¿Cómo hacer la Voluntad de Dios?

7 “Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; Con cánticos de liberación me rodearás. Selah

8 Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.”

Este es un salmo de David, y vamos a decir que el versículo 7 es David hablando con Dios y el 8 es Dios contestándole. David le dice “Tú eres mi refugio” Yo creo que todos en algún momento de nuestra vida le hemos dicho al Señor: “Señor, tú eres mi refugio, en ti he reposado, en ti hay descanso, en ti hay confianza.” El versículo 8 dice: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;” Dios le está diciendo “Te voy a hacer entender que todo lo que pasa en tu vida es con un propósito.” ¿Cuántos pudiéramos pensar que Dios tiene fijados sus ojos en nosotros? Tristemente pareciera que caminamos nuestra vida cristiana como si los ojos de Dios no estuvieran fijados en nosotros y en nuestra familia. Hemos iniciado este año y prometimos y dijimos “este año voy a bajar de peso”, “Este año voy a ser maestro de escuela dominical” pero no le dijimos al Señor “¿Es tu voluntad? ¿Quieres eso para mi vida en este año?” Hemos corrido nuestra vida cristiana como nos place, y eso es de lo que quiero hablar, ¿cómo hacer la voluntad de Dios en este año?

Quiero darte una base que te va a servir para todo el año. Es una base de acuerdo a la luz de la palabra de Dios. Ya no corramos nuestra vida cristiana como nos place, sino que podamos correrla conforme a lo que Dios le place, como él ha puesto para nosotros. A veces empezamos el año con todo, pero ya a mitad de año, dejamos de ser fieles al ministerio que Dios nos puso, no venimos a la iglesia y todo porque lo que prometimos fue una emoción, pero nunca le preguntamos al Señor si era su voluntad. Por eso el versículo 8 dice: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;” Proverbios dice: Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte. y es así la manera en que hemos corrido, lo que a nosotros nos parece derecho, pero no cumplimos el propósito y el plan de Dios, Pero ahora Dios nos está diciendo que él nos va a enseñar, nos va a guiar a qué lugar vamos a ir porque sobre nosotros ha fijado sus ojos. Desde el momento que fuimos salvos, sellados por la gracia de Dios en el Espíritu Santo, Dios fijó sus ojos en nosotros, con un propósito, con un plan y en primer lugar quiere que hagamos su voluntad. Hay jóvenes que quizá ya terminaron la escuela cristiana, el colegio y no saben qué hacer, unos dijeron que van a entrar a la universidad y van a ser doctores, maestros, pero no han dicho: ¿Es tu voluntad o te agrada que yo esté en ese lugar?

¿Cómo hacer la voluntad de Dios en este año?

Para empezar debemos entender ¿Cuál es la voluntad de Dios? Sencillamente voluntad significa hacer lo que a Él le place. Si decimos voy a hacer mi voluntad quiere decir lo que nos gusta hacer, pero si hablamos de la voluntad de Dios es hacer lo que a Dios le place.

Si alguien nos enseñó el significado de voluntad fue el mismo Señor Jesucristo. Dice Lucas 22:41-42 Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y lo que le placía en ese momento era que Jesucristo pagara por el pecado de todos nosotros, y Jesús nos enseña que hacer la voluntad de Dios es hacer a un lado nuestra carne y lo que nos place para agradarle y hacer lo que a Dios le place.

Quisiera que muchos de nosotros en este año dejaramos de pensar y correr nuestra vida cristiana como nos ha placido, a que solo estamos acostumbrados a que vamos a la iglesia los jueves, los domingos, los sábados, a ganar almas, sino que hagamos algo más. Quizás Dios ha puesto en tu corazón hacer algo más porque esa es su voluntad que le sirvas, pero estamos acostumbrado a hacer lo que nos gusta y sabemos que si hacemos la voluntad de Dios, quizás sea algo que no nos guste o que exija algo que no queramos dar. Hacer la  voluntad de Dios es hacer lo que a Él le place. Siempre Dios nos anima a hacer su voluntad porque hacerla trae bendición para nuestra vida, pero este mundo ¿qué nos enseña? “Cumple tus sueños, tus metas, esfuérzate, tú puedes, ya no vayas a la iglesia, y ponte a trabajar más para que así ganes más dinero y tengas para gastar y comprar lo que a ti te gusta.” Eso es lo que el mundo enseña, y siempre hay comerciales que nos dicen que hagamos nuestras metas, pero no pensamos: “Señor, ¿eso es lo que tú quieres que haga?” Y si ya empezaste el año y estás empezando a hacer tus planes, frénate y dile al Señor: “Señor, muéstrame si es tu voluntad, enséñame a hacer tu voluntad, guíame si en verdad estoy haciendo lo correcto.”

El problema es que no sabemos cuál es la voluntad de Dios y no la sabemos por nuestra carne, por el egoísmo, por hacer lo que queremos y lo que nos agrada. Ve lo que dice 1 Pedro 4:2-3 para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios. Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías.Basta ya de que nos siga agradando aquello que todavía nos impide que cumplamos la voluntad de Dios, basta de que nos sigamos agradando. ¿Cuánto llevas de cristiano? El versículo dice: “para no vivir el tiempo que resta en la carne…” ¿Cuánto le dedicaste al mundo y cuanto llevas de cristiano? y pareciera que no hay cambio, que nos seguimos agradando a nosotros mismos, a nuestras concupiscencias. Nuestro tiempo debe ser agradar al Señor, hacer su voluntad, lo que a Él le place.

El segundo problema es que pensamos que eso de voluntad es secreto, misterioso y no sabemos, pero sencillamente es porque no pasamos tiempo con el Señor, por eso no podemos ver y entender cuál es su voluntad y pensamos que es algo secreto y decimos acá en México “Chicle y pega” si lo hacemos y nos va bien es porque era su voluntad, pero si nos fue mal es que no era la voluntad de Dios, pero es porque no pasamos tiempo con Dios y que nos va a mostrar a través de una enseñanza, de la palabra de Dios, de algo, pero Dios nos habla, por eso tenemos al Espíritu Santo que nos enseña y recuerda que hacer y que no, y cómo hablar, pero pensamos que es algo secreto. Salmos 143:10 dice: “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.” ¿Cuántos hemos dicho: Señor, enséñame yo no sé.” Aun Salomón le dijo al Señor: Yo no sé cómo entrar ni salir, no sé cómo guiar a este Pueblo.

El que busca, halla; y el que toca se le abrirá. Hay una respuesta pero tenemos que pararnos y decirle al Señor: “Enséñame y no me voy a mover hasta que tú me hayas respondido.” Porque hay grandes promesas en la palabra de Dios y una de ellas es que si buscamos vamos a encontrar, Dios nos va a responder, nos va a mostrar. Por eso el salmista decía “Enséñame a hacer tu voluntad porque tú eres mi Dios, Tu buen espíritu sea el que me guíe.” El Espíritu Santo te va a enseñar, no es casualidad, no es la suerte, es que si estamos haciendo su voluntad Dios nos va a ir guiando y nos va a ir abriendo puertas.

El siguiente problema es que si hacemos su voluntad hay cosas que no nos van a gustar. Dice Nehemías 1:1-3 Palabras de Nehemías hijo de Hacalías. Aconteció en el mes de Quisleu, en el año veinte, estando yo en Susa, capital del reino,  que vino Hanani, uno de mis hermanos, con algunos varones de Judá, y les pregunté por los judíos que habían escapado, que habían quedado de la cautividad, y por Jerusalén. Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego. Nehemias servía al rey de copero, era una persona de gran confianza para el rey, porque el ser copero no solo era pasarle la copa al rey, sino probar la sustancia que le daban al rey para ver sí tenía veneno, y si moría Nehemías era porque estaba bien. 

Nehemías no nació en Israel, pero le dijeron que había un remanente y la ciudad estaba derribada, y dice más adelante Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos. Nehemías no se puso a orar y para ver qué pasaba sino que él estaba buscando que Dios le contestara si era su voluntad, pasaba tiempo con Dios para ver si eso era su voluntad iba a seguir adelante porque dice el versículo 11 Te ruego, oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean reverenciar tu nombre; concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale gracia delante de aquel varón. Porque yo servía de copero al rey.

En el versículo 1 dice el mes de Quisleu, ese mes es como a finales de octubre, principios de diciembre y en el capítulo dice el mes de Nisán ese mes es como principios de marzo , ¿cuántos meses había pasado Nehemias buscando la presencia de Dios para que Dios le confirmara? En el capítulo 2 vemos que ya empezó a pedir madera para poder edificar. Nehemías pudo haber dicho “¡Ay Señor, qué voy a estar quemando en el sol! Aquí tengo buena comida.” Pero a Nehemías no le importó eso y muchos de nosotros estamos en comodidad y por eso es que no queremos hacer su voluntad porque si la hacemos nos va a mover de nuestra zona de confort, nos va a pedir algo y no nos va a gustar y por eso es que seguimos haciendo lo que nos place. A Nehemías no le importó eso y fue con el rey y vemos el favor de Dios en la vida de Nehemías porque estaba haciendo su voluntad. 

Dice Nehemías 2:2-4 me dijo el rey: ¿Por qué está triste tu rostro? pues no estás enfermo. No es esto sino quebranto de corazón. Entonces temí en gran manera. 3 Y dije al rey: Para siempre viva el rey. ¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego? Me dijo el rey: ¿Qué cosa pides? Entonces oré al Dios de los cielos,

Cuando uno hace la voluntad de Dios se abren las puertas. Nehemías no fue con el rey directamente a pedirle, sino que el rey le preguntó qué le pasaba. Cuando hacemos las voluntad de Dios no hay trabas, no hay duda, porque es Dios obrando, es el favor de Dios obrando y ahí nos muestra otro principios cuando quiere hacer la voluntad de Dios uno tiene que estar en comunión con Dios. Nehemías seguía en comunión porque diceEntonces oré al Dios de los cielos, Nehemías no hizo lo que él quería.

¿Cómo hacer la voluntad de Dios?

Dice Salmos 40:8 “El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.” ¿Cuántos pudiéramos decir eso? Que este año sea en el que podamos decir: “Señor, el hacer tu voluntad me agrada. A veces no me gusta, pero sé que es lo mejor.” Tiene que haber un deseo de obedecer cualquier cosa que Dios nos muestre.

Jeremías 29:11 dice: Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. ¿Cuáles son los pensamientos de Dios para con nosotros? De paz y no de mal. Por eso es que cuando hacemos su voluntad y a nuestra carne no nos gusta, Dios no nos está haciendo un daño a nuestra vida. Si Dios te dice: Esa persona no es mi voluntad, te la voy a hacer a un lado.” No te va a hacer ningún daño

Entonces tiene que haber un deseo de obedecer para hacer la voluntad de Dios, de hacer lo que a Él le place y tenemos que pasar tiempo con Dios. Dicen los versículos 12-13 Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;” Si vamos con Él, Él nos va a escuchar. “y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.

¿Quieres conocer su voluntad? Pasa tiempo en su palabra, pídesela, Dile: “Señor, muéstrame tu voluntad para este año”, “muéstrame si realmente quiere que siga trabajando en este lugar”, “Muéstrame si quieres que siga citando con esta persona.” Y Dios te lo va a mostrar. Sé que muchos podríamos dar testimonio de cómo Dios nos ha mostrado su voluntad para nuestra vida y así este año podemos iniciar sabiendo que el que busca, halla, va a encontrar algo porque le buscaremos de todo corazón.