Escuela Dominical: Una Iglesia Excelente

¿Cómo sería el trabajo en un sitio de construcción donde llegan un montón de obreros de diferentes compañías, pero no hay un plano? ¿Cómo sería la relación entre ellos? ¿se llevarían muy bien? No, porque sería como el libro de Jueces donde cada quien hace lo que le parece y no funcionará la construcción del edificio, ni la relación entre los obreros porque siempre debe haber un plan para saber qué y cómo construir. Otro problema sería si encuentran un plano que un arquitecto diseñó pero de repente cada quien trae su propia versión. La falta de un plano sería muy malo en un sitio de construcción, pero la abundancia de varios planos también sería un problema.

En Hechos 2 tenemos un plano de lo que una iglesia debe tener y es un plano no hecho por los hombres, sino hecho por Dios. Nuestro Salvador es un experto constructor, Él dijo: “Yo edificaré mi iglesia y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.” ¿Y qué hace el diablo? El diablo hace con nosotros los cristianos no consultar el plano y solamente dirigir la iglesia o participar en la iglesia a nuestra forma, sin un plano. Además, hoy en día, uno sabe que no tiene que ir muy lejos, simplemente buscando en internet hay muchas diferentes maneras en que la gente hace una iglesia. De hecho, en mi país desde hace mucho tiempo la idea es hacer sentir la iglesia un club nocturno. Hay otras iglesias que quieren ser un concierto rockero y esas iglesias no son buenas para hacer conciertos rockeros, lo que sí tenemos es un Evangelio que es poder de Dios para salvación. 

Debemos consultar el plan que Dios nos enseña en Hechos 2. Cuando se inventó el primer avión por los hermanos Wright el primer vuelo duró 12 segundos. El primer motor del primer auto le permitió ir entre 2 y 4 millas por horas y dicen que la gente gastó para tener su auto y gente en todavía en su carrito jalado por un caballo se estaban burlando de los que se habían comprado un auto. El primer avión y el primer auto no servían, pero ha habido mejoras, la iglesia es el opuesto. La iglesia en Hechos no empezó más o menos, sino con fuego, doctrina, con comunión, el Señor añadía los que habían de ser salvos, fue una iglesia impactante que alcanzó toda la ciudad de Jerusalén, pero hoy en día, si observamos métodos de la iglesia moderna, ¿podemos decir que somos mejor que los cristianos en Hechos 2? Yo tengo que decir que no, pero gracias a Dios podemos regresar al plano.

Una iglesia excelente, la iglesia de Jerusalén en la forma más pura, los hombres que habían visto a Cristo resucitado, hombres imperfectos, hombres con sus debilidades, pero habían caminado con Cristo y entendían perfectamente lo que era el plan en cuestión de la iglesia

Hechos 2:41-47 dice:

41 “Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. 

42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.

43 Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. 

44 Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; 

45 y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. 

46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 

47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.”

Yo veo aquí hasta ocho cosas necesarias para una iglesia. ¿Qué ves en el texto para poder trabajar en la iglesia? Hay muchas versiones de cómo la gente hace la iglesia hoy en día. Hay iglesias que para hacerlo más como club nocturno tienen máquinas de humo. Qué feo sería tener en el fondo de la iglesia un fondo de maquinas de humo, ¡sería una tontería! Tenemos que eliminar lo que vemos en Facebook, Youtube y regresar a lo básico.

La primera cosa que la gente necesita después de ser salvos es la comprensión. Hechos 2:42 “ Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles…” Lo más importante de una iglesia es lo que enseña. Muchos buscan una iglesia que tenga programa para sus niños, o la personalidad del pastor y la gente por mil razones busca una iglesia. Después de que ellos recibieron la palabra fueron bautizados y se añadieron a la iglesia y perseveraban en la doctrina de los apóstoles. 

Vemos también comunión. Dice al final del versículo 42 “…en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.” Eso es la segunda cosa que se encuentra, un elemento básico en una iglesia.

La tercera cosa es convicción. dice el versículo 43 “Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.” ¿Qué es lo que encontramos? Que para entrar a esa iglesia, no era la iglesia tipo light que quería ser lo más mundano posible para que la gente inconversa se sintiera cómoda. En el momento en  que existimos para que un inconverso se sienta cómodo dejamos de ser una iglesia. No estoy diciendo que seamos maleducados, pero cuando yo era una persona persona inconversa con una mala vida estoy agradecido que entré a una iglesia donde se predicaba la palabra de Dios y sabía que no era uno de ellos y cuando alguien se hace cristiano debemos desarrollar una saludable reverencia para la persona de Dios, Dios no es cualquiera.  Qué triste que iglesias proyectan la forma menos sagrada, pastores con skinny jeans, mujeres con pantalones más apretados y todo es un show para que la gente se acostumbre a algo en el mundo lleguen y se sientan acostumbrados en la iglesia, pero la Biblia dice que sobrevino temor sobre cada persona y en Hechos 5 dice:

“Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una heredad, y sustrajo del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles.” La gente comenzó a vender propiedades para contribuir al avance del evangelio económicamente. Ellos también vendieron una propiedad, pero lo malo era que ellos tenían aparte algo y lucían como si hubieran dado el todo. Era una mentira pública que requería una reprensión pública y Dios lo hizo de una forma muy clara.

Dice Hechos 5:3-5 “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron. ” Dios aprovechó para decir: Si vas a seguir el ejemplo del hermanito Ananías, cuidado. Y dice “Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron. Pasado un lapso como de tres horas, sucedió que entró su mujer, no sabiendo lo que había acontecido. Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto. Y Pedro le dijo: ¿Por qué convinisteis en tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti. Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró; y cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido.  Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas.  Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón.”

¿Hizo que esta convicción la iglesia bajara? Al contrario. Dice el versículo 13 “De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente.” Eso se hizo notorio de que la iglesia no es un chiste, sino algo sagrado que Dios celosamente guarda así como un hombre guarda a su esposa. Dice el versículo 14 “Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres;” Vemos que la convicción era muy importante. No estemos buscando una iglesia cómoda sino verdadera.

Muchos no toleran la verdad y prefieren ser apapachados por una mentira que retados por una verdad. Yo soy tan pecador, tan anti Dios por naturaleza que no necesito venir a una iglesia que me ayude a remar en la misma dirección, sino a un iglesia que me enseñe con la palabra de Dios a arreglar mi vida y muchos por tolerar lo que Dios dice, cambian la Biblia y tenemos dos opciones cambiar nuestra vida o la Biblia. La Biblia no existe para ajustarse a nuestra vida sino que nuestra vida debe ajustarse para alinearse con la Biblia y debe haber un temor, reverencia a la casa de Dios, venir a la iglesia es un gran privilegio que muchos no han tenido.

También hubo confianza en la Palabra de Dios. Dice Hechos 2:44 “Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; ” La Biblia nos marca que todos los que habían creído. ¿Qué es lo que nos debe unir en la iglesia? A pesar de las diferencias de nuestro tono de piel, nivel de estudios y nivel económico, lo que nos une es lo que creemos. Lucas 1:1 dice: “Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas,” ¿Cual es el ancla de tu vida? Jesucristo. Lo que la iglesia tiene es una certeza, ¿de qué? De estas cosas que nos fueron enseñadas son ciertisimas. Dice el versículo 2 “tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra.”

Lo que importa en una iglesia es que se predica la palabra de Dios así tal como es, no quitando de, ni añadiendo a la Palabra de Dios y a veces en nuestras iglesias fundamentales no quitamos, sino añadimos a, con ciertas preferencias que vamos colocando a nivel de Biblia y lo que debe darnos la certeza de lo que estamos haciendo y quienes somos es lo que los apóstoles en su doctrina nos dejaron y vivir así.

La quinta cosa que veo en Hechos 2 es la contribución. Hechos 2:44-45 dice: “Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.” Lo que vemos aquí es una familia, y nosotros en mi forma de observar hoy en día la iglesia, hasta ahorita en ICB tenemos esas cosas, tenemos la doctrina de los apóstoles, el mismo Santo Espíritu, el mismo evangelio, la misma forma de bautizar después de ser salvos, tenemos comunión unos con otros, tenemos la oportunidad de reunirnos, tenemos convicción.

Si hay una área, después de la confianza, es la contribución que nosotros tenemos que luchar para que la iglesia sea nuestra familia. Hay que entender la dinámica de la iglesia en Jerusalén. Las personas habian llegado a Jerusalén para una fiesta en el mes de julio llamado Pentecostés, eran judíos, fueron convertidos, se añadieron a la iglesia después de bautizarse y lo que pasa es que ellos llegaban y por la persecusión que el mundo y los judíos levantaban en contra de ellos, ellos realmente no podían convivir con sus familiares en carne y la iglesia se convirtió en su misma familia. En una sociedad en donde no hay tanta persecusión en sí, tenemos que hacer un esfuerzo en la iglesia de que la iglesia se convierta en algo a lo que pertenecemos, no solamente a un lugar donde visitamos y es tan fácil; decimos: “Voy a la iglesia” y estamos pensando en un edificio y no está mal decirlo porque se llevan los cultos ahí, pero mejor es decir: Somos la iglesia, ¿y qué es la iglesia? Es una familia, somos hermanos, tenemos el mismo Padre y el mismo Espíritu y gracias a Dios eso nos da el privilegio de estar en comunión unos con otros. 

Estando en cercanía tenemos la oportunidad de contribuir, dice el versículo 44 y 45 “Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.” La gente que venía de afuera no tenía cómo solventar y gracias a Dios otros cristianos dicen: Tu falta se equilibra con mi prosperidad.

Sé que has visto personas que han abusado de ofrendas, hay predicadores del evangelio de prosperidad y nunca es prosperidad espiritual, sino material, no es la prosperidad que habla la Biblia, han abusado falsos profetas y falsos apóstoles, personas como Cash Luna que ni va a predicar donde no tienen donde aterrizar bien su avión, pero lo que muchos hacen es que debido a eso remueven toda clase de ofrenda y uno entra a la iglesia con la idea de que los pastores son bien charlatanes y ladrones, porque alguien lo hace una cosa incorrecta, no vamos a remover cuando es bíblico, la idea es hacerlo correctamente y gracias a Dios, la iglesia nos da el privilegio de contribuir a la obra de Dios.

Todos debemos dar una porción bíblica, un diezmo a nuestra iglesia, dando a otros cuando caen en necesidad sin estar sonando trompeta, pero también apoyando la obra misionera, las conferencias misioneras nos dan un privilegio que no encontramos en ninguna otra parte. Cuando voy a Walmart o Soriana no dicen te vamos a tomar una parte para compartir el evangelio en Arabia Saudita; no hacen eso, pero la iglesia nos da el derecho de contribuir y que eso cambie en nuestra mentalidad, cuando se predique la Biblia, somos recipientes de bendición, pero no siempre debemos llegar a la iglesia con la mentalidad de recibir, sino con la voluntad de dar. Cada vez que pasa el alfolí, nos están dando una oportunidad grande de ser como nuestro Dios porque nuestro Dios es un Dios generoso, Él no se queda con nada, ni escatimó a su propio Hijo por nosotros, es un privilegio ayudar. No es una molestia que vengan misioneros, no es molestia que podamos servir para que otros oigan el evangelio, es contribuir,

La siguiente cosa que veo es compasión, Hechos 2:45 dice: “y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.” ¿No todos vivimos en un mundo secular y todas trabajamos en un mundo secular? El mundo secular dice: “consigue para ti”, pero la iglesia nos da la oportunidad de compartir con otros y ver como alguien tiene necesidad y tener compasión y eso es parte del plano. La iglesia te da el privilegio de vivir generosamente. 

La siguiente cosa es celebración. Dice el versículo 47 “alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” ¿Quién debe ser alabado? Dios. La Biblia dice que debemos respetar a pastores, honrarlo, cuidarlos económicamente, pero no debemos alabar y adorar a ningún pastor. La iglesia no es una plataforma para aplausos de pastores, sino para Cristo. Magnífico es venir a la iglesia y cantar y si la letra de los cantos te aburren algo está chueco en tu corazón porque es cuando celebramos la victoria de la resurrección de Cristo y si esto no te deja con la boca abierta, algo está mal porque existimos para adorarle.

La última cosa que vemos es conversión. Cuando la iglesia tiene saludablemente los primero siete elementos, Dios lo ve y lo bendice y dice: “Bueno, hay algo que añadir aquí.” y la Biblia nos dice en el versículo 47 “alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” Creo que la iglesia tuvo gente recibiendo a Cristo en los cultos que realizaban, pero cada día había gente recibiendo el evangelio. La responsabilidad es dar el evangelio en todas partes, todos los días a todas las personas posibles y no sé de ti, pero yo necesito trabajar en eso. 

Las ocho cosas son: Comprensión (v. 42), Comunión (v. 42) Convicción (v. 43), Confianza (. 44), contribución (vv. 44 y 45), Compasión (v. 45), celebración (v. 47) y conversión (v. 47). No podemos ser nivel corporal lo que no somos nivel celular; si dices: “Ojalá tuviera una iglesia así”, pero si no lo estás siendo, no es el plano que necesita cambiar, sino tú necesitas cambiar.

¿Qué maneras puede nuestra vida ajustarse para seguir este plano?