Es Importante Vivir Para Dios 

Mateo 23:23

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.

Está el Señor Jesucristo hablando y refiriéndose a los escribas y fariseos. ¿Quienes eran estas personas? Con el simple hecho de escuchar “eres un fariseo” lo entendemos como una persona hipócrita, pero un fariseo no era necesariamente una persona hipócrita. Un fariseo era una persona que se encargaba de que se siguiera la ley, era como un predicador, era alguien que tenía un puesto dentro de los círculos romanos. Los romanos ponían a los fariseos para que ellos controlaran, de cierta manera, al pueblo. Los escribas eran las personas que se encargaban de transcribir o copiar la Palabra de Dios, la ley de Moisés, el Antiguo Testamento. Entonces cuando copiaban la ley, veían como decía y lo copiaban letra por letra, palabra por palabra, al final tenían que contar el número de letras para saber que era exactamente una copia fidedigna de la palabra de Dios. Se suponía que los escribas y fariseos eran aquellos que tenían que guardar la palabra de Dios, los que debían hacer como decía la Biblia, le gente esperaba eso, Jesús esperaba eso de ellos, pero dice acá: “Ay de vosotros” en otras palabras, “ustedes están haciendo mal.” Si el Señor Jesucristo viniera y dijera: Ay de ti, deberías decir: ¿Qué estoy haciendo mal? Jesús les estaba diciendo a ellos: Ustedes están haciendo mal. ¿Por qué? “porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, ” La menta, el eneldo y el comino eran plantas que eran de las más sencillas y de las más “insignificantes” y el Señor Jesucristo les estaba diciendo: “Ustedes hacen lo más sencillo y lo más simple y aparentan que lo hacen, pero no están haciendo esto que es más importante.” ¿Y qué era lo más importante? “y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe.

Un fariseo y un escriba debían diezmar, era necesario diezmar en la ley. Una de las formas en que se sostenían los sacerdotes, que eran de la tribu de Leví, era cuando el pueblo diezmaba porque si nos acordamos había doce tribus y a cada una de esas tribus se les dio sus tierras, pero a la tribu de Leví no se les dio una porción, sino que el pueblo iba a tener cuidado de ellos a través de los diezmos. Sí era importante diezmar, pero Jesús no dijo: “Ay de vosotros fariseos y escribas hipócritas que diezmáis la vaca, los granos importantes”, sino que le dijo: “Ustedes diezman la menta, el eneldo y el comino, hacen los mínimo para Dios” y en ocasiones, nosotros llegamos de la misma manera a hacer lo mínimo para Dios y nos olvidamos de hacer lo más importante: La justicia, la misericordia, la fe. 

A los fariseos se les olvidaba ser justos. Cuando alguien de pocos recursos venía y decía: “Fariseo, ayúdeme con este problema, me han quitado mis tierras”, y venía el que había quitado las tierras y hablaba con el fariseo: “Yo le voy a dar su parte, ¿que le parece?” Entonces el fariseo se tapaba los ojos del pobre y escuchaba al rico, no hacía justicia, no tenía misericordia, ya ni siquiera predicaba con fe. Cuando el Señor Jesucristo predicaba, predicaba como quien tenía autoridad y no como los escribas porque los escribas y fariseos cuando predicaban no creían la Palabra de Dios, no tenían la fe necesaria para predicar la palabra de Dios.

Jesús está hablando fuertemente a los fariseos. Los fariseos aparentaban rigor y austeridad, aparentaban ser los más espirituales, los que más cerca estaban a Dios, pensaban que eran el don de Dios a la humanidad, se creían mucho y creo que  a veces nos creemos mucho también. A veces nos aseguramos de hacer lo mínimo para Dios, pero por el otro lado nos creemos mucho como los escribas y fariseos. Dar diez pesos de diezmo es fácil, vivir para Dios no es tan fácil; venir una vez a la iglesia es fácil, vivir como cristiano toda la semana no es tan fácil; cantar un himno en la iglesia es fácil, dejar de cantar canciones mundanas no es tan fácil.

Jesús está diciendo: ¿Qué tan fácil es diezmar el eneldo, el comino y la menta? Eso es fácil, pero han dejado lo más importante y hay ciertas cosas más importantes que diezmar. La Biblia no está diciendo que dejes de diezmar porque dice la última parte: Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello. Es necesario diezmar, pero sin dejar de hacer justicia, misericordia, lo que realmente es importante.

Venir a ganar almas es importante, pero caminar con Dios es más importante; diezmar es importante, pero vivir una vida para Dios es más importante. Hay ciertas cosas en nuestra vida cristiana que podemos aparentar. “Estoy viviendo bien porque ya diezmé” pero ¿estás dejando la justicia, la misericordia, la fe? ¿Estás dejando de caminar con Dios, estás dejando de creer en Dios, estás dejando la misericordia de aquel que necesita la salvación? ¿o solamente te enfocas en ti mismo, en lo que piensas que es importante? Y Jesús dice: Eso no debería ser así.

Sigue haciendo las cosas pequeñas, pero no te olvides de hacer lo más importante. Mateo 6:33 dice: Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Jesús dice: Busca primero el reino de Dios. ¿Qué es importante para ti? Hacemos tiempo para lo que pensamos que es realmente importante. El Señor Jesucristo dijo: Has dejado lo más importante; pero ¿qué es importante para nosotros? Si algo no es importante, no le ponemos atención y no le damos nuestro tiempo. Por ejemplo, en el matrimonio hay cosas que para la esposa son importantes, pero no para el esposo. Para el esposo es importante la comida, pero para la esposa es importante que el esposo arregle la estufa. Para el esposo es importante que su camisa esté planchada, pero para la esposa es más importante que el esposo arregle el burro para que ella pueda planchar las camisa. Entonces, hay ciertas cosas que para uno es importante, pero para otros quizás no pueda ser tan importante.

Mateo 2:1-2 dice: Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Ellos dejaron sus tierras y sus familias y caminaron hasta meses para ir a buscar un niño y luego de haber encontrado a ese niño, le ofrecieron presentes, para ellos era importante porque dijeron: “Hemos venido a adorarle.” Si ellos fueron desde tan lejos para adorar a Jesús, ¿no podemos venir a 20 minutos de nuestras casas para adorar a Jesús? Para ellos era importante adorar a Jesús. ¿Qué tan importante es para nosotros adorar a Jesús?

Los magos no lo hicieron porque querían ser vistos o porque su mamá los trajo de la oreja para que adoraran a Jesús, sino que ellos lo hicieron porque para ellos era importante. ¿Qué tan importante es para ti adorar a Jesús? Hay ciertas cosas en la vida que son importantes. 

1. Es importante servir a Jesús

Josué 24:15 dice: Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová. 

Josué dijo: “Yo y mi casa serviremos a Jehová.” Lo que él estaba diciendo era que no le importaba lo que los demás quisieran hacer, si querían servir a los dioses de los amorreos pero él y su casa servirían a Jehová, pero ¿qué significa servir a Jehová? Servir a Jesús es vivir una vida no solamente para Él, sino para su servicio porque servir es hacer algo para alguien en manera de servicio. Si a ti te pagan $150 por barrer todo el día estás sirviendo para esa compañía, estás trabajando para alguien. Servir es esfuerzo y muchas veces le damos nuestro esfuerzo al mundo y el diezmo era un producto del trabajo y Dios no está diciendo que no trabajes para el mundo porque sea pecado, pero está diciendo que lo más importante es la misericordia, la fe, la justicia. Entonces puedes trabajar ocho horas y está bien, pero Jesús dice: “No te olvides de tu servicio para mí.” Si tu vienes a la iglesia y trabajas treinta minutos barriendo, ¿Sabes que para Dios es más importante esa media hora que las ocho horas que le das al mundo? Lo más importante es el servicio para Él.

De tal manera que lo que hacemos para Él debe ser importante. ¿A qué le ponemos importancia? Si dices que vas a lavar los baños, limpiar las ventanas, Dios va a recompensar eso.

Servir a Dios es el hecho en que reconozcamos que hacer cosas para nuestro Jesús dentro de la iglesia son importantes, pero a veces las menospreciamos y ahí está el problema. A veces menospreciamos lo que alguien hace dentro de la iglesia para Dios: limpiar ventanas, limpiar baños, arreglar sillas, poner decoraciones, hacer algo en la obra de Dios. ¿Sabes que necesitamos más manos? Necesitamos más ayuda. “Ay pastor, pero ¿cuánto me va a pagar?” Lo que tu hagas para Jesús es más importante que lo que haces para este mundo. No importa que tan pequeño sea lo que haces para Dios, es importante. Josué dijo: “Yo y mi casa serviremos a Jehová.”

¿Estás sirviendo a Dios? ¿En qué área de tu vida estás sirviendo a Dios? Hay muchas oportunidades para servir a Dios, podemos servirlo de muchas maneras. Si tú dices: Pastor, a mí no me han pedido que ayude en la iglesia. No me pidieron que cortara el pavo.” “No me han pedido que ayude a dar una de las clases”, tú puedes hablar con alguien y servir. Hay muchas áreas en donde podemos servir a Dios. Pero ¿Qué es importante?

Si Dios es importante, entonces vamos a decirle: ¿Puedo hacer algo para ti? Yo creo que Dios no se va a enojar si rogamos para poder hacer algo para Él.

2. Es importante seguir a Jesús

Juan 12:26 dice:Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.Jesús habla acerca del Padre celestial y dice: Si tú me sirves mi Padre te va a honrar. ¡Qué tremendo! No deberíamos esperar honra de parte de Dios, pero Jesús dice: “Si alguno me sirve, mi Padre le va a honrar.” Cuando hacemos algo para Dios deberíamos decirle al Señor: ¿Puedo hacer algo en su casa? ¿me podría permitir hacer algo? ¿Puedo barrer, limpiar ventanas? Quiero hacer algo para usted porque usted es Dios. Y después de hacer ese algo, vamos a recibir honra de parte de Dios.

Dice Mateo 16:24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.Y Lucas 9:23 dice:Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. ¿Qué significa seguir a Jesús? Significa negarse a sí mismo, negar nuestros propósitos, negar nuestra carne, lo que queremos hacer, lo que estamos buscando. Nuestro yo quiere fiestas, placer, licor, quiere vivir para sí mismo. Negarnos es hacernos a nosotros mismos a un lado y Dios dice: No es lo que tú quieres hacer, ni a dónde quieres ir, si quieres ir para allá, tienes que negarte, tienes que seguirme a mí y tomar tu cruz. A veces va a haber dificultades, una cruz es sufrimiento, penalidades, la gente te va a reclamar, van a hablar mal de ti y esa cruz no es fácil de llevar, pero Jesús dice: Quiero que me sigas. ¿Estaremos dispuestos a seguir a Jesús?

Seguir a Jesús significa caminar con Jesús, caminar hacia Dios, caminar por el buen camino. Efesios 5:8 dice: Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz. ¿Qué es lo más importante? Es importante servir y seguir a Jesús. ¿Quién podría cantar: “He decidido seguir a Cristo”? Pero ¿estamos realmente siguiendo a Cristo? ¿Has leído el libro de el Rastro de la sangre? Eran predicadores y siervos de Dios, cristianos hace 300, 400, 500 años en donde se les decía “Niega a Jesús” y ellos no negaban a Jesús. A Juan Buñan lo encargaron por 12 años y le dijeron: “Te vamos a dejar libre, si nos prometes que vas a dejar de predicar a Jesús.” Y él decía: “Si ustedes me dejan libre, lo primero que haré es predicar a Jesús.” Cuando trajeron a Martin Lutero y se le puso al tú por tú al papa de ese entonces, iban a hacer un juicio contra Martin y le dijeron que no fuera porque lo iban a matar y él dijo que no le importaba. Llegó Martin Lutero y le dijeron: ¿Niegas todo lo que has dicho? El dijo: “No, no lo voy a negar, es más lo voy a predicar más.” No estamos en todo de acuerdo con lo predicaba Martin Lutero, pero hay quienes dijeron: “Voy a seguir a Jesús, aún si recibo vituperios, aún si en el trabajo se burlan de mí, aún si mi familia se burla de mí, pase lo que pase en el trabajo, con mi familia, no importa. Lo más importante para mí es seguir a Jesús” y si cada uno de nosotros pudiéramos decir lo mismo: Para mí es importante servir a Jesús, y es importante seguir a Jesús, caminar con él cada día.  Dice: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.

3. Es importante salvar las almas para Jesús

Santiago 1:21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. ¿Sabes que la palabra de Dios cuando se implanta en nuestros corazones y creemos y ponemos nuestra fe en Cristo, puede salvar nuestra alma? De la misma manera podemos ir y hablarle a este mundo y compartir el evangelio. Dios quiere que eso hagamos.

Marcos 16:15 dice: Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. ¿Realmente estaremos creyendo que es importante servir, seguir y predicar a Jesús? Un día vamos a estar en el cielo y vamos a ver hacia atrás de lo que hicimos en este mundo y vamos a darnos cuenta y vamos a decir: “¿Por qué habré hecho esto? Eso estuvo mal. Debí haberle hablado a más gente de Jesús para que estuvieran aquí conmigo en el cielo.” Viendo desde el cielo hacia atrás nos vamos a dar cuenta de las cosas que hicimos bien o no, vamos a darnos cuenta de que deberíamos haber predicado a más gente de Jesús, que eso era más importante que nuestro trabajo, que haber desperdiciado nuestro tiempo en otros asuntos, más importante que muchas otras cosas. Creo que en la eternidad nos vamos a dar cuenta de cuantas cosas pensábamos que eran importantes en la tierra, pero que en el cielo no eran tan importantes y una de la cosas que creo que nos falta ver y que es muy importante es hablar a la gente de Cristo, compartir a otros de Jesús

Las personas que están afuera son más importantes que las que estamos adentro. A veces pensamos que somos bien importantes, pero afuera hay gente que no tiene a Cristo, hay que hablarles, hay que rescatarlos, hay que tener un corazón de misericordia. Dice la Biblia: Has dejado la justicia, la misericordia, tu fe y estás haciendo esas cosas sin fe, sin misericordia, sin la justicia de la palabra de Dios, haciendo las cosas monotonamente, cada domingo, pero has dejado estas tres cosas.

Que Dios nos ayude para hacer lo que es más importante.