El Poder Del Perdón

Efesios 4:31-32

31 “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 

32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

Quiero tratar un tema muy importante para nuestras vidas y es el poder del perdón. Alguien dijo sabiamente: “Perdonar es soltar a un preso y darse cuenta que aquel preso fuiste tú.” Vivir guardando rencor sobre ofensas que no se han perdonado no perjudican tanto a las personas que nos ofendieron sino a nosotros.

El versículo 26 dice: Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, y luego dice esto como asombrosamente “ni deis lugar al diablo. Sería peligroso tener a un león en casa o a un león merodeando no dejarías la puerta abierta, la cerrarías, un león no puede entrar a menos que sea invitado, ¿cómo invitamos al diablo a vivir en nuestras relaciones y familia? Puede ser algún tipo de idolatría, música rock, rap, metal, pero también lo que vemos aquí, es que la ira descontrolada invita al diablo a morar en nuestra casa, y veo en este texto con el aviso de no dar lugar al diablo y luego en el versículo 32, perdonar como Dios nos perdonó en Cristo. Hay algo muy importante para darnos cuenta; perdonar es invitar la gracia de Dios desde arriba y guardar amargura es invitar al diablo y no quiero invitar al diablo a mi casa. El diablo es excelente para entrar en familias y hacer su obra de destrucción, pero qué bueno que tenemos un manual acerca del perdón y dice el versículo 31 Quítense de vosotros toda amargura.” No tenemos que quitar una porción, sino toda amargura se tiene que soltar.

El perdón no tiene una base emocional, no es cuando tengamos ganas, esas ganas nunca van a llegar. Perdonar es un asunto de dos cosas: Espiritual y de voluntad. El Espíritu de Dios mueve mi voluntad para brindarte lo que yo tengo en Cristo: Un perdón total.

La amargura nos encadena en el pasado, nos hace vivir en el pasado, hace que el presente sea una pesadilla y hace el futuro de cualquier relación inseguro. En el matrimonio vamos hacia el perdón o hacia el divorcio. Si hay un pueblo que tiene toda capacidad y todo mandamiento de perdonar somos los cristianos. De que alguno ateo no sepa perdonar, es entendible o de un islamico, pero nosotros tenemos a Cristo crucificado, el Hijo de Dios, traspasado por nuestro pecado y diciendo: “Perdónalos no saben lo que hacen.” Tenemos en Cristo, el perdón brindado hacia nosotros, pero también ese pozo tiene mucha agua. Has recibido de gracia, da de gracia; te ha dado gracia, dásela a la persona que te ofende. 

Aunque este texto fue escrito a personas en Efeso, ¿sigue siendo relevante? Sí, porque la naturaleza humana es ofender a otro, y como dice Santiago muchos ofendemos en muchas maneras. Uno lo aprende en consejería, nunca hay el bueno y el malo, uno es más fuerte en su maldad, pero no hay buenos. Solo hay uno que es bueno: Dios.

Ofender es humano, perdonar es divino y en mi relación con mi esposa , familia y con mis hermanos en Cristo, lo que quiero es tener una relación divina y tenemos acceso a tener relaciones saludables unos con otros en Cristo, podemos vivir en lo sobrenatural. El espíritu Santo nos puede guiar para que imitemos a nuestro Dios siendo perdonadores.

¿No es tan dulce el perdonar? ¿Recuerdas cuando fuiste salvo? Un alivio entró por fin, ya no estamos bajo su ira, ya somos de la misma familia. Si eres casado sabes que a veces los momentos más dulces en el matrimonio es cuando arreglamos cosas porque te entrenas a que sí podemos. Dios es grande, podemos con su ayuda.

A causa del pecado, en cada relación entre cada ser humano, aun cristianos habrá malentendidos, fricciones en cada relación y aquí es donde me fascina la Biblia. La Biblia es la pura verdad y llega a lo más duro de nosotros.  No dice: “Por ser cristianos todo es bonito en la iglesia.” No, dice perdónense unos a los otros; está asumiendo que en la misma iglesia local va a haber fricciones y malentendidos y gracias a Dios, en Cristo hay esperanza de tratar bien a las personas que nos ofenden. 

1.Identifica la razón de la crisis

Dice la Biblia en Mateo 18:15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.Lo que es fascinante de este texto es que es muy claro, está diciendo tu hermano; esto implica que las personas que vas y te van a ofender son las persona más cercanas. Yo no voy a Walmart y peleo con personas desconocidas, pero sí con mi esposa, tenemos desacuerdos porque vivimos en cercanía. Si fuera el primo o hermano del de Walmart pelearía con esas personas porque la cercanía de seres humanos genera conflictos, pero aquí hay que identificar la relación de la crisis. Dice. Por tanto, si tu hermano peca contra ti. En nuestras relaciones hay que identificar la razón de la crisis porque hay una diferencia entre un pecado y una molestia. ¿Nuestra carne distingue entre estas dos cosas? Nunca. El coraje es tan rápido que respondemos tan rápido, que ni pensamos porque la persona lo hizo.

Hay ciertas cosas que no son pecados, son molestias. Hay personas que estornudan y no saben controlarse, es como una bomba nuclear que explotó de su nariz “¿No puedes estornudar más quieto?” O tal vez, ver a alguien que constantemente se está mordiendo las   uñas, y hay que identificar la razón de la crisis porque no hay que tratar cada situación, estos no son pecados, sino molestias y se deben pasar por alto. Pero cuando la Biblia habla de ofensas que sí hay que tratar, esto es que alguien, esposa, esposo, mamá, papá o un hermano en Cristo tiene una naturaleza pecaminosa y con la cercanía que tienes te ha afectado por lo mismo. Cada familia es una fábrica de pecado. Lo producimos naturalmente, por eso la escritura dice que no hay ningún hombre en la tierra que haga el bien y que nunca peque. Por ejemplo, tu mamá te dijo cuando fuiste una señorita de que tu hermana mayor sería la exitosa e inteligente y que tú no llegarías a ser nada y ahora tienes 35 años y esa hermana mayor que es muy exitosa no cuida a su mamá, su mamá está en vejez y ella que te ofendió con tantas palabras tajantes, como anciana, necesita que la cuides. Por eso, está este texto. 

Tal vez, tu papá dejó a tu mamá cuando fuiste niño. Él se fue con otra mujer y a ella sí la cuida y tú eres la persona desechada y ves que no abandonó a los otros hijos y a ti sí, y ahora te manda mensajes por Whatsapp o Facebook diciendo que quiere hablar contigo. Por eso, está este texto, para tratar con esas situación, no porque tu papá mastica como camello frente a ti. No son para molestias, sino para pecados, ofensas muy claras.

Tu cónyuge posiblemente gastó una cantidad de dinero sin decírtelo y era una cantidad que estabas ahorrando para otro gasto, falta de comunicación, avaricia, mucho gasto, poca comunicación para esas situaciones están estos textos. Por eso dice: Quítense de vosotros toda amargura.

En tu matrimonio ¿cuántas cosas se discuten que no se necesitan discutir? Si hay pecado, hay que tratar. Si hay reglas del papá que la hora es a las 9 PM que los hijos deben estar en casa y la mamá dice que a la hora que sea, hay que tratar con eso. Pero que tu cónyuge eche demasiado chiles chipotles en la tinga, eso no es un pecado. Nuestra carne no distinguirá entre pecados y molestias, va al grano y toca la situación en cualquier momento en que estoy ofendido. Hay que identificar la situación de la crisis.

2. Identifica la respuesta caótica

Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. La gente actúa y nosotros reaccionamos. Mi reacción va a hacer que esta situación explote en algo peor o voy a echar sobre el fuego, el agua del Espíritu y apagar ese incendio

Esa mamá que dijo que tu fuiste la más necia, mas tonta, sin potencial, ahora que ella tiene 80 años y te dice que la cuides, ¿cómo vas a responder? Ese papá que dejó a tu mamá y ahora que te necesita, que está enfermo ¿cómo vas a responder? Tu cónyuge gastó el dinero y están en rojo las cuentas ¿cómo vas a responder? Por eso está el texto: Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.

Otros comienzan las situaciones, pero nosotros reaccionamos.

No sé de ti, pero como cristiano estoy aprendiendo que sé actuar, he leído mi Biblia, he orado y sé cual es una conducta más o menos cristiana, pero mi cristianismo no solamente se revela en cómo actúo, sino como reacciono, son cosas diferentes. Actuar es hacer mi plan, pero cuando alguien viene e interrumpe mi plan, entonces cómo voy a reaccionar. La ilustración es la bolsa de té. Cuando colocas la bolsa de té en agua caliente, el agua no produce el sabor en la bolsa de té, ya estaba el sabor, solo lo revela. Revela lo que siempre estuvo ahí. Entonces, lo que entiendo es que no tengo derecho de decir a mi esposa: “Siempre me haces enojar” Sino que el enojo mora en mi ser porque soy necio. Mi esposa no me hace enojar, sino que revela lo que siempre estuvo dentro de mí. Cuando otros nos hieren, nos insultan, nos desamparan, nos ofenden típicamente lo que sale en nosotros es lo natural. El versículo 31 es lo natural, el versículo 32 es lo sobrenatural. 

Si no has meditado este texto, es muy preciso sobre nuestras reacciones, emocionales, lo que siento; verbales, lo que digo; y luego físico, lo que hago.

Empieza con lo emocional.Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, esa es la fase emocional de coraje. Luego entra en lo verbal “...gritería y maledicenciaGritería, es hablar en alto volumen para expresar mi disgusto y maledicencia es literalmente la palabra blasfemia, o sea, peco contra Dios y contra personas que lleva su imagen. Luego está lo físicos …y toda malicia.Malicia es un intento de asaltar a alguien físicamente y tú dices: “Esto pasa muy rápido.” El fruto del Espíritu es paciencia, es freno y después de conocer a Cristo, Dios puso un freno dentro de nosotros que nunca estuvo, nos dio una capacidad de no defendernos, de pelear por nosotros mismos, de esperar para ver cuál es toda la información en este asunto y lo que Cristo hizo por nosotros, lo podemos hacer no otros, pero nuestra carne es tan rápida, lo emocional, lo verbal y lo físico.

La palabra ira es muy interesante, viene en el mismo griego de la misma palabra termos. ¿qué hace un termo? Un termo guarda algo caliente. La Biblia describe cuando describe la ira, una sensación caliente dentro de nosotros como un fuego. ¿La ira es útil? ¿Lo caliente es útil? 

Dios es realista, sabe que nos vamos a enojar y por eso Él nos dice en el versículo 26 Airaos, pero no pequéis; Cuando se trata de que alguien pecó, afectó tu familia o está afectando a tu familia, tienes el derecho de estar enojado, pero Airaos, pero no pequéis; pero no entras en el tú por tú con otras personas porque estás aludiendo otro pecado a la situación, no estás ayudando a resolver. Más pecado no lleva a soluciones.

Nuestro Señor Jesús al revolcar las mesas de los cambistas, ¿no usaba palabras fuertes en ciertos momentos? Aún con sus mismos discípulos. Veo a Cristo como buen líder, sabiendo cuando consolar, pero también cuando dijo: “Hombre de poca fe.”  “Satanás, tú no tienes en mente las cosas de Dios, saboreas las cosas del mundo. Quítate delante de mí.” ¿Cristo tuvo coraje? Sí, pero no tuvo pecado. Eso nos dice algo que no todo coraje es pecaminoso. Cuando es diseñado para cumplir los propósitos de Dios, nuestro coraje ataca problemas, pero no ataca a personas. Hay un coraje que es correcto y justo.

La ira bajo control en su momento es muy buena Airaos, pero no pequéis; Pero cuando dice Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.cuando habla aquí de la ira habla de algo muy explosivo.

En Chicago, en 1871, había una familia que tenía una lámpara de aceite y un animal de un señor la tiró, se incendió un montón de paja que estaba al lado y luego incendió esa casa y la siguiente y se extendió por todas partes, se llegó a conocer como el gran incendio de Chicago. Murieron 300 personas, destruyeron 8.5 km2 de casas y de propiedades y dejó a 100,000 residentes sin casa. ¿Fue un buen fuego? No. ¿Ese fuego en la lámpara contenido servía? Sí para alumbrar,

¿Entendemos estoAiraos, pero no pequéis;? Ten tu ira contenida para servir en un buen propósito, para arreglar situaciones y atacar problemas, pero en el momento que usamos el coraje para atacar no problemas, sino a personas lo que causa es más problemas. Por eso, la respuesta caótica es un caos que vamos creando con nuestro coraje.

Jonás tan airado en contra de Dios y de que Dios salvara a  personas que él no quiso que Dios salvara y luego Dios mata esa calabacera, y dice: “¿Haces bien en enojarte?” Es una buena pregunta. ¿Tu coraje está produciendo un buen fin? En momentos debe. Si ves a tu hijo con su celular texteando con una persona que no es indicada, es momento de tirar el teléfono en el piso, es coraje y ataca problemas, pero ¿quién sabe qué porcentaje de nuestro coraje es justo y que porcentaje es injusto? Puedes analizar tu propia vida, y eso hace que la situación esté fuera de control.

Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Gritería es un insulto hecho a alto volumen de la misma manera que se envía una bala de una pistola. 

Cuando estoy contento no grito, pero ¿cuántos somos tentados a ser el gritón de la casa? “OJALÁ NUNCA TE HUBIERA CONOCIDO” ¿Eso va a arreglar tu situación? ¿Va a arreglar tu matrimonio? “MI VIDA ERA TAN FÁCIL ANTES DE QUE TU NACIERAS” ¿Eso va a animar a tu hijo a seguir en las cosas de Dios? 

Ni tengo que darte una clase de cómo hacer esto porque ya está implantado en ti desde que Adán y Eva pecaron, lo que tengo que enseñarte y a mí mismo es a cómo vivir como el versículo 32. Somos enojones naturales, según el texto. 

Maledicencia es maldecir a un ser humano y repito a un ser humano y es la palabra blasfemia en el griego. Cuando yo agredo a alguien, cuando insulto a alguien, la Biblia menciona que no solo a esa persona es afectado, Dios es afectado porque estoy tirando a alguien que lleva la imagen de Dios. Un gato no lleva la imagen de Dios, pero no gritamos al gato como gritamos al hijo. 

Si tuviera una foto de tu abuela y le estuviera tirando dardos a la foto, ¿estarías contento?, pero yo te digo que es una imagen  no es ella, pero el coraje se revela en que estoy tirando dardos a su imagen, y cuando tengo problemas espirituales siempre sale ofendiendo a quienes llevan la imagen de Dios, nuestro ser querido. Por eso la palabra blasfemia.

Tenemos que considerar estas cosas y ver que la situación llega a estar fuera de control. Dice el versículo 31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. ¿Qué es una milicia? Es la intención de hacer daño físico a otras personas y así agregar más pecado a la situación. Las estadísticas revelan cuán peligrosa es nuestra carne. Una de cada tres mujeres que buscan tratamiento médico de emergencia es víctima de violencia doméstica. Para las mujeres entre 15 y 44 años de edad la violencia doméstica es la causa más común de lesiones y el 50% de todas las mujeres víctimas de asesinato, han sido asesinadas por su esposo o novio. Dios no nos dio una fuerza para usarla en contra de nuestros seres queridos, sino a favor.

¿Para cuánto aprovecha la carne? Para nada. Ahora, ten cuidado de mal entender los versículos del Antiguo Testamento sobre usar la vara. La vara de corrección es importante. Hay un lugar para usar el dolor corporal, para enseñar lecciones a nuestros hijos. Golpes en la cabeza representan enemistad. Bajo control, podemos espiritualmente, pegar a nuestros hijos, pero no es tirarle vasos, chanclas, no es pegarle a tu hijo en la cabeza y diciéndole burro, hay una vara de corrección que el motivo es educar, mejorar y cuando eso se hace correctamente, el resultado es más gratitud, pero cuándo usamos la vara de insolencia hay distanciamiento, rencor, odio y hay relaciones más rotas que nunca.

Esto es tan rápido que debemos decirle al Señor que nos ayude antes de pensar y actuar.

Hay un remedio en Cristo. Hay posibilidad de mucha fricción, mucha destrucción en nuestras relaciones, pero en el versículo 32 nos lleva a la cruz. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” 

Cuando esa mamá que te insultó cuando eras niña y ahora necesita que la cuides en su vejez, tu puedes decir: “Mami, aunque fue herida mi niñez por ti, mi casa es tu casa, eres mi mamá y te voy a cuidar.” Eso es benignidad. Benignidad es un acto de bondad a personas inmerecidas. La razón de que tú no vayas al infierno es porque Dios te mostró benignidad, Dios pudiera haber dado justicia a cada uno de nosotros, y ¿dónde estaríamos si Dios nos hubiera dado la copa de justicia? En el infierno hace mucho tiempo. Pero Dios ha sido benigno y Dios que seamos iguales con los que nos ofenden.

¿Qué tal de cónyuge que malgastó el dinero? Dile: “Amor, tú me importas más que cualquier cantidad de dinero, los dos hemos malgastado en momentos las finanzas, y somos propensos a fallar, vamos a aprender de esto y vamos a comunicarnos mejor en el futuro, estás perdonado.” ¡Qué dulce! ¡Qué misericordioso!

Luego dice: “perdonándoos unos a otros,” Como ese papá que abandonó a tu familia y llega en su vejez, quiere limpiar su conciencia arreglando cosas contigo y tu dices: “Papá, la situación que tú causaste era bastante difícil, pero ¿sabes? Me encantaría sentarnos a tomar un café y hablar las cosas y Dios, en el transcurso de mi vida, me ha mostrado mucha misericordia. Recibí a Cristo como salvador. Papá eres perdonado.” Esto es el texto, si dices eso es imposible, es imposible en tu carne, posible en el Espíritu.

¿Qué es perdonar? No es excusar lo que hizo el ofensor, no es actuar como que nada pasó. Es declarar a tu ofensor: Me has tratado de una manera impía, te voy a tratar de una manera cristiana. Y esto tiene que ser intencional y ser hecho a la sombra, al pie de la cruz de nuestro Señor Jesucristo.Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.Porque si vivo a la luz de la cruz del calvario es donde no soy el ofendido, sino el ofensor, quito mis ojos de que siempre me ofenden, porque cuando voy a la cruz del calvario, el Hijo de Dios sucumbió a la muerte y tragó esa copa tan amarga no porque yo era bueno, sino porque yo era malo; y en Cristo tengo una justicia acreditada 100% a mi cuenta que no gané por religión, por bautismo, por nada, soy simplemente un delincuente que ha recibido misericordia.

En nuestras relaciones podemos entrar con esta perspectiva: No soy el ofendido, soy el ofensor y Dios ha sido glorioso conmigo. “Hoy” dijo a un ofensor: “Hoy estarás conmigo en el paraíso” y así es el perdón. El perdón es HOY porque si vivo en amargura, vivo en el ayer siempre, no me permite vivir en el hoy. 

¿Cuándo vas a perdonar? ¿Cuándo en Cristo, vas a tratar estas situaciones en tu vida y perdonar? Porque el perdonar te permite vivir en el hoy, unos estaban viviendo en años atrás.

Es una reconciliación de relación, no a distancia “Hoy estarás conmigo en el paraíso.” Hay personas que necesitas perdonar, pero no tenerlas cerca, sé sabio en esto. Si alguien abusó de una forma vulgar, tú sabes; hay personas que debemos perdonar, pero no tener cerca de nosotros ni de nuestros hijos. Hay personas con las que sí he hecho estas oraciones de los salmos. “Señor, trátalo. Trata a tus enemigos en forma justa. Si sabes que esa persona no va a ser salva, haz lo que tienes que hacer con ella.” 

Aquí está un manual de gracia para no continuar haciendo de mal en peor esas situaciones, sino entrando en situaciones naturales con las sobrenaturales.