún y otros a ningún lado pero cuando vienen las vacaciones y el papá dice: “ya tenemos un hotel”. Los niños están muy emocionados porque dicen: “Yo quiero ir a esa habitación que está más bonita que mi casa” y hay emoción. Esa emoción es la que está hablando Pablo dice: Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial; y deberíamos de estar bien emocionados deseando ser revestido de aquella nuestra habitación celestial. Constantemente deberíamos de decir “voy al cielo, un día voy a estar en el cielo, pero mientras tanto soy extranjero, soy embajador, este mundo no es mi hogar, debo de estar viviendo para Dios.”

Tenemos que recordar que no somos de aquí, somos del cielo, no nos debemos de adaptar aquí porque nuestra morada está en el cielo; no nos vamos a afligir aquí porque nuestra esperanza está en el cielo; no nos vamos a acomodar aquí porque nuestra casa y mansión están en el cielo; somos del cielo, vamos al cielo, miramos al cielo, anhelamos el cielo, viviremos en el cielo, predicaremos del cielo, hablaremos del cielo, invitaremos a otros al cielos, nos gozaremos del cielo, compartiremos del cielo porque este mundo no es nuestro hogar.

1 Pedro 1:3-4 dice: “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,” Para ir al cielo tienes que renacer, esa ciudadanía no se compra, no la venden, no la puedes encontrar en una tiendita, no la obtienes por tus buenas obras, por portarte bien, no la obtienes por tener una religion o ser bautista, no se obtiene por los sacramentos, por el bautismo, por tener un buen deseo o por decir: “Dios no va a mandar a nadie al infierno y no importa mi vida, él me tiene que dar el cielo”, esa ciudadanía se obtiene por su gran misericordia y es a través de ella que tu puedes renacer y encontrar vida eterna en Cristo, pero tienes que renacer y una vez que renaces tienes esperanza viva. Una esperanza viva no es decir “pues quien sabe a donde voy a ir “Ay pues ¿iré al cielo o no?” una esperanza viva es una esperanza certera y donde sabemos que Dios tiene preparada una herencia incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos.

Hace unos meses teníamos una reservación para ir de la CDMX a Reinosa con mis hijos Jafet y Raquel y como unas semanas antes interjet canceló nuestra reservación pero tuvimos que buscar otros boletos para ir a Texas y dejar a nuestros hijos. ¿Sabes que Dios no contrató a la compañía de interjet para llevarnos al cielo? Tenemos unos boletos reservados y estos boletos no se cancelan o expiran, no cambian, no se aplazan, esos boletos ya Dios sabe la hora y la fecha y esa reservación que tenemos en el cielo, es una reservación segura, viva, es una esperanza viva porque nuestra ciudadanía está en los cielos pero mientras tanto somos embajadores aquí, somos extranjeros y extraterrestre porque somos del cielo y tenemos que seguir predicando y viviendo por Dios. 

Gracias a Dios que vamos al cielo. Mientras estamos en esta pandemia no te aflijas, es fácil afligirse, ver esas malas noticias, pero recuerda que tienes una reservación en el cielo.