Un Corazón Compasivo

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.Juan 3:16

Dice el versículo tan citado por los cristianosPorque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Un versículo que se expresa de manera sencilla y estoy seguro que para la mente del apóstol Juan, en su mente finita, no logra comprender en su totalidad la profundidad de este versículo y lo expresa de esa manera. Es un versículo de lo más profundo del corazón de Dios, este versículo habla de lo que Cristo hizo por nosotros, algo que no le podemos pagar a Jesucristo ni con todo el oro y la plata de este mundo. Este versículo revela el amor de Dios para con nosotros. Un versículo que está lleno de compasión, que expresa el corazón compasivo de Dios.

La compasión es un sentimiento de pena y tristeza experimentada en una desgracia ajena; que nos duela lo que le pase a otra persona, eso es la compasión y que eso que te está doliendo y llegando a tu corazón te mueve a hacer algo. Eso fue lo que le pasó a Dios en su corazón, vio que el mundo iba perdido hacia el infierno y mandó a su único Hijo, no escatimó ni a su propio Hijo, no se aferró, sino que se despojó a sí mismo para que nosotros pudiéramos disfrutar el día de hoy una salvación tan grande. 

El cristiano debe tener un corazón compasivo. Nuestro Señor Jesucristo nos da ejemplo de que debemos tener un corazón compasivo.

Dice la Biblia en Mateo 15:32 Y Jesús, llamando a sus discípulos, dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, no sea que desmayen en el camino. Y conocemos que Cristo hizo un gran milagro: Multiplicó los alimentos. Pero Él dijo a sus discípulos: “Tengo compasión de la gente, no quiero que les afecte, me duele que les pase algo porque tres días no han comido nada.” Dice Mateo 14:14Y saliendo Jesús, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a los que de ellos estaban enfermos. Conocemos que a lo largo de su ministerio, Jesucristo hizo grandes señales: Dio vista al ciego, hizo caminar al cojo, sanó al leproso y tanta cosas más que el apóstol Juan dijo que no cabrían en este mundo si se escribiera tanto libros de todas las cosas que Cristo hizo, pero primeramente fue movido a compasión. Dice en Mateo 9:36Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.” A Cristo le duele cuando una iglesia no tiene pastor. Qué bendición que en esta iglesia haya un pastor. Tenemos el compromiso como cristianos orar por nuestro pastor porque él también tiene necesidades como nosotros, él también padece persecución y más que cualquier cristiano que solo está sentado, tiene familia, tiene una esposa, tiene necesidades tanto físicas como espirituales y nuestra responsabilidad es orar por él.

1 Pedro 2:9 dice: Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; Para eso somos salvos, Cristo nos pudo haber llevado el día que nos salvó, pero si nos dejó es con un propósito: Que mostremos virtudes y una de las  virtudes de Cristo es tener un corazón compasivo. El versículo 21 dice: Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; El cristiano debe tener un corazón compasivo. Cristo quiere que toda la iglesia tenga un corazón compasivo. 

Este mensaje es para toda la iglesia, pero quiero enfocarme en este punto en que Dios quiere que los jóvenes aprendan a tener un corazón compasivo. Dice Juan 6:5-9 Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman estos? Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? Este muchacho lo dio todo, seguramente era su desayuno, pero él lo guardó porque vio una gran necesidad y le dolía en su corazón que toda la demás gente no estuviera comiendo y dio todo lo que tenía y lo puso en las manos de la persona indicada: El Maestro. 

Joven, nunca minimices lo que puede hacer Dios contigo, Dios quiere usar tu vida, nunca digas: “No sé cantar, con trabajo leo mi Biblia, no tengo talentos, estoy lleno de errores y temores, no tengo virtudes, ¿Qué puede hacer Cristo conmigo?” Solo ponte en sus manos. Un corazón compasivo lo da todo. Cristo lo hizo, Él se entregó. Este joven con lo poco que tenía se lo dio a Cristo. Dice el versículo 12Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. Joven, Cristo tiene el control, Él quiere usar tu vida.

Dice Lucas 7:11-14 Aconteció después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y una gran multitud. Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad. Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores. Esta mujer ya no tenía a su brazo derecho. Aquel varón que trabajaba y llevaba sustento a su casa ya no estaba y el único hijo que tenía estaba muerto. Cristo es el consolador, Él tiene un corazón compasivo. Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate. Dios quiere usar tu vida. Cristo le dijo: “Joven, a ti te digo, levántate.” Pero este joven tenía una característica: Estaba muerto. Muchas iglesias bautistas fundamentales están llenas de jóvenes, pero tristemente pocos tienen el corazón compasivo para hacer algo más por Dios. Llegan a la iglesia, el pastor anuncia el servicio que va haber para los jóvenes y ni siquiera se mueven, se incomodan, deberían saltar de emoción y decir: Gracias a Dios por esta iglesia que está viva. Esta iglesia se preocupa por nosotros y quiere nuestro crecimiento espiritual. Pero están tibios en las cosas de Dios, con un corazón amargado, lleno de pecado, de problemas y confusiones. Cristo dice: “Joven, a ti te digo levántate.” Da todo para Él, entrega tu corazón y ponte en Sus manos.

Dios quiere usar a los jóvenes, pero también quiere usar a los padres de familia, pero al igual que los jóvenes, hay hermanos que por el afán de esta vida, el trabajo, las preocupaciones, que tiene que proveer, muchas veces su corazón se va alejándose de Dios y en ocasiones llegan a ser hasta soberbios, altivos y orgullosos y eso no le agrada a Dios. 

Dice la Biblia en 1 Crónicas 21:1Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que hiciese censo de Israel.David quería saber cuántos soldados tenía en su ejército, pero recuerda que las victorias que David obtuvo fue porque Dios se las dio. El versículo 7 dice: Asimismo esto desagradó a Dios, e hirió a Israel.Hubo consecuencias de tener ese corazón altivo. El versículo 14Así Jehová envió una peste en Israel, y murieron de Israel setenta mil hombres. Es grave el pecado de soberbia. Dios envió una peste en Israel y murieron setenta mil hombres. Varón, Dios quiere que tengas un corazón dulce, tierno y lleno de compasión, que no seas soberbio. Y alzando David sus ojos, vio al ángel de Jehová, que estaba entre el cielo y la tierra, con una espada desnuda en su mano, extendida contra Jerusalén. Entonces David y los ancianos se postraron sobre sus rostros, cubiertos de cilicio.  David se dio cuenta de lo que había hecho y su corazón se quebrantó y se doblegó “Y dijo David a Dios: ¿No soy yo el que hizo contar el pueblo? Yo mismo soy el que pequé, y ciertamente he hecho mal; pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Jehová Dios mío, sea ahora tu mano contra mí, y contra la casa de mi padre, y no venga la peste sobre tu pueblo. Con un corazón tierno y compasivo estaba intercediendo por toda una nación. Dios puede hacer eso, ¿Cuando has orado por algún misionero? ¿Conoces a los misioneros que apoya tu iglesia? Las necesidades que puede haber entre los hermanos enfermos? Dios puede hacer eso.Y el ángel de Jehová ordenó a Gad que dijese a David que subiese y construyese un altar a Jehová en la era de Ornán jebuseo. Entonces David subió, conforme a la palabra que Gad le había dicho en nombre de Jehová. Y volviéndose Ornán, vio al ángel, por lo que se escondieron cuatro hijos suyos que con él estaban. Y Ornán trillaba el trigo. Y viniendo David a Ornán, miró Ornán, y vio a David; y saliendo de la era, se postró en tierra ante David. (Vers. 18-21). Este hombre era un hombre trabajador, padre de familia, pero cuando vio al rey se postró. 

Entonces dijo David a Ornán: Dame este lugar de la era, para que edifique un altar a Jehová; dámelo por su cabal precio, para que cese la mortandad en el pueblo.Este hombre orgulloso estaba dispuesto a pagar un precio por sus errores y este segundo varón respondio “Tómala para ti, y haga mi señor el rey lo que bien le parezca; y aun los bueyes daré para el holocausto, y los trillos para leña, y trigo para la ofrenda; yo lo doy todo.Ornán vio como estaba sucediendo todo y le dolió en su corazón esa mortandad y estaba dispuesto a dar su tierra, su trabajo, su herramienta, todo, y la Biblia no menciona que este hombre sea de una tribu de Israel, era Jebuseo. Antes de ser Jerusalén, era Jebús y él era de ese pueblo, podemos pensar que hasta era inconverso, pero con un corazón compasivo estuvo dispuesto a darlo todo.

No permitas que otro de afuera te ponga el ejemplo de cómo dar para la obra de Dios. Escuchamos que el alcalde, el presidente municipal, o una persona adinerada hicieron cosas y ellos nos ponen el ejemplo, cuando nuestro corazón debería darse todo para Cristo porque hay una gran necesidad: La gente está muriendo, que te duela en tu corazón lo que le pasa a otra persona. Dice el versículo 23 Entonces el rey David dijo a Ornán: No, sino que efectivamente la compraré por su justo precio; porque no tomaré para Jehová lo que es tuyo, ni sacrificaré holocausto que nada me cueste. Paga el preció, varón.

¿Qué te está pidiendo Dios? ¿Ya viste la necesidad? Dios quiere usarte, quiere que tengas un corazón compasivo.

Dios también quiere usar a las hermanas. Marcos 12:41-44 dice: Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. 42 Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. Dos blancas era la moneda más pequeña de Jerusalén. Pudiéramos aplicar a nuestra vida dos monedas de cincuenta centavos, forman un peso. ¿Qué es un peso para los ricos? Nada. “Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero esta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.A ella ya no le preocupaba sus deudas, sus compromisos, lo que tenía que hacer con lo poco que tenía, echó todo su sustento. Un corazón compasivo lo da todo. Esta mujer fue al lugar indicado, sabía que en la casa de Dios se le iba a dar un gran uso. La gente está muriendo en todo el mundo. Hay lugares donde el evangelio está cerrado, no se puede predicar a Cristo. Países como Pakistán, Maldivas, Irak, Somalia, Arabia Saudita, Libia, Yemen, Sudán, Nigeria (país número uno donde asesina a los cristianos), Egipto, Corea del Norte son países cerrados al evangelio, pero esta viuda echó porque sabía que hay una gran necesidad.

¿Quién va a ir a esos lugares? A lo mejor no puedes y no quieres ir y está bien porque el llamado no es para todos a ir a un determinado lugar, pero Dios te llama a que aportes para la ofrenda misionera. No puedes ir tú, pero tu dinero sí. Lo que el misionero viene a hacer no es por lucro y no digas: “Otra vez, ahí viene.” Yo no puedo llegar solo, la iglesia tiene que enviar al misionero, las iglesias se tienen que unir para que el misionero llegue a ese lugar donde está cerrado el evangelio.

Había un pastor llamado Kim en Corea del Norte y él se encerraba en el sótano porque estaba prohibido predicar a Cristo, pero un día estaban haciendo una carretera y pasaba encima de su casa en donde los hermanos adoraban en secreto y fueron descubiertos, los maltrataron, los humillaron, sacaron a los niños más pequeños de cuatro, cinco años y les decían: “Nieguen a Cristo, esto no es verdad.” Ellos dijeron: “No podemos. Te amamos Cristo.” Colgaron a los niños en su presencia hasta que dejaron de respirar y murieron. Antes se habían acercado a sus niños y tocaron sus caritas y dijeron: “Más tarde ahí nos vemos.” Mandaron a traer una aplanadora y los acostaron a todos y les decían que negaran a Cristo, pero ellos comenzaron a cantar: “Cristo entre más padezco más te amo.” Y uno dio testimonio que pasaba la aplanadora y se escuchaba un ruido espantoso, de cómo eran triturados sus huesos hasta que el último dejó de cantar, dando todo por Cristo. Eso reta mi corazón, me prende que hay gente dispuesta a darlo todo por Cristo. Habrá lugares peligrosos, pero Dios tiene un deseo: Quiere que todos los hombres sean salvos en todo lugar.

¿Tienes un familiar en el infierno? Porque Cristo ya lo hizo todo y Él ya pagó por nosotros, se dio y nos dio vida eterna como dice Hebreos 10:26-27 Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.” Viene un juicio horrendo, un espectáculo horrendo. ¿Quiénes son los adversarios? Sí, Corea del Norte, Pakistán, Irán, países cerrados al evangelio, pero ¿qué de tus compañeros de trabajo, aquellos que se han rehusado de seguir a Cristo, familiares cercanos que les predicas una y otra vez y no quieren? Y Cristo dice: “Oblígalos a entrar, la cena ya está hecha.”

Yo sí tengo un familiar, un hombre que nunca quiso nada con Dios, que cerraba su corazón, y vivió perdidamente en su vicio, murió alcoholizado, golpeaba a su esposa todo los días, un hombre que caminaba kilómetros por carreteras y autopistas y murió perdido ¿A dónde fue su alma? Me duele saber lo que la Biblia dice en Apocalipsis 20:11-15 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.  Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

Trae a tu mente esta escena porque habrá tribunal de Cristo, recompensas, pero unos van a ser avergonzados y aquí está este gran juicio que ni el cielo lo va a poder contener y ahí están los muertos grandes y pequeños delante del Juez, y me imagino a aquel hombre que nunca quiso nada con Cristo, que siempre vivió perdidamente, ese hombre es mi papá y mi corazón late y me duele que estará delante de Dios y ya no habrá oportunidad y será lanzado al lago de fuego y le podría decir a Dios: “¡Dale una oportunidad! Él es mi papito, yo lo amo Dios, tú tienes un corazón compasivo.” Y a lo mejor me lanzaría a sus pies, me colgaría de él para que no fuera lanzado y lloraría, pero es algo que ya no puedo hacer. Dice en Hebreos que está estipulado que el hombre muera una sola vez y después de esto el juicio, ya no se puede hacer, es en vida. Por eso estamos aquí porque hay una gran necesidad. 

Misiones está vigente para nosotros, las iglesias tienen que enviar, hermanos se tiene que levantar e ir, hermanos tienen que predicar el evangelio ¿Quién va a ir? ¿Quién va a dar? ¿Quién va a dar todo para Dios?

Por eso le digo a mi madre: Cristo te ama, Cristo murió por ti. Hermano, Cristo te ama. Cuñado, Cristo te ama. Egipto, Cristo te ama.

Va a llegar aquel día en que el ángel tomará el evangelio y ya no va a haber misioneros y les va a dar una última oportunidad y ahí están los muertos grandes y pequeños delante de Dios, y ahí estará tu familiar y se abrirá el libro de la vida y si eres salvo vas a escuchar tu nombre y tu familiar va a decir: “Él es mi hijo”, “ella es mi hija”, “ella es mi esposa”, “él es mi familiar.” Pero dice: “Apartaos de mí, malditos al fuego eterno.”

Si tu corazón no se conmueve, si no te duele lo que le puede pasar a otra persona, ponte bien con Dios. Necesitamos hacer más por misiones y no nada más locales, sino por todo el mundo.