Una Loma, Tres Cruces

Lucas 23:32-43

 

32 “Llevaban también con él a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos. 

33 Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. 

34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes. 

35 Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si este es el Cristo, el escogido de Dios. 

36 Los soldados también le escarnecían, acercándose y presentándole vinagre, 

37 y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo. 

38 Había también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS.

39 Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. 

40 Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? 

41 Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas este ningún mal hizo. 

42 Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. 

43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.”

Hay tres cruces y una loma en este relato. La cruz en la izquierda, un hombre que murió en su pecado, la cruz a la derecha, un hombre que murió a su pecado, pero bendito sea Dios por esa cruz en medio donde un hombre murió por el pecado. La cruz de la izquierda, un hombre que perdió su vida; la cruz a la derecha, un hombre que ganó su vida; la cruz de en medio, un hombre que dio su vida. La cruz de la izquierda es la cruz de rechazo; la cruz de la derecha es la cruz de la recepción, pero la cruz de en medio es la cruz de redención.

Te has puesto a pensar ¿por qué hubo tres cruces en el momento que Jesús murió? Porque los romanos crucificaban a gente en diez, en veinte, en cincuenta siempre atemorizando al pueblo diciendo “no vengas en contra del gobierno”, pero en el momento que Jesús murió solamente hubo tres. Juan 19:18 dice: y allí le crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio.¿Por qué hubo solo tres y Jesús en medio? Porque Dios estaba mostrando que en el centro de la humanidad hay un solo salvador y que todos eventualmente van a caer a un lado o al otro, y hay una cruz de redención de Jesús y una cruz de rechazo a un lado y una cruz de recepción en el otro. Y todos aquí vamos a tomar una decisión de rechazar o de recibir. 

¡Qué mejor manera de empezar el año! Que si no conoces la gracia de Dios, y supiste algo de Jesús, pero es mejor conocerlo, conocer su gracia y perdón, pero te aviso que nadie es neutral cuando se trata de Jesús. Puedes tener opiniones neutrales de personas, de cosas de gobierno, de nutrición, de historia, pero nadie es neutral cuando se trata de nuestro Señor Jesucristo. Hay un solo Dios, un solo mediador entre Dios y los hombres. O le recibes o le rechazas. Espero que tomes la decisión de recibir ese perdón.

En EU hay un punto más alto de las Montañas Rocosas en Colorado, un punto donde las lluvias que caen al oriente o al este, van bajando y terminan en el océano Atlántico y todas las lluvias que caen el oeste van descendiendo y eventualmente terminan en el océano Pacífico. 

Ese punto es muy crucial que determina en qué lugar cae o termina tu destino. Vas a ser como él recibe o rechaza y eso va a determinar cuál será tu destino eterno, y por eso prefiero alzar en alto la gracia del Señor Jesucristo. 

1. La cruz de la redención

Mira los versículos 34-38  Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si este es el Cristo, el escogido de Dios. Los soldados también le escarnecían, acercándose y presentándole vinagre, y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo. Había también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS.” 

Esa cruz es gloriosa. La cruz fue un instrumento de tortura en donde el gobierno romano había perfeccionado la manera mas cruel, tortuosa y lenta de hacer expirar y eliminar a personas que no estaban con ellos. Les daban latigazos, tenían martillos y clavos y sus soldados más llenos de coraje y odio con el judío, les decían perros y los crucificaban y la muerte de cruz era tan tortuosa que llegó a ser una palabra grosera entre las personas de esos días, que ni siquiera querían mencionar. La muerte de cruz era algo enormemente feo, pero el único lugar en todo el universo en donde una cruz se convierte en algo bello es en la Biblia por causa de la cruz de redención. La cruz de nuestro Señor Jesucristo. No es la figura de madera, sino quien estaba en ese cruz, el único niño cuya mamá nunca le tuvo que disciplinar, el único amigo que siempre era confiable, nunca engañaba, escuchaba bien, el único ciudadano que siempre pagaba sus impuestos, miles y miles le acusaba delante de su gobernador y él tuvo que sacar la conclusión “Ningún delito hallo en Él.” El único hombre que dice la Biblia era tentado todo según nuestra semejanza pero sin pecado. 1 Juan 2:2 le llama Jesucristo el Justo, el autor de Hebreos dice: “Santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores.” Los otros ladrones estaban ahí por ser hijos del diablo, él en esa cruz por ser el Hijo de Dios, los otros eran ladrones, eran crucificados por quitar cosas. Él estaba ahí para dar y dar su vida en rescate por muchos. Los criminales a los lados estaban siendo crucificados a causa de su delincuencia, él estaba a causa de su amor. 

Los romanos típicamente cuando una persona estaba siendo ejecutada siempre pedía misericordia del gobierno en el último momento por si mismo, Cristo fue muy distinto, en lugar de pedir por él mismo, pidió por otros, porque él no tenía pecado. “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”, y ¿cuántos podemos decir: “Gracias a Dios el Padre escuchó esa oración en mi vida, cuando estuve tirado en fiestas, gracias a Dios no me morí de una sobredosis, besé a la muerte en muchas ocasiones pero gracias a Dios, sentado, vestido en juicio cabal porque aun en mi ignorancia Dios tuvo tanta misericordia”? Porque Jesucristo dijo esas palabras: “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen.”

Quizás los familiares de esos dos malhechores habían enviado cartas a la Corte Suprema de Roma pidiendo una disculpa, quizás dando dinero para que ellos no fueran crucificados, pero Jesús estaba listo, el que tantas veces en su ministerio se había escapado de gente que lo quería matar, tantas veces Jesús estaba cercano a la muerte, pero se escapó, pero en ese momento voluntariamente acepta tomar esa copa que estaba destinado para él. Dice la Biblia que como Cordero se enmudeció, las mujeres lloraron por él, los soldados quedaron atónitos, de hecho uno dijo “Sí, es el Hijo de Dios.”

La Biblia dice en Juan 10 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. Y en esa cruz de redención, la cruz de en medio, un hombre Santo vertió sangre santa para los pecadores para convertirnos en santos. ¡Bendito sea Dios por la cruz de en medio!

Como dice el Canto “Oh cuánto amaré esa cruz, donde murió mi Jesús.” Ese cuerpo torturado, colgado como un trapo débil sobre una cruz, magullado con diferentes colores de moretones en todo el cuerpo, la Biblia dice “inmolado por nuestras transgresiones” y cuánto dolor nuestro Salvador sufría en su pasión por nosotros. Eres amado, eres querido para siempre, eres seguro en este amor, pero ese dolor físico no fue lo más tortuoso para el Hijo de Dios, el Hijo de Dios como miembro de la trinidad y por toda la eternidad siempre tenía la comunión íntima y sintió el amor de su Padre, aun cuando estaba en momentos de venir a la cruz del calvario, días antes resucitó a Lázaro y dijo: “Padre, yo me regocijo porque siempre me oyes.” Ángeles ministraron al Hijo de Dios cuando él dobló rodillas en Jerusalén, pero dijo Cristo “Si es posible que esta copa pase de mí, que pase, pero si no, no se haga mi voluntad sino la tuya” y con esas oración, selló totalmente su destino, unos momentos después. Cristo fue crucificado y los mismo ángeles que cantaban en su nacimiento en Belén, los que le servían en su tentación estaban dispuestos a venir a ayudarle, pero se quedaron lejos del Hijo de Dios mientras que él vaciaba la copa de la ira de Dios a favor de nosotros y si hay un grito desde el alma, el Santo inocente Hijo de Dios hace una pregunta al Padre “Dios mío, Dios mío ¿por qué me has desamparado?” Y si Dios hubiera contestado hubiera dicho mi nombre y tu nombre.

Gracias porque existe la cruz de redención, gracias porque hay esperanza para pecadores como tú y yo. Gracias a Dios que esto es más que una religión y un rito, es una relación establecida por el hombre en medio de esas tres cruces, es Jesús Salvador nuestro. Y cuando eramos débiles, Cristo murió por nosotros, somos débiles moralmente, nuestra carne nunca coopera con nuestros ideales, metas y planes en toda área de nuestra vida y menos en lo espiritual, aunque trates de obedecer a Dios en todo y cumplir los diez mandamientos nunca está en ti hacerlo, pero bendito sea Dios, el mismo Dios que escribió esos diez mandamientos escribió en esta cruz en medio sobre su gran amor para contigo, cargado, débil, fatigado, mortal, culpable eso describe a todos, pero esas palabras se borran en la cruz del Calvario.

Escuché la historia de un criminal en Inglaterra que era condenado a muerte, era un soldado que había traicionado al gobierno y el gobernador en ese entonces Oliver Cromwell tenía una forma de ejecutar y siempre había una campana que sonaba en cierta hora de la tarde y luego mataban a las personas sentenciadas. El día vino para este hombre que había traicionado, pero la ley era cuando sonaba la campana tenía que matar al criminal, y llegó esa tarde y no hubo ningún sonido, entonces fueron a checar la torre y encontraron colgada sobre la bola de la campana a la prometida de ese joven que se puso y no sonó la campana y cuando vio el rey el amor de esa prometida para con su prometido, dijo: “Tu amado vivirá a causa de su sacrificio” y la Biblia dice que Dios es tres veces santo, “que el que no cree en el Hijo será condenado”, hay un caliente, eterno infierno que todos merecemos y la campana ha sonado Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, pero si has confiado en Jesús el Padre puede decirte lo mismo, si ya eres salvo, ya sabes de esa gracia, si estás con esa preocupación de a dónde vas a ir cuando mueras, tus lágrimas nunca te van a poder lavar tus pecados, tu sudor trabajando religiosamente, yendo de rodillas y delante esperando que Dios te perdone, tampoco hay aguas de bautismo que te pueden salvar, pero hay sangre de las venas de Emanuel que fueron derramadas y hay agua en ese pozo, en esa fuente y Dios está listo para recibirte a ti sobre sus términos y los términos de Dios son Cristo Jesús, Señor nuestro. Recíbelo porque él desea ser tu salvador.

2. La cruz de recepción

Los dos malhechores eran convencidos por el mismo sistema de gobierno, ambos eran condenados a la misma muerte de cruz, eran torturados por los mismos soldados crueles, ambos rodeados por la misma multitud curiosa, ambos  tenían una pequeña distancia entre el Salvador del mundo y ambos por algún tiempo, dice Mateo, injuriaban al Hijo de Dios, tenían mucho en común, pero dos mil años después, tienen destinos muy diferentes. Uno está en el paraíso prometido y el otro fue ignorado totalmente por Cristo; uno está en un lugar donde hay gloriosos ángeles y el otro está en donde hay millones de demonios; uno está bendiciendo el nombre de Jesús por el día en que fue salvo, el otro está maldiciendo el día que nació; uno está en un lugar donde no hay necesidad de nada y el otro está en un lugar en donde ruegan por una gotita de agua y se les niega aun ese favor.

Dice los versículos 39-43 Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas este ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

Piensa por un momento en este hombre, creo que hemos escuchado predicaciones sobre este hombre, pero lo que aprendemos es que después de hacer un montón de malas decisiones, él tomó una buena decisión que limpió esas malas decisiones. Dios dice en los diez mandamientos “No robarás, no robarás” y lo que tenemos entendido que este hombre era un criminal que quitó posesiones y en el proceso quitó una vida, él era un ladrón y un asesino, rompió mandamientos de Dios y ofendía al hombre igualmente, por eso estaba siendo crucificado, porque así es el pecado, ofende a Dios, ofende al prójimo y este hombre está pagando las consecuencias de sus pecados y está en el mero momento de expirar y entrar en el infierno, él estaba a lo mejor sintiendo lo caliente del infierno, Satanás estaba listo para ver a otro condenado, pero bendito sea Dios, en un momento de gracia el Espíritu Santo le movió para ver para lo que nunca jamás había visto, un Salvador y un Rey.

Y había sido escrito el título de nuestro Señor Jesucristo Había también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS. Y la gente oscurecida espiritualmente pensaba “Este es un charlatán que dice que es el rey de los judíos para sacarles de Roma” él es el Rey de reyes y Señor de Señores y vino para salvarnos de nuestro pecado, y su reino es sempiterno y mira lo que dice el versículo 42 Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. y lo que vemos aquí es petición, admisión y salvación. El versículo 41 dice: Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas este ningún mal hizo. Él está admitiendo quién es él y quién es Jesús, estuvo entendiendo que él no estaba ahí por mala suerte, estaba siendo honesto. La Biblia dice “Si nosotros decimos que no tenemos pecado, le hacemos a Dios mentiroso y la verdad no está en nosotros” y la mejor cosa que puedes hacer como pecador es ser exacto en tu confesión, admitir quién eres tú, y ser salvo. La iglesia no es club de gente buena, es una sala de emergencias para gente enferma que no puede, somos un grupo que decimos no podemos y este hombre igual.

En el ministerio de Grupo Esperanza hemos visto a personas que lloran por la esposa que ya no pueden tener y por los hijos que ya no confían y eventualmente lo que cosechamos es muerte porque la paga del pecado no solo es enfermedad, mala suerte, perdida de trabajo, es muerte y este hombre admite diciendo Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo.

En medio de la oscuridad, la luz de Jesús brillaba lo suficiente para que ese hombre con ojos abiertos lo pudiera ver, pero no solamente supo algo general de Cristo, sino fue personal en su petición, y hay muchos que van a quedar en el infierno con una mente llena de versículos bíblicos que saben mucho de Jesús, pero no personalmente se arrepienten. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Ahí estuvo María, él no pidió “Virgencita vente acá, pídele a su hijo que me salve” él fue con Jesús, él vio al Hijo de Dios haciendo una muerte de sustituto para él. Cuando alguien viene con Jesús con esa petición Cristo dice: “Todos los que el Padre me da, vendrán a mí, el que viene a mí no le echo fuera.” Dios está siempre listo para recibir esa oración. La Biblia dice que hay gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente y ese hombre se arrepintió, no tuvo chance de bautizarse, de ir a una iglesia, menos de hacerse miembro de una, no tuvo chance de pedirle perdón a la gente que se había arrepentido, pero Dios le perdonó.

“El malhechor se convirtió, pendiente de una cruz. Él vio la fuente y se lavó creyendo en Jesús.” Y hasta la fecha esas palabras ponen una dulzura en nuestros corazones por un hombre que en un momento de tortura y muerte, de desesperación, miró con fe y gracias a Dios la cruz de redención convirtió a ese hombre en la cruz de recepción. Y esa oficina está abierta para ti también y qué mejor manera de empezar este año con una nueva esperanza, siendo una nueva criatura recibiendo nueva gracia que nunca has recibido y no importa lo hiciste en 2021 , 2015, o en 1970, no importa todo esto, eso se borra con venir a Jesús de decir: Señor soy pecador, pero tú eres el Rey que has muerto por mí.

3. La cruz de rechazo

Me encantaría terminar con esta cruz de recepción, pero Jesús dice que hay un camino muy ancho y muchos están viajando en ese camino y el fin de ese camino es destrucción, y ese hombre estaba en el camino ancho. Dice el versículo 39 uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. Qué tan cercano a la salvación, pero tan lejos a la vez, es como un hombre muriendo de sed a lado de un pozo de agua dulce, pero no toma, es un hombre dónde está la medicina y él muriendo de una enfermedad pero no lo decide tomar.

Tristemente, este hombre si estaba en un camino ancho porque siguió el camino de las multitudes sálvate a ti mismo y a nosotros diciendo “sácanos de esta condición” y hay muchas personas que quieren a Jesús para que les saque de condiciones que ellos mismos han causado, y Jesús no es el mesero de ninguno, algunos quieren a Cristo y lo tienen como una carta de buena suerte para sacarlo de vez en cuando, y no lo quieren como Rey y tengo noticias, Jesús no es el mesero de ninguno, es el maestro de todos y la salvación entra en el alma cuando le recibimos como salvador. Los discípulos verdaderos son personas que también coronan a Jesús como Señor de sus vidas. Hay muchos que van a la iglesia, muchos que supuestamente toman decisiones, pero hay pocos discípulos. Este hombre tomó la ruta fácil sálvate a ti mismo y a nosotros no entendiendo que Cristo para salvar no pudo salvarse a sí mismo, tenía que morir por nosotros, porque Jesús no solamente viene para sacarnos de malas situaciones, nos salva de quienes somos.

“Los soldados también le escarnecían, acercándose y presentándole vinagre, y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo. (Lucas 23:36-37) Ya sabes de donde vino las palabras de este hombre de la cruz de rechazo, él escuchó esas palabras y dijo lo mismo. Uno lo vio como Señor, como Rey, como Dios, pero la mayoría vieron a Cristo con ojos equivocados y con un corazón de incredulidad. Él dijo si tú eres el Cristo, las mismas palabras que el diablo usó: “Si tú…” cuando se trata de quién es Cristo no es que si, es Él es el Hijo de Dios, él es Cristo, el Salvador del mundo, pero este hombre rechazó a Cristo.

Tenemos en común con estos hombres que hemos tomado malas decisiones en nuestras vidas y somos personas que nuestros caminos tienen destinos, nuestros decisiones traen consecuencias y eventualmente lo que se pierde en este texto es esto, todos esos soldados fuertes con sus espadas, como si ellos estaban bien, lo que no entendían es que estaba en las mismas condiciones, besando la muerte igual como ese hombre.

Tienes como ser humano un instinto de supervivencia y tu instinto de supervivencia te motiva a tratar de vivir eternamente y hasta la fecha estás haciendo un buen trabajo, pero hay señales que no vas a tener éxito en esta meta: más arrugas, menos dientes, más canas, menos cabello. El ser humano está queriendo, por su instinto de supervivencia, vivir un segundo más, pero eventualmente va a perder en ese esfuerzo y como cualquiera tendrá que despedirse de esta vida. Pero gracias a Dios la cosa que tenemos en común es que tenemos oportunidades. Hoy es un día de gracia, en que la puerta de misericordia está abierta y Dios promete salvación al que se arrepiente, pero no promete mañana al que posterga. 

Hace años, en 1970 había dos muchachos que asistían a la universidad y participaban en clavado olímpico, uno se llamaba Guillermo y el otro Carlos y eran amigos. Guillermo era cristiano y constantemente daba el evangelio a su amigo Carlos para que fuera salvo, pero él no quería decía que tenía su vida. Ese fue su primer año de universidad, pasaron dos años más y perdieron contacto, pero el evangelio es poder de Dios para salvación, se planta la semilla y se queda en la mente. Carlos, en su último año estaba en práctica de deportes y estaba pensando que necesitaba a Cristo y decía después de esta práctica, y Carlos se fue solo a la piscina para practicar, ya era noche y no prendió las luces, pero la luz de la luna pasaba a través de las ventanas. Iba a hacer un clavado hacia atrás, puso los dedos de los pies en el borde del trampolín, puso sus brazo extendidos para balancearse y la luz de la luna crea una sombra sobre la pared y se acordó de Cristo que murió por él y dijo: “Ya no más.” Se puso de rodillas y recibió a Cristo como su salvador. Cuando de repente alguien vino y prendió la luz y se dio cuenta que no había agua en la piscina. No digo esto para espantarte, pero eventualmente será tu última oportunidad para recibir a Cristo y tal vez tu última oportunidad  va a ser el primer domingo de 2022. Recibe a Cristo.

Hay tres cruces: Cruz de redención, cruz de recepción y cruz de rechazo. Todos tomamos una decisión, toma la mejor. Dios quiere perdonarte.